La sinceridad es otro de los tantos aspectos diferenciales entre el capitalismo voraz amenazante, y el socialismo participativo y protagónico incluyente, que ahora conocemos en Venezuela. En la política internacional vivimos tiempos de riesgo permanente, creado desde la Casa Blanca en Washington, por un magnate orate.
El gobierno de Estados Unidos es denunciado por nuestro Canciller Jorge Arreaza y el gobierno socialista revolucionario venezolano, porque pretende repetir en nuestra tierra el esquema golpista del 10 de noviembre 2019 en Bolivia, que depuso al presidente Evo Morales. Mandan a la democracia para el mismísimo diablo, boicoteando comicios.
Les es imposible ocultar lo subversivos que son impulsando golpes de estado donde son derrotados sus candidatos pitiyanquis, que venden la soberanía del país y se arrastran miserablemente al imperio neo colonialista, cuna del capitalismo bestial que nos acostumbró al servicio de la geopolítica belicista, para tildar de normal la dependencia a dictados estadounidenses por encima de la independencia nacional.
Con razón nuestro Canciller Arreaza de nuevo denunció que el esfuerzo de EE UU por derrocar al presidente Maduro y perturbar la paz, cuando trataron de posicionar un clima de presión diplomática contra las elecciones en la Asamblea Nacional, y en documento titulado "El Gobierno de Estados Unidos solicita apoyo para elecciones libres y justas de la Asamblea Nacional de Venezuela", insisten en inmiscuirse en nuestra política, cuando faltaban tres semanas para la elección de nueva Directiva, y luego en lo que será la designación del nuevo CNE y los comicios para renovar el Poder Legislativo constitucionalmente.
Con esta estrategia "imperialista" y omisiones a la verdad de lo sucedido el Domingo 5 de Enero 2020, mienten al mundo armando shows, e intentan minimizar y frenar avances de la Mesa Nacional de Diálogo del Gobierno con sectores de la oposición. El capitalismo salvaje de los USA "sanciona" países y gobiernos a su antojo, violando la Carta de las Naciones Unidas y pretende que les sigan llamando "guardianes de la libertad y la democracia".