La historia de las escaladas de agresiones de Colombia hacia nuestro país no es nada nuevo. Todas tienen su inicio desde la entrada en escena de aquel pintoresco personaje bautizado por sus correligionarios como "el hombre de las leyes". Me refiero a Francisco de Paula Santander. Desde la aparición de este singular representante de la oligarquía colombiana, nuestra historia se ha visto empañada por el asesinato. Entre ellos la del Coronel Leonardo Infante, la del General José Antonio Anzoátegui, la del Mariscal Antonio José de Sucre y el atentado septembrino del Libertador. De ahí en adelante las relaciones con nuestro país han sido de tropiezos, encontronazos, dobleces y de agresión constante hasta nuestros días. No es posible que un país unido a nuestra historia, permita el albergue de mercenarios y se preste a la escalada gringa para sus incursiones guerreras contra nuestro suelo patrio; permite que la frontera aledaña a San Antonio del Táchira se den actos en agravio a nuestra patria y el ingreso de una ayuda "humanitaria" contentiva de armas y con fuerte olor a olor a golpismo e invasión; el día 23/02/2019; donde el gobierno del presidente Nicolas Maduro no le quedo mas alternativa, ante tan provocadores actos, romper relaciones diplomáticas con el sub presidente de Colombia Ivan Duque.
Luego vendrían las confesiones de un traidor del ejército venezolano; el General Cliver Alcalá Cordones, en el mes de marzo, donde anunciaba en bombos y platinos la presencia de mercenarios que ingresaría a nuestro país cargado de armas. Posteriormente se asomarían las declaraciones del Secretario de Estado de Trump William Barr, donde le ponía precio a la cabeza del presidente Maduro y a algunos de sus colaboradores más cercanos. Vendrían otros hechos como la presencia de naves y aeronaves en el mar Caribe, del gobierno de Trump dizque con el objetivo de salirle al paso al "contrabando de droga" que sale de nuestro país. Posteriormente hace su aparición la Operación Gedeon, el infame macabro y criminal contrato firmado por una empresa gringa llamada SilverCorp propiedad de un mercenario llamado Jordán Goudreau, veterano de guerra y perteneciente al anillo de seguridad de Donald Trump y de otros entre los que se encuentran Juan Guaido, J. J. Rendon y Sergio Vergara. Cuyo propósito era asesinar al presidente Maduro y sus más cercanos colaboradores, llevar a cabo acciones terroristas a diestra y siniestra. Como todos sabemos los invasores ingresaron por Macuto del estado La Guaira donde fueron detenidos; otros llegaron a las playas aragüeñas de Chuao donde corrieron con igual suerte, dentro de una acción catalogada como épica por todo un pueblo. Todas estas acciones se enmarcan dentro de una misma escalada que tiene el imperio norteamericano contra nuestro país, como es la de mantenernos de rodillas, aplicarnos cada día mas el torniquete de la carencia, la escasez de alimentos y servicios.
El dia 09/05/2020 los noticiaron nos ponían al tanto de tres lanchas pertenecientes a la Armada colombiana habían sido abandonadas en las riveras del rio Orinoco, en el sector Chorro El Mono del Municipio Cedeño del estado Bolivar con ametralladoras y demás armamento sofisticado. Ahora el gobierno colombiano a través del comandante de la Armada Almirante Evelio Guerrero señala que las Lanchas estaban ancladas en Puerto Carreño, capital del Departamento Vichada frente al rio Meta, afluente al rio Orinoco. Tratando de justificar y unir algunos cabos que quedan sueltos, no dan pie con bola y los argumentos no son nada convincentes. El Almirante Guerrero señalo que "el terreno donde pusieron las estacas no tenían la consistencia suficiente. Estos botes no pueden estar cerca por razones de seguridad. Si están juntos como evidentemente estaban, están muchos más expuestos al enemigo o a la naturaleza". Luego señalo…"Los botes nunca se desamarraron, ni se soltaron, los botes se desprendieron con el punto de sujeción porque el terreno donde estaban amarrados se desprendió".(sic)
Si estas lanchas estaban apertrechadas de armas pertenecientes al gobierno colombiano, seria inaudito que no colocaran a un centinela que velaran por su seguridad. Si tomamos como cierto lo dicho por el Almirante, que se soltaron y siguieron rio abajo, luego de varios kilómetros remontaron al rio Orinoco, continuaron la ruta, una detrás de la otra como si fuesen siendo tripuladas. Nadie las vio, nadie se les acerco, ni nadie se percato. Hasta que finalmente se estacionaron como por arte de magia, en un recodo de la vía frente a las costas venezolanas en el municipio Cedeño del estado Bolívar. Existe un adagio que dice …"piensa mal y acertaras"; con un vecino como Colombia y un gobierno como el que tiene; uno hace como el picado de culebra, cuando ve un bejuco se asusta. Todo esto nos pone a pensar que las lanchas está unida a la arremetida sangrienta que tiene el uribismo y el imperio contra nuestro país. La Operación Gedeon había fracasado, los conjurados presos; se les dificultaba continuar con la aventura, de ahí que deciden no continuar cy una de ellas era abandonar las tres lanchas y su arsenal armamentístico; que no les dio tiempo de recogerlas los golpistas.
En todas estas el gobierno del presidente Maduro ha dado señales de entregar las lanchas a sus legítimos dueños; con la condición que el gobierno de Colombia lo solicite; pero el sub presidente Duque, está ante una disyuntiva; si hacerlo ante el presidente interino Guaido o ante el "usurpador". De hacerlo estaría enfrentándose a Trump y reconociendo al "dictador" Maduro. En todo caso aquí hay gato encerrado y el sub presidente colombiano no suelta prenda.