En los últimos días hemos visto al sub presidente Iván Duque, fuera de sus cabales, fuera de sí, como que presintiera que después que pase el vendaval que ocasionó el encarcelamiento de su jefe y mentor Álvaro Uribe, por acusaciones supremamente baladíes, como es el soborno y la compra de votos, lo han mandado "preso" para su casa y pedido su renuncia a la senaduría; mientras que por ese grueso y largo prontuario de crímenes, asesinatos, desapariciones, narcotráfico; no le han tocado un pelo. Nadie dijo nada, ni nadie protestó; pero el que sí puso las bardas en remojo fue Iván Duque, que intuye que la cárcel le está pisando los talones. De ahí que lo hemos visto afanoso trazando estrategias, para salirle al paso al bajón que ha tenido su popularidad; primero lanzar una cortina de humo a la alta criminalidad en su país, sale con el cuento de unas compras de Venezuela de armas y misiles; después redimensiona el Plan Colombia, con otro nombre y con intenciones guerreristas de la mano de Trump.
En la revista Semana, hace dos días montó una especie de fábula o ficción al declarar que Venezuela compra armas a Rusia y Bielorrusia y a Irán misiles de mediano y largo alcance y además señaló que las FANB habían suministrado armas a la ELN en la frontera. Todo esto lo expresó con mucha ligereza y sin presentar un ápice de pruebas, ni documentos que den fe de lo que está diciendo, sea cierto. Recordemos que con este tipo de artimaña; casi borran del mapa a Irak, cuando acusaron que Saddan Hussein tenía "armas de destrucción masiva", al final cuando ya habían dejado en ruinas a este país dijeron que todo había sido una mentira; hasta el primer ministro británico Tony Blair se hizo eco de tan tamañas calumnias.
Sobre este tipo de difamaciones e invenciones existe mucha literatura y se saca relucir en estos momentos que EEUU bajo el asedio de unas criminales sanciones y bloqueos contra Venezuela, hoy vemos con preocupación la reunión en Bogotá del pasado 17 de agosto, donde reeditan a un nuevo Plan Colombia; pero con otro nombre y una inyección de 2.600 millones de dólares; bajo el señuelo de una "guerra contra las drogas", cuyo objetivo no es otra cosa que crear un aparato de la mano de Trump para actuar contra nuestro país.
Cabe destacar que éste nuevo Plan Colombia y ese anuncio de la compra de unas supuestas armas y misiles por parte de Venezuela, está vinculado tanto a las posturas de Trump, que está llamando a la abstención de las elecciones de la Asamblea Nacional el venidero 06 de diciembre y a las declaraciones de Duque, que desde ya las tilda de fraudulentas; hasta unas operaciones que se escenificarán en el Caribe occidental (Venezuela) bajo el señalamiento de país "narcotraficante". Trump por ejemplo, ha tenido comunicación con el presidente Bolsonaro en el Brasil, con el Cártel de Lima; ha buscado afanosamente acercamientos con el ultraderechista que asumió la presidencia en República Dominicana; lo cual envió a Pompeo, no solo a darle la buena pro a las relaciones con ese país; sino buscando apoyo para intensificar el plan siniestro que tiene contra Venezuela.
Sin embargo, ante todo este andamiaje de hechos, de amenazas de Trump, de las alertas del ministro de defensa de Colombia: Carlos Holmes Trujillo que ha dicho ante las declaraciones de Duque, por la compra de armas y misiles, se metió más a la candela y le dio una vuelta a la tortilla, asumiendo que es Venezuela la que se está preparando para atacar; argumentando que Colombia "está preparada para defenderse de cualquier ataque de Venezuela". Hay que ponerle atención a unas delicadas declaraciones pronunciadas desde la ONU por el señor Samuel Moncada, donde expresa que se pretendiera señalar a Venezuela con un desborde de Convid – 19 que afectaría a Colombia y Brasil y es aquí que saldría a defender a Venezuela una invasión a través de organismos internacionales, sería un ataque de vecinos contra Venezuela, antes de las elecciones de diciembre; concretamente podría darse en octubre. Ojo pelao ante estas intentonas criminales contra la patria de Bolívar y Chávez.
