El triunfo del 3-D, ha sido la victoria más sólida y fulminante, hasta ahora, de la Revolución Bolivariana. Después de 8 ochos de cruenta lucha política, de vivir bajo un permanente acoso mediático-golpista y con asedios y acciones de la CIA por intentar asesinar a Chávez, al fin un gran respiro, porque a la oposición no le ha quedado otro camino que aceptar la derrota. Esa derrota ha abierto las compuertas para que millones de los que votaron por Rosales, descubran la gran farsa en la cual vivían, y opten por comprender mejor su propia situación moral y humana dentro del contexto de la política nacional. Millones de esos votantes saben ahora que tampoco ganaron en el referendo revocatorio, y que entonces vivían bajo un velo de mentiras, de horribles ilusiones con los que se le utilizaron vil y criminalmente. Con aquellas ilusiones salieron a marchar, salieron a gritar que el Tirano les robaba sus esperanzas en cada contienda electoral. Que igualmente, lo del 11-A del 2002, tuvo también su enorme cuota de fantasiosa manipulación. Principalmente entienden ahora que bajo esa espantosa maquinaria de ilusiones nunca tuvieron realmente una dirección, un líder, una ruta para alcanzar el fulano ideal de “libertad” que se planteaba. Que aquellos “libertadores” inventados por los medios no eran más que pamplinas que estallaban al primer soplo. Si tuviesen un poco de pudor y conciencia para desvelar el piélago de falacias en las que estuvieron sumergidos, verían con patética y estremecedora claridad esa sucesión de pobres diablos elevados por los medios al rango de luchadores sociales, en una urgencia por procrear una brutal guerra entre nosotros. Una veloz revisión de ese cursi y degradante sitial que fue la Plaza Altamira, está plagada hoy de esos mausoleos sin alma que viven a cuerpo de rey en Miami, empezando por aquel coronel Pedro Soto, flor de una hora.
Saben ahora todos esos seres manipulados, sobre todo, que el CNE no andaba urdiendo ningún plan fraudulento. Entienden un poco más que la función de los medios con programas como “el del Matacuras y Granielito, son totalmente falsos y orientados a escindir la mente.
Ya EE UU está “pidiendo cacao”, algo muy peligroso, porque planifican un método más expedito contra la guerra asimétrica que les está aplicando Chávez. No olvidemos que en el poder sigue Bush, y Bush todavía no huele a jazmín, como tampoco es fruta que coma mono. Bush va por la guerra, por el negocio de las intervenciones de sus marines y sus asesinatos selectivos; por la imposición de sus métodos fascistas. Pero si de veras ellos quieren “reconstituir sus relaciones, con vistas al próximo periodo de gobierno del recién reelecto presidente Hugo Chávez”, pues exijámosle: Que extraditen de manera inmediata a Posadas Carriles; a Orlando Urdaneta, Patricia Poleo, Carlos Fernández, Molina Tamayo, Juan Fernández y demás jeques del terrorismo que aquí mantuvieron contra Venezuela, y que ha encontrado su santuario en ese país del Norte. Que dejen de financiar ONG’s, cuyas estrategias intervencionistas vienen perfectamente definidas y delineadas desde Washington. Que de inmediato dejen de presionar a otras naciones para que no nos vendan los componentes tecnológicos que necesitamos (todo dentro de nuestros planes de independencia científica e industrial). Que cumplan los convenios y acuerdos comerciales con Venezuela. Que dejen de impulsar su política intervencionista en la frontera mediante el funesto Plan Colombia.
Mientras eso persista, aquí no podrá haber deshielo de la relación ni carril alguno para la cooperación con Washington, como tampoco “un reconocimiento mutuo, de EEUU a Venezuela y viceversa”. Así pues, que nada de procurar “una agenda institucional". Mucho cuidado con creer que el gobierno de George W. Bush quiere repensar toda su política exterior en beneficio de América Latina. Alerta, pues, camaradas, que el gringo interventor debe ser aplastado sin contemplaciones y no debemos tener otra cosa con ellos, que una lucha sin pausa y sin miramientos. Véase la posición que mantienen frente a Cuba para entender lo que realmente bajo cuerda se de estar planificando contra nosotros. Ojo avizor, pues.
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