Muchas veces acuciados por las necesidades económicas, producto de carecer de un modo de producción propio y rentable, países e inclusive ciudades y regiones caen en impulsar el turismo como una alternativa a sus carencias de visiones de impulso económico.
Venecia ha sido uno de los grandes destinos turísticos de Italia y de Europa a donde llegan millones de personas anualmente para fascinarse con esa asombrosa ciudad o deleitarse con sus sardinas marinadas, o su Risi e Bisi, risotto hecho con arroz y guisantes frescos o simplemente Fegato alla Veneziana, todos parte de la historia y cultura de Venecia.
Todo esto sin embargo ha tenido un alto costo para la ciudad y la región que se ha visto impactada por la llegada de millones de personas, las cuales han afectado las tradiciones, modo de ser y economía de la ciudad y de sus habitantes, en la medida que el turismo crea una nueva entidad distinta a la original y es que el exceso de turismo ha tenido un impacto muy negativo en Venecia tanto en el aspecto material como en el comunitario y vecinal.
Así el Patrimonio urbano de la ciudad, Patrimonio de la Humanidad, ha sido visto por la UNESCO en situación de peligro, debido al impacto del turismo masivo ya que se produce un daño al patrimonio, por la presencia de millones de visitantes cada año que desgastan los edificios históricos y monumentos, acelerando su deterioro.
Entre los riesgos de Venecia por el excesivo turismo se incluye la amenaza medioambiental del agua, el abandono de la ciudad por sus habitantes, a lo que se agrega paradójicamente que la ciudad se satura poblacionalmente por extranjeros, lo que genera problemas de convivencia entre locales y turistas.
Pérdida de identidad ya que la cultura local se ve amenazada por la comercialización del turismo, y muchos venecianos se ven obligados a abandonar sus hogares mientras que la comercialización de la cultura se ha convertido en un gran escenario para el consumo turístico, donde la autenticidad ha sido sustituida por la mercantilización de tradiciones y costumbres transformando elementos culturales en productos para satisfacer la demanda turística.
El turismo masivo ha llevado a la perdida de la vida cotidiana y los espacios públicos, antes lugares de encuentro y socialización para los venecianos, ahora están abarrotados de turistas, dificultando mantener las relaciones vecinales y las tradiciones locales.
La llegada masiva de turistas ha provocado un aumento en el costo de vida, obligando a muchos venecianos a abandonar sus hogares y generando una transformación del tejido social y a una pérdida de la identidad local.
Todo este impulso por adaptarse a las demandas turísticas ha conlleva una homogeneización de la oferta cultural, donde las propuestas más auténticas y originales se ven desplazadas por productos más genéricos y estandarizados.
Venezuela aunque está muy lejos de alcanzar el nivel de visitas turísticas que presenta Venecia, dado el interés lógico del gobierno y la población por activar la economía ha dado un impulso y una promoción al turismo, por lo que debemos desde el arranque visualizar las situaciones de otros países para conocerlos y tomar medidas preventivas para que no se genere entre nosotros situaciones no beneficiosas como las que vive Venecia.