Donald Trump envía a Colombia a 800 efectivos de las Fuerzas Armadas especiales en un acto inusual y de vulgar intervención a un país, contando con la venia exclusiva del sub presidente Ivan Duque. Esta presencia armada tiene una estela de ilegalidad, es una violación a la soberanía y a la Constitución Nacional y un atentado al estado de derecho. En la Carta Magna colombiana en el articulo 237 existe un órgano consultor del gobierno llamado Consejo de Estado, quien es el que toma la decisión, también, sobre la presencia de tropas de otro país en el territorio nacional, y Duque no lo hizo. Todo esto se une a la barrabasada que quien anuncia la presencia de las tropas es Trump y no el Estado que las recibe. Esto es simplemente una ocupación del territorio y aquí el que pone la fuerza es el que manda; en dos platos Ivan Duque es una mampara; porque el que va a imponer las reglas de juego es Donald Trump, el dueño del circo. El papanatas que funge como ministro de la Defensa, Carlos Holmes Trujillo, en relación a esa presencia militar ha dicho…"para el gobierno colombiano la lucha contra el narcotráfico es una prioridad compartida con EEUU". Luego en un comunicado expresa "En ningún momento habrá transito de tropas extranjeras en participación de operaciones militares" (sic). Pero no dicen para nada que el el gobierno de Colombia y el de USA son "aliados" en la siembra y la comercialización de la cocaína. Por otro lado Trump repite que las tropas son "para asesorar y ayudar operaciones con naciones aliadas. Estos carajos piensan que el pueblo es como un arreo de mulas que caminan por donde las arrean. Con todo lo anunciado por el magnate de la Casa Blanca y lo dicho por él, que nos tiene "una sorpresita por ahí", resumiendo muy sucintamente tenemos que decir que este señor asume la dirección del gobierno colombiano entre ellas la invasión utilizando como trampolín al pelele Duque.
El senador Gustavo Petro ha expresado "No se puede ocultar lo evidente, se prepara una invasión a Venezuela con lo peor, la ayuda del narcotráfico". Otro senador que también opinó fue Armando Benedetti: "El Almirante Craig dijo en marzo que su misión era capturar a Maduro por narcotráfico. Hoy sus tropas vienen en camino y no me interesan si lo capturan o no; pero no metan a nuestro país, en una guerra ajena. Que sigan derecho si quieren, pero que no paren el barco por aquí". Trump no está en sus momentos, tiene plomo en el ala; pero tiene a la vuelta de la esquina una reelección presidencial y una forma de recuperar su deteriorada imagen es entrar en una confrontación armada contra Venezuela y apoderarse de sus riquezas que es lo que le trasnocha a los gringos, además tiene que ganar puntos con las grandes corporaciones, la mafia mayamera, la gusanera cubana y los apátridas venezolanos; pero por otro lado tiene el fantasma del coronavirus que lo amenaza con su curva exponencial indetenible, con el agravante que ha sido muy poco lo que ha hecho para frenarla. El ingreso de los barcos iraníes que anunciaba que no los iba a dejar arribar a Venezuela y luego arrugo. El asesinato de George Floyd de manos de un policía. Que tiene incendiado al país en todos los costados; en un país donde no solo la policía es racista, sino que es una política de Estado. Por otro lado el cartel de Lima que con el pandemónium del virus no tienen tiempo en otro peo que no sea el de ellos. No obstante el guerrerista Trump tiene metido entre ceja y ceja mantenernos contra la pared con sus criminales bloqueos y sanciones; ahora viene con la invasión. Saldremos a defendernos. Patria o muerte venceremos.