En esta entrega de hoy de esta columna, a tres días de acudir nuevamente a las urnas a decidir nuestro destino, quiero advertir a la opinión pública nacional e internacional, y en especial a mi país, de que lo que señale en que Biden sería mucho más peligroso que Trump no era mera ficción, sino que se está convirtiendo en una realidad.
Esto lo señalo, a propósito de las recientes designaciones que ha venido realizando el ahora presidente electo de la nación norteña de integrantes de su gabinete ejecutivo, y que lo acompañarán en su administración a partir del 20 de enero de 2021.
Y también lo que me ha inspirado en esta edición a escribir sobre este tema, fueron los comentarios realizados por Mario Silva en su programa "La Hojilla" del martes 1 de diciembre de 2020, cuando hacía sus apreciaciones sobre las recientes designaciones del presidente electo Biden, de sus posibles colaboradores en su administración que inicia el 20 de enero de 2021, como ya lo indiqué en el párrafo anterior.
Por ejemplo, Biden ha designado a Anthony Blinken como su nuevo Secretario de Estado en sustitución de Mike Pompeo. Blinken, de 58 años de edad, es uno de los principales colaboradores de los demócratas en política exterior y ya fue el número dos del Departamento de Estado durante los dos mandatos de Barack Obama, y en la época en la que Biden fue vicepresidente de ese país.
El puesto de asesor de seguridad nacional sería para Jake Sullivan, otro asistente veterano de Biden. Asimismo habría designado a Linda Thomas Greenfield quien fue encargada para el África en el Departamento de Estado durante la presidencia de Obama, para el puesto de embajadora de EEUU en la ONU.
Biden designaría como director de Seguridad Nacional (DHS) al cubanoamericano Alejandro Mayorkas.
Mayorkas, abogado de 60 años de edad, nacido en Cuba y ex fiscal federal de California, arribó a EEUU en calidad de exiliado político junto a su familia cuando apenas tenía un año de edad. Fue Secretario Adjunto del Departamento de Seguridad Nacional durante la administración de Obama y en la actualidad es socio del prestigioso bufete de abogados Wilmer Hale.
John Kerry ocuparía el cargo de enviado especial del clima. Otra ficha de la gestión de Obama-Clinton.
Avril Haines, quien fungió en su oportunidad en la administración Obama-Biden como directora adjunta de la CIA, sería la nueva directora, sería la directora de la CIA.
Esto quiere decir, en primer lugar, que la administración Biden que inicia el 20 de enero del próximo año, como ya lo señalamos párrafos más arriba, sería una colcha de retazos de los gobiernos Clinton- Obama. Y por los designados hasta ahora en su gabinete, aplicaría lo que se denomina el smart power (poder inteligente) por sus siglas en inglés, para lograr el derrocamiento de Nicolás Maduro y de dominar de manera silenciosa y sibilina, a los países y gobiernos que no se pliegan a los intereses hegemónicos de EEUU.
Fue en la administración Obama-Biden donde se dio el law fare o juicio político a Fernando Lugo, recordaba en una entrega anterior. Fue en la administración Obama-Biden que se derrocó a José Manuel "Mel" Zelaya como Presidente de la República de Honduras. Fue en la administración Obama- Biden que también se dio el law fare en contra Dilma Rouseff y se prepararon las condiciones que ejecutaría la administración Trump para la detención e inhabilitación de la candidatura presidencial del ex presidente Luis Inacio Lula Da Silva, en las elecciones generales en ese país, Brasil, en el año 2018.
Esto no podemos olvidarlo, y creo que lo tiene suficientemente claro el Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro.
En las próximas entregas, me permitiré escribir sobre una posible proyección de cómo quedaría la AN luego de las elecciones del 6 de diciembre de 2020, así que espérenla, porque promete.
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!