Nuestra Constitución señala en su artículo 152 que las relaciones internacionales de la República Bolivariana de Venezuela responden a los fines del Estado en función del ejercicio de la soberanía y de los intereses del pueblo; regidas estas por los principios de independencia, igualdad entre los Estados, libre determinación y no intervención en los asuntos internos, solución pacífica de los conflictos internacionales, cooperación, respeto a los derechos humanos y solidaridad entre los pueblos en la lucha por su emancipacióny bienestar de la humanidad. La República mantendrá la más firme y decidida defensa de estos principios y de la práctica democrática en todos los organismos e instituciones internacionales.
Al voleo, este artículo de nuestro texto constitucional no es más que la transcripción del artículo 1 de la Carta de Naciones Unidas, y de buena parte de sus principios fundamentales. Bueno es de destacar este detalle, para el marco de los venideros análisis a realizar en lo sucesivo.
Aplicando el principio de interpretación integral del texto constitucional, cabe recordar que, los fines esenciales del Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia que pretendemos erigir son: la defensa y el desarrollo de la persona y el respeto a su dignidad, el ejercicio democrático de la voluntad popular, la construcción de una sociedad justa y amante de la paz, la promoción de la prosperidad y bienestar del pueblo y la garantía del cumplimiento de los principios, derechos y deberes reconocidos y consagrados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
La educación y el trabajo son los procesos fundamentales para alcanzar dichos fines.
Pero, como nos referimos al sistema internacional, y fundamentalmente al sistema de Naciones Unidas y de sus mecanismos de "protección de Derechos Humanos", bueno es de destacar que nuestro texto fundamental en su Título III referido de los Derechos Humanos y garantías, y de los deberes, el artículo 23 expresa, textualmente lo que a continuación procedemos a transcribir:
Artículo 23: Los tratados, pactos y convenciones relativos a derechos humanos, suscritos y ratificados por Venezuela, tienen jerarquía constitucional y prevalecen en el orden interno, en la medida en que contengan normas sobre su goce y ejercicio más favorables a las establecidas en esta Constitución y en las leyes de la República, y son de aplicación inmediata y directa por los tribunales y demás órganos del Poder Público. (Destacado, resaltado y subrayado del articulista).
Pero, sin ánimos de pecar de pretenciosos, dificultamos que sea muy dificil en estos momentos que haya tratados en materia de Derechos Humanos que supere las garantías y avances que sin duda posee nuestro texto constitucional (aún y todos los gazapos jurídicos que aún tiene, bueno es de señalarlo) y comparado con otras legislaciones del mundo, si aplicamos estudios de Derecho Comparado.
La propia Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (en lo sucesivo, CRBV) tiene disposiciones que incluso mejoran la propia Declaración Universal de los Derechos Humanos, aprobada el 10 de diciembre de 1.949 por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y que de hecho estaremos conmemorando 70 años de la misma.
No en balde, en el famoso discurso del Comandante Chávez de "huele a azufre". Una de las cosas que de manera descarnada planteo el inolvidable Comandante es la refundación del sistema de Naciones Unidas, ya que el que actualmente está vigente está colapsado y no sirve a los actuales intereses de la humanidad.
Podemos entender que la política exterior de Venezuela, además de impulsar el multilateralismo, impulse el respeto a la Carta de Naciones Unidas. Pero no es menos cierto también que ese sistema, tal como lo planteó el propio Hugo Chávez, está obsoleto, incluso en la mayoría de los casos, sirve y facilita los mecanismos de dominación de países imperialistas.
Podemos entender que el contexto de asedio, bloqueo y persecución que actualmente vive nuestro país en diferentes organismos y foros internacionales, obligan a en ocasiones ser prudentes y comedidos. Pero también en ocasiones, y de acuerdo al sentido de oportunidad, debemos arriesgar y ser audaces, así como lo fue el Comandante y líder histórico de la Revolución Bolivariana.
Hay que tener claro que la Diplomacia Bolivariana de Paz no puede ser un elemento para la ingenuidad política. Y de que muchos pensemos que con el hecho de retirarnos del Sistema Interamericano (y sobre todo en lo que se refiere al subsistema de Derechos Humanos) ya tenemos el mandado hecho.
No está en nuestro planteamiento dinamitar y no dar la pelea en las instancias que el Sistema de Naciones Unidas concede, pero lo que si es importante expresar es que, tampoco nos podemos dejar imponer los mecanismos, la agenda, y sobre todo, la política de tutelaje e injerencia bajo los mecanismos de asistencia técnica.
Hay que revisar muy bien los tratados, pactos, acuerdos y convenciones que hemos suscrito dentro de este sistema que rige a las Naciones Unidas, ya que algunos pueden convertirse en "cuchillo para nuestra propia garganta".
Pero, como abreboca del dossier que iniciamos, es que les adelanto que la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la inefable Michelle Bachelet, la que presentó un informe totalmente sesgado en el mes de julio de este año 2019 sobre la situación de Derechos Humanos en el país, tiene previsto realizar un pronunciamiento este próximo 18 de julio, donde presentará "un primer avance" sobre lo realizado por el Gobierno Nacional con respecto de las "recomendaciones" formuladas por esta inefable personaje en el referido documento.
También es importante informar al pueblo venezolano que el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela suscribió un acuerdo donde la pide a esta Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, de asistencia técnica en materia de Derechos Humanos, por lo que tenemos en nuestro país de manera permanente a funcionarios y funcionarias del equipo de Bachelet monitoreando las supuestas violaciones en las que incurriría el Estado venezolano en materia de Derechos Humanos, y estarían orientando a varias instituciones del Gobierno y del Estado para la "presentación de informes" ante esta instancia.
Pero, esto serán temas de las próximas entregas de este dossier que apenas se inicia.
¡Leales Siempre! ¡Traidores Nunca!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!