Europa se ha convertido en un inmenso mercado para las mafias de la droga, los cuales han incrementado y diversificado la oferta de drogas con nuevas sustancias y en mayores cantidades, lo cual refleja el aumento de la producción y el consumo de en ese continente, facilitado por la accesibilidad a las mismas. En cuanto a las nuevas drogas en la Unión Europea durante el año 2022, se identificaron por primera vez 41 drogas nuevas con lo se llega a 930 nuevas sustancias, según organismos oficiales y extraoficiales.
Para las autoridades europeas todo está claro, el enemigo es Venezuela y Rusia y no las drogas, las cuales siguen su camino sin miedo, para llevar al vicio a la juventud europea y en general a toda su población y destrozando sus vidas. Es así que se estima cercano al 10% de la población que la consumieron en el año 2022.
Este incremento ocurre aunque se da una mayor incautación de drogas, tanto en la cantidad ya que se mide por miles de toneladas, en el desmantelamiento de laboratorios de procesamiento y su cultivo. Hay un aspecto adicional que facilita todo este incremento en el consumo y producción de drogas como es la corrupción de los organismos encargados de combatirla, como es el caso de lo que ocurre en España, aunque es de presumir que está generalizado a las autoridades de toda la Unión Europea.
Este aumento en el consumo está generando grandes consecuencias para la salud pública, ya que las personas están expuestas a sustancias más potentes y desconocidas y debilita la capacidad de atención de los servicios médicos hacia otras áreas de salud, al tener que dedicar mayores recursos al tratamiento de las drogas.
Hay otros factores que coadyuva a impulsar este consumo incrementado de drogas nocivas, como es el caso del uso de Internet la cual ha facilitado la compra y venta de drogas a través de la “dark web” , lo que ha hecho que estas sustancias sean más accesibles para un público más amplio, facilitando su comercialización y distribución. Las autoridades venezolanas debe estar muy pendiente de estas innovaciones delincuenciales y atacarlas creando nuevas ramificaciones de los cuerpos policiales y de inteligencia, que se especialicen en su combate y prevención.
Es la aparición de nuevas drogas sintéticas en los países europeos, conocidas como "drogas de diseño" o "nuevas sustancias psicoactivas (NPS)", lo que ha diversificado el mercado de drogas. Estas sustancias se crean en laboratorios clandestinos y pueden tener efectos impredecibles y peligrosos para la salud.
Entre las nuevas drogas europeas se señalan las, Catinonas sintéticas, derivados de la planta de khat, como la mefedrona y la metanfetamina. Producen euforia, estimulación y aumento de la energía. Las Feniletilaminas, como el 2C-B, que produce alucinaciones visuales y auditivas. El Cannabinoides sintéticos, que imitan los efectos del THC pero pueden ser mucho más potentes.
Es importante destacar que el consumo de cualquier tipo de droga, tanto las tradicionales como las nuevas, conlleva riesgos significativos para la salud física y mental, estas últimas más significativas ya que al ser sustancias nuevas, sus efectos en el organismo no están completamente estudiado, lo que aumenta el riesgo de efectos secundarios graves, incluso la muerte, sumándose a esto que muchas de ellas son más potentes que las drogas tradicionales, lo que aumenta el riesgo de sobredosis.
La cocaína rosa, mezcla de ketamina con otras sustancias y MDMA (éxtasis o cristal) es una de las nuevas sustancias sintéticas que se encuentran en el mercado de drogas europeo. Si en Norteamérica y América Latina el fentanilo ha sido la gran amenaza con una alta tasa de mortalidad en la población, los nitazenos están representando las muertes por sobredosis provenientes del mercado de la droga en suelo Europeo.
Este no es un fenómeno restringido a un solo país o región o alguna clase social en particular, sino que recorre todo el espectro social europeo manchándolo de violencia, sangre y aflicción.
Según las últimas informaciones las ciudades con mayor consumo de drogas en Europa incluyen a Barcelona, España, con el mayor consumo de cocaína y cannabis por habitante, país en el que debemos sumarle la ciudad de Tarragona identificada como una de las ciudades con mayor consumo diario de cocaína, Amberes, Bélgica lidera en el consumo de cocaína, especialmente durante los fines de semana. Tampoco se salva Londres de estos records negativos, ya que es conocida por tener uno de los mayores consumos de cocaína en Europa. Debemos incluir a Ámsterdam en los Países Bajos, que tiene un alto consumo de drogas recreativas, incluyendo MDMA y cannabis.
Hay que señalar el impacto que según las Naciones Unidas, en su informe mundial 2024, ha tenido la legalización del cannabis o marihuana, en Canadá y 27 jurisdicciones de Estados Unidos permitiendo la producción y venta de cannabis para uso no médico.
En estas jurisdicciones el proceso parece haber acelerado el consumo nocivo de la droga y ha dado lugar a una diversificación de los productos de cannabis, muchos de ellos con un alto contenido de THC. A estos casos y gracias a esa especie de agente encubierto CIA que fue el viejito José Mujica, en Uruguay, también se legalizo la marihuana apoyando las políticas de Estados Unidos, con los mismos resultados, de incremento del narcotráfico y daños a la juventud y la población de ese país sureño. Una herencia.