Otro paquete chileno es la propuesta de ley antibloqueo, que ahora se nos vende como una panacea, que servirá, supuestamente, para desbloquear las medidas coercitivas y unilaterales impuestas por el gobierno norteamericano contra el pueblo venezolano. Recomiendo las serias observaciones que ha hecho Luis Britto García en un artículo al que accederemos a través del siguiente enlace:
https://www.aporrea.org/tiburon/a295799.html
Sobre todo, se las sugiero a los que, a todas las decisiones del gobierno, irreflexivamente, le dicen: __ Que así sea, amén. __
No vayan ahora a acusar a nuestro entrañable y respetable intelectual de ser un agente de la CIA al servicio del gobierno de Trump.
Tengan en cuenta que está asumiendo, ante todo, una posición como venezolano, de la misma manera como lo asume quien escribe estas notas.
Daré por sentado que se han leído el artículo aludido. Lo tomaré como la base interpretativa, de naturaleza legal de estas líneas. Mis comentarios apuntan a la ley como un todo. Debo confesar que después de haber leído este bodrio, he sentido mucha tristeza. Me he preguntado si quienes lo concibieron, sienten ese inmenso desprecio por los venezolanos, que se lee entre cada línea, de este tan artero texto. Lo cierto es que, lo que se traen entre manos, está al descubierto. Quizás piensan que somos inmensamente pendejos o que pueden hacer con el país lo que le venga en ganas.
Voy a resumir su contenido: es un instrumento que le da absoluta potestad al ejecutivo nacional para disponer, secretamente y a su antojo, sobre la administración y propiedad de todos los bienes públicos, que le pertenecen solo al pueblo de Venezuela; y lo hace mediante un descarado secuestro de la soberanía popular y una flagrante violación de la carta magna. Lo primero lo hace concentrando todos los poderes en uno solo, que en la práctica se concretiza en la figura del presidente; lo segundo, lo lleva a cabo, derogando de un solo guamazo todas las leyes que le impidan realizar su absoluta voluntad. Su presentación ante la asamblea nacional constituyente no solo es una completa aberración, sino, un acto abominable.
Los efectos económicos de las medidas coercitivas y unilaterales contra Venezuela han sido desbastadores porque el gobierno ha sido, manifiestamente incompetente, en la responsabilidad que tiene de proteger al pueblo venezolano. Si su política económica ha fracasado estruendosamente durante los últimos siete años; no nos va a venir con el cuento, ahora que estamos en medio de una campaña electoral, de que, en tres meses, con esa chimba ley, va a romper el sitio que nos ha impuesto USA. No es la primera vez que nos engaña con esos cuentos de caminos. ¿O es que acaso se nos olvidó el rimbombante "Programa de Recuperación, Crecimiento y Prosperidad Económica" basado en el petro, propuesto en agosto del 2018 como el remedio para detener la depreciación del bolívar? Lo cierto es que este tremendo engaño, también resultó ser un paquete chileno. Todo aquel despliegue propagandístico, del gobierno, generó unas infladas expectativas, que terminaron siendo un completo fraude, ya que la valorización del petro lo que realmente produce es la depreciación del bolívar y, con esta, todas las terribles consecuencias que le acompañan.
Lo que salta a la vista es el planteamiento en que descansa la susodicha ley. Ante la incapacidad del gobierno para enfrentar con éxito la guerra que nos ha declarado e impuesto el gobierno gringo, ha encontrado "la solución salomónica", esta es, la de zafarse de su responsabilidad, dejando el país en las garras del capital nacional e internacional. Con esta renuncia echa por la borda todo el andamiaje teórico y político en que se había sustentado el chavismo: el antiimperialismo, el bolivarianismo, el socialismo, el nacionalismo, el anti neoliberalismo, el poder popular, la democracia participativa y protagónica, etc., y en su defecto asume el más ramplón de los pragmatismos para restaurar un programa neoliberal de privatizaciones de las empresas del estado, conducidas, con suma eficiencia, hacia una situación de quiebra.
Se solicita entonces, al pueblo chavista, apoyar la propuesta, en base a una ciega obediencia, como si de una soldadesca se tratara y, no de personas libres y conscientes, que basan sus acciones en una lealtad hacia los principios y, no hacia los hombres. Sabemos que la militancia del psuv está atada a la línea que les baja el cogollo que la dirige; pero cabe preguntarse: ¿Qué clase de militancia es esa que se divorcia de los principios, traicionándolos a conveniencia de algún personaje oportunista y corrupto?
Los promotores de esta ley la presentan a través de la hermosa imagen que brinda la exposición de motivos que impregna casi toda la ley; sobre este respecto cabe aquella conocida frase: "de buenas intenciones está lleno el infierno". Lo cierto es que todos esos nobles deseos son puro gamelote, que solo sirven para ocultar las verdaderas pretensiones de esta ley. Otro de los argumentos que usan los defensores de este engendro consiste en hacer sentir la necesidad que tenemos, de instrumentar mecanismos efectivos para defendernos de ese bloqueo, impuesto por la potencia que domina hegemónicamente la economía a nivel global. Obviamente que este argumento no requiere ninguna discusión; pero, al ser presentado para justificar la aprobación de una ley viciada de nulidad, delata la mala fe que acompaña el espíritu que los mueve.
No hay en esa ley ninguna propuesta de naturaleza económica que confronte el ataque contra nuestra moneda, el bolívar, como centro medular de la guerra económica. Tampoco hay ni un solo artículo que ponga en cintura a los responsables internos y externos del sabotaje económico contra el país. Menos aún hay en esta ley ni un capítulo que verse sobre las medidas que se van a implementar para reactivar el aparato productivo, detenido adrede por la burguesía nacional en complicidad con la internacional. Todo lo contrario, lo que propone esta ley es la más flagrante y cobarde capitulación ante esa burguesía, que sale premiada, con un instrumental legal que permitirá que se le entregue en bandeja de plata, los activos más importantes que ahora son propiedad del estado. En fin, no hay en esta ley nada que tenga que ver con un plan estratégico sobre el desarrollo científico y tecnológico necesario para poner en marcha una producción agrícola e industrial que garantice la soberanía económica y que, en consecuencia, pueda, efectivamente, derrotar el bloqueo contra nuestro país.
En esa propuesta de ley lo que sí encontramos es una significativa cantidad de artículos que violan flagrantemente la constitución, tal como lo señala y demuestra Luis Britto García en su artículo "Proyecto de Ley Antibloqueo." Cabe preguntarse: ¿Cuál es el apuro en aprobar esta ley vía fast track? ¿Por qué no esperar hasta que se instale la nueva asamblea nacional para que sea esta quien la discuta? Si en lo que lleva el gobierno de Maduro en el poder, no ha podido en modo alguno, contrarrestar las acciones de guerra económica impulsadas por el gobierno de los Estados Unidos contra Venezuela; no veo cómo, con esta ley chucuta, va a neutralizar las susodichas sanciones. Evidentemente que aquí hay gato encerrado.
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