No se preocupen: Nos espera un hermoso porvenir

No soy experto en geopolítica ni analista internacional, pero si algo salta a la vista hoy en el escenario llamado global es la guerra de Estados Unidos- versus Rusia, usando las fuerzas militares de la OTAN desde el territorio de Ucrania, la cual ya ha llegado a su punto culminante, cada día alimentada por la voluntad bélica de Estados Unidos, Francia, Alemania, Inglaterra Israel, que por cierto están llevando a sus países a la bancarrota.  ¿Con qué fin? ¿Con que objeto ir cada día más allá en una escalada indetenible, hacia una confrontación mundial donde casi toda Europa aparece como aliada de Estados Unidos, adalid de libertad y progreso? ¿Por qué EEUU estaría interesada como nación civilizada, en una guerra interminable? ¿Por qué azuzar a importantes naciones europeas contra Rusia, también europea, sólo para demostrar más poderío militar y económico?

La única respuesta posible podría hacerse en forma de fábula: poniéndolos en guerra a ambos, EEUU destruiría primero a Europa; luego, Rusia quedaría debilitada y Estados Unidos entraría a minarla poco a poco, cosa que parece improbable. Todo eso tiene visos de relato cinematográfico, de producción de ciencia-ficción donde Estados Unidos se apropia del petróleo de Rusia, de Venezuela y México; una vez hecho, se declara primera potencia bélica y económica de la tierra. Solo le quedaría por fuera China, con la cual podría llegar a un acuerdo, para luego entrar en acuerdos con algunas naciones de África, Asia o América para aumentar su poderio. Entonces Estados Unidos cumpliría su sueño de convertirse en un Macro Imperio, logrando coronarse como Entidad Suprema del imperio Anglo sionista.

Sin embargo, para todo ello la nación del norte tendría que sortear algunos problemitas, como completar el desfalco íntegro del petróleo de países como Venezuela o México, reforzar alianzas con Arabia Saudita y trazar un nuevo plan para recuperar todo el poder económico global, intentando también pulverizar a China, lo cual no sería tan fácil; quizá  lo logre con sus buenos amigos  los franceses, alemanes o ingleses pudiera posicionar como presidente a un flamante joven empresario multimillonario, que pueda convertirse en esta ocasión en algo así como el Dueño del Planeta, en el Rey del Universo y, en caso de no conseguir a un Papa que lo corone, lo haría el mismo, tal lo hizo Napoleón Bonaparte, para cuyos efectos contratarían los servicios de un gran director de Hollywood.

¡Y listo! Todos nuestros problemas serán resueltos con la ayuda oportuna de una Inteligencia Artificial, diseminada a lo largo del planeta por un ejército de simpáticos robots sabelotodo. Como vemos, el asunto es sencillo. Los propietarios del "Deep State" estarán muy contentos pues el planeta estaría también en las mejores manos, y ya no habría de qué preocuparse: poco a poco, e implementando nuevas limpiezas étnicas bien programadas (siguiendo el ejemplo del estado de Israel) se destruirán razas inferiores como indios, negros, asiáticos, palestinos, marginales y entonces. concluido el trabajo, la Raza Blanca daría una gran fiesta en la Casa Blanca animada por Blanca Nieves y los Siete Enanitos, quienes recibirán allá a todos los Niños Blancos del mundo, los cuales, al llegar a adultos, optarían por las futuras magistraturas del mundo, y así, hasta la Eternidad. 

Así que no se preocupen. Nos espera un hermoso porvenir.

 


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Gabriel Jiménez Emán

Poeta, novelista, compilador, ensayista, investigador, traductor, antologista

 gjimenezeman@gmail.com

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