A fin de cuentas, nos venimos a enterar que un gran sector de la oposición, más ruda y radical, ya no tienen ningún interés en ir a unas elecciones. Prefieren vivir como paladines de la democracia recorriendo el mundo, haciéndose las víctimas de una atroz "dictadura" o "tiranía", recolectando para sus bolsillos mucho financiamiento en millones de dólares, premios y reconocimientos al por mayor entregados por los gringos y la Unión Europea.

Ya no quieren elecciones el Julio Borges ni el Leopoldo López, tampoco Antonio Ledezma ni el mismo Guaidó. Se sienten desplazados del grueso de la oposición. Capriles y María Corina, con Ecarri, Guanipa, Henry Falcón, la Solorzano, Pérez Vivas…, forman a lo interior una olla de recado que tiene el caldo bien morado. A última hora se espera una decisión del Departamento de Estado para ponerle orden a la pea, que podría ser la escogencia de un OUTSIDER. Un OUTSIDER que acabe siendo respetado por todos los demás grupúsculos. En ese sentido, por ejemplo, Hiram Gaviria deshoja la margarita, esperando ansiosamente que de pronto lo llamen y lo eleven a los cielos.

Volvamos a nuestro punto clave: ¿En qué país demócrata, de esos estandarizados por la herencia de la cultura greco-romana, se permite ir a una contienda electoral bajo horribles presiones de super poderes extraterritoriales? En la Segunda Guerra Mundial, hasta Inglaterra dejó de hacer elecciones, por las grandes presiones que sobre el Reino Unido venían de la invasión alemana. Bueno nosotros también desde hace diez años vivimos en una guerra impuesta por los gringos y los imperios europeos.

Con motivo de la rueda de prensa del presidente Maduro ayer, los poderosos medios internacionales se han llevado las manos a la cabeza: ¿Cómo es posible que el régimen de Maduro pretenda poner condiciones para hacer unas elecciones "libres" diciendo que con sanciones no habrá elecciones? Y uno retruca: ¿En qué sistema verdaderamente democrático se podrían realizar unas elecciones justas, equilibradas, con el ventajismo de un bando criminal de grupos opositores apoyados mediante acciones terroristas, bloqueos y tremendas sanciones que les dan potencias occidentales?

Las Putas de los medios de occidente han pegado, digo, el grito en el cielo: "Maduro condiciona la celebración de elecciones libres en 2024 al levantamiento de sanciones internacionales". Ha dicho: "Si quieren elecciones libres, queremos elecciones libres de sanciones. Ahí está el dilema, que las quiten todas para ir a unas elecciones libres, frescas, en el tiempo que se determine el Consejo Nacional Electoral y la Constitución". ¿Y qué pretenden, que sigamos soportando las monstruosas sanciones que nos quieren quitar hasta el aire que respiramos, y a la vez decir que vayamos a votar sin presiones de ninguna naturaleza? La verdadera dictadura contra nosotros está allá afuera.

La poderosa prensa internacional dice que el presidente Maduro obligó a los periodistas ir al Palacio de Miraflores para hablar sobre el regreso a la mesa de diálogo. "El Gobierno regresó a esa negociación, suspendida hace un año, después de que se acordara descongelar las cuentas estatales en el extranjero, donde hay unos 3.000 millones de dólares estancados".

Dicen los bellacos de la prensa franquista española de "El País: "Maduro defendió en la charla que el origen de la crisis venezolana de estos años son las sanciones, EVADIENDO LA RESPONSABILIDAD de su Gobierno. Esa es la principal tesis que defiende el chavismo para justificar su permanencia en el poder. Se mostró muy contento de que se liberen fondos congelados del Estado en la banca internacional para atender la crisis humanitaria que ha llevado a varios millones de venezolanos a migrar". Las potencias gringas y europeas quieren que vayamos a unas elecciones tuteladas por sus sanciones. ¡Váyanse al CARAJO, gringos de MIERDA!