“Yo creo…que estoy actuando como
lo hizo el creador Todopoderoso. Luchando
contra los judíos, estoy luchando por la
obra del Señor”
Adolfo Hitler
Todos hemos escuchado o leído, lo dicho por Bush: “tiene conversaciones con Dios” i por eso procede criminalmente, porque bien pregona la iglesia, uno no puede saber las decisiones o los designios de Dios, aunque se le haga cómplice de la maldad en el mundo; incluso le puede hablar por otras voces “sagradas” como la del criminal divino de Pat Roberson, quien le aconseja asesinar santamente a Hugo Chávez Frías, como se asesinó al oponente Salvador Allende i a muchos otros, o por cualquiera de los métodos que se han ensayado contra Fidel Castro, en más de 65 ocasiones, por esta nueva GESTAPO que es la CIA, como el OPUS DEI, es la GESTAPO de la Iglesia católica. Así el Señor, el buen Dios, aconsejó Fuhrer por intermedio de este venerable “prelado”, asesinar al Presidente Hugo Chávez Frías, por ser el único que le ha expuesto de frente sus maldades i es el líder de todos los pueblos soberanos, pacíficos i honrados del planeta. Esto es parte de su paranoia que alguna vez se establecerá como esquizofrenia, si no se estuviese dando ya, la decadencia de su nefasto imperio mundial. Por estas razones celestiales o sagradas, fundó Hitler su Tercer Reich, ya que el primero fue el Sacro Imperio Romano Germano que duró del año 962 a 1806, considerado como el Primer Reich o primer imperio alemán. Luego, en 1871, el Canciller de Hierro Otto Von Bismarck, estableció el Segundo Reich, durando hasta la derrota alemana en la Primera Guerra Mundial en 1918. Así, el proclamado por Hitler sería el Tercer Reich que duraría mil años; el primero duró 844 años; el segundo 47 i el tercero, pese al ofrecimiento hecho al pueblo alemán por su atolondrado líder, apenas unos 12 años. El Imperio Norteamericano en cambio, pasa largo los dos siglos, con lo que se suma a los imperios de la antigüedad (bárbaros, romano, español, etc.) en duración de tiempos de terror i barbarie.
Pero hai más coincidencias o similitudes. Hitler confeccionó primero una triple combinación delincuencial, hasta constituir el Eje con Mussolini e Hiroito (Italia i Japón), i además los traidores que fueron vendiendo sus países como ya los mencioné. Mussolini ayudó, a confeccionar la Nueva Tríplice i de allí arrastrando con el anodino Alejandro III a la diminuta Albania, para constituir el Pacto de Acero, como ahora hace Bush con su Madre Patria, Canadá i otros países sumisos o indiferentes al destino del globo, como si ellos tuviesen para sus pueblos, botes salvavidas espaciales. Del mismo modo Bush tiene, pues, sus marionetas, mediocridades, asquerosos cómplices como Tony Blair, el estúpido i arrastrado Aznar que debería ser Asnal de asno, con el perdón de estos simples i brutos cuadrúpedos, i muchos presidentes especialmente latinoamericanos como Uribe, Alan García (un delincuente exiliado que volvió a ser presidente) i Toledo (traidor a su etnia) más el zorro Fox i el usurpador del poder en México actualmente, un Calderón de mediocridad.
Hitler, después de la anexiones facilitadas por maniobras como la de los Sujetes i las traiciones consumadas de los Quisling i Seyss Inquart, emprendió la Segunda Guerra Mundial que duró de l939 a 1945, destruyendo gran parte de Europa con miles de monumentos artísticos, con 50 millones de muertos, con hambre i miseria por todo el planeta, con millones de millones de heridos, inválidos, trastornados mentales i carencia de todo lo indispensable para una sociedad mundial, o Humanidad civilizada. Retrocedimos en la historia de la cultura por siglos i dejaron sembrada la misma insensatez, maldad i desquiciamiento en muchos hombres perversos que no temen repetir la historia, en vez de saber valorar la paz, la ciencia i la cultura, como el más sagrado patrimonio del mundo. He estudiado con pasión la Historia de la Segunda Guerra Mundial, de la que tengo muchas obras, revistas, historia, novelas, películas, discos (poseo una principalmente gráfica, con dos discos de 45 revoluciones, donde escucho a Hitler, Mussoline, Churchill, De Gaulle, Eisenhower, etc); he leído la Historia de esa guerra escrita por Wiston Churchill en doce tomos; dos colecciones de revistas seriadas con abundantes fotos, gráficos, mapas, etc., i hasta he leído una escrita por unos autores rusos, titulado LA GRAN GUERRA PATRIA, encabezados por el Académico e Historiador P.Zhilin, como un estudio científico-popular, donde están descritas magistralmente las batallas de Moscou, Stalingrado i Kursk, i también como derrotaron al ejército japonés en Kuangttung. I así como hai heroismo i estrategia militar en occidente, en el África, en la célebre retirada de Dunkerke o en el día D de la invasión al continente europeo, nada de eso compensa el daño a la Humanidad i a su Historia. Psicológicamente no olvido cuando a los diez años, en 1939 notaba la preocupación de mi padre frente a la vieja radio-vitrola de discos de 78 revoluciones, buscando la BBC de Londres para obtener noticias radiales, i la alarma con que en una ocasión le dijo a mi madre: Negra, ¡Se prendió la guerra! Por eso ya más crecido i pendiente de las noticias de PANORAMA, (alarmados con noticias como ¡Cayó París!) viví esa experiencia inolvidable de alerta sobre la quiebra de la paz mundial; i luego, con el tiempo además de mis estudios de medicina, de arte, etc., la guerra ha sido mi mayor aprensión e interés. Por eso ahora veo la misma escena previa. Un anormal, dueño del mundo, aterrorizando con su poderío bélico i desobediente a todo principio o leyes civilizadas. Hitler, reencarnado, en un alcohólico paranoico, ladrón de territorios i de riquezas, sobre todo petróleo. Este señor no se conforma con asesinar mujeres, niños i ancianos, además de soldados i de destruir una ciudad gloriosa por sus encantos como Bagdad, i estar situada en una tierra entre dos ríos, que se llamó Mesopotamia i fue, supuestamente, sitio del Edén, para él un “osbcuro rincón del mundo”. Ya ha destruido la memoria más remota de la Humanidad, ya ha perdido casi tres mil soldados de tercera categoría en lo social, de su país i se acerca al millón de ciudadanos inocentes en Afganistán i en Irak. Tiene más de 140.000 soldados en esa guerra de nadie sino de su combo de criminales, desobedece a su congreso en el cual ya no tiene mayoría; excrementa sobre la sede de la ONU, tiene al país al borde del colapso financiero i pide mucho más dinero para enviar 20.500 soldados más al sacrificio en una guerra que esta perdiendo. Sin embargo su locura sigue: tiene portaviones nucleares i submarinos atómicos en el Golfo Pérsico i esta dispuesto a atacar a Irán un país de 84 millones de habitantes i que, llegado el momento sentirá el respaldo de Corea del Norte, de Rusia, de China i de casi todos los países del planeta, pero el pensar es para los hombres inteligentes i estrategas, no para un borracho paranoico i un conjunto de malhechores o piratas. Estamos a las puertas de una Tercera Guerra Mundial, a menos que la decadencia del Imperio tenga un Edward Gibbon (hisoriador de la Decadencia del Imperio Romano), que sepa predecir o entender su decadencia. Lo cierto es que su política exterior, como dice, Chomsky, es el terrorismo i aunque una tercera guerra tenga el mismo final de la Guerra Mundial del 39 al 45, los males, las atrocidades i los muertos, no podremos calcularlos jamás. Estudien a Hitler i a Bush; verán pocas diferencias, aunque el segundo más terrible i asesino que el primero.