Hay que señalar inicialmente un aspecto esencial cuando hablamos del imperialismo de las potencias europeas y es que ellas conquistaron prácticamente todo el mundo, porque no tenían competidores que se le opusieran, pues todos los países, naciones y territorios conquistados y colonizados se encontraban en una inferioridad, económica, tecnológica, que hacía muy difícil que pudieran oponerse exitosamente a ellas.
Al no tener competidores externos, las potencias europeas que rivalizaban durante siglos entre sí llevaron esta competencia a nivel mundial, e intensificada a partir del siglo 18 con las transformaciones que trajo la Revolución Industrial siendo una de ellas la necesidad de contar con abundantes y baratas materias primas que mantuvieran en funcionamiento su creciente proceso industrial. Con el acicate industrial, los conflictos bélicos llegarían a las grandes guerras mundiales. Esta competencia inter potencias se centraba en la adquisición de recursos naturales como minerales, petróleo y tierras agrícolas.
Es así que la practica colonialista durante este proceso colonialista mundial, se ve incentivada en tanto que al no contar con oposición podían saquear, y efectivamente lo hicieron, la riqueza del mundo y que en el caso de África y en Siria, las han pillado y desplumado hasta la fecha, aprovechándose de su fuerza militar y su manejo actual del comercio mundial. A los que nos oponemos nos acosan hasta la destrucción.
En este proceso colonialista, el militarismo era un componente central, con alianzas y conflictos frecuentes entre ellas que las han llevado a grandes guerras. El militarismo se convirtió en el componente dominante en lo politico y social, al cual se sumó el factor nacionalismo para darle un carácter más agresivo a las políticas europea por lo que la conquista de otras naciones eran parte lógica de este pensamiento. Con la aparición del socialismo y de la Unión Soviética todo este mundo bélico imperialista desapareció en Europa, aunque Estados Unidos lo mantuvo vivo hasta que logro establecer un frente de guerra en la propia Europa, como es el caso de la Guerra de Ucrania.
Veamos un momento como era el mundo en 1916, en plena Primera Guerra Mundial, todos los países peleaban entre sí y arrastraban a los más pacíficos, un caos. Surgió un hombre en Rusia que vio el orden después del caos, y fundo la Unión Soviética. Con ella creo que se inicia una nueva era moderna hasta hoy.
El imperialismo europeo, mediante sus “zonas de influencia” influía en los asuntos internos de otros países a través de alianzas, intervenciones y diplomacia secreta. De todas las naciones europeas fue Inglaterra la potencia imperialista más poderosa del siglo XIX llegando a controlar un cuarto de la superficie mundial y hasta un veinte por ciento de su población. Hoy todos esos elementos han cambiado con las guerras de liberación popular, pudiendo China ser libre y tener cerca del 20% de la población sin dominar a nadie y si a eso le sumamos la India el porcentaje llega casi al 50%.
En este contexto de relaciones tan agresivas había un conjunto de Reglas No Escritas, las cuales no estaban formalizadas, que hacían un entendimiento tácito, de que las potencias debían respetar ciertos límites y evitar conflictos directos que pudieran desencadenar guerras a gran escala, aunque por supuesto nunca le hicieron mucho caso a estas reglas.
Hay dos elementos preponderantes en el desarrollo del imperialismo europeo, que fueron el racismo y la consideración de una superioridad cultural que fueron de los elementos más negativos en todo el mundo y cuyo impacto quedó como una herencia sin fecha de caducidad para los pueblos conquistados y colonizados.
El racismo es la idea de que un grupo étnico es superior o inferior a otro, y se basa en un sentimiento de superioridad irracional. En el siglo XIX, el racismo se justificaba con categorías culturales de la Ilustración o del cristianismo misionero, los curas han hecho un gran trabajo en esto, y consideraban que la civilización europea era superior al salvajismo,
Esta idea sigue viva en la dirigencia derechista de Europa, pues deben recordar que hace poco el señor Borrell Canciller de la Unión Europea declaro que ellos eran un jardín y los otros países eran la selva. Ellos al igual que hace siglos aceptan como algo natural la discriminación a nuestros países. Plomo con ellos.
Podemos decir que el mundo actual se fundamenta en las estructuras de poder creadas desde hace siglo por las distintas etapas del imperialismo y que el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y la intolerancia son legados del colonialismo que perduran en la actualidad.