A principios de enero de 2007 llegó a Caracas todo un equipo de “alarma informática” al país. Venían a desequilibrar en otro nivel más severo las pobres témporas de los eternamente condicionados loquitos de la oposición. Se reunieron con Fedecámaras, con la Iglesia, con los medios (asistieron a estos encuentros, Marcel, Ravell, Matacuras, Giusti, Miguel Henríque Otero, entre otros). Propusieron entre otras “alarmas”, pagar fuertes sumas de dinero a un gran numero de muchachos de nuestras universidades para que se prepararan a cerrar calles, quemar cauchos, provocar incendios en comercios, quemar busetas y autobuses, lanzar bombas molotovs, montar barricadas, y la consigna debía ser: “¡Este gobierno va acabar con la autonomía universitaria!”
A la par de estas acciones, había que ir alimentando el pánico para que se produjese desabastecimiento, haciendo correr la especie de que se iban a generar grandes saqueos. Lo del desabastecimiento se cocinó junto con la especulación y el acaparamiento de productos básicos de la alimentación diaria. Esta central de “Alarma Mediática” en un todo con CNN, la SIP, la CIDH, AIR, “Periodistas Sin Fronteras” y la red mundial de la derecha apretarían las espuelas en todos los medios poderosos, en Congresos y en eventos internacionales sobre derechos humanos. Incluso expresamente se les pidió la colaboración a todos los mandatarios para que hiciesen una declaración contra el “cierre de RCTV”. La presión llegó a fecal, Felipe Calderón (México), a Alan García, a Torrijos (Panamá), a Bachelet, a Uribe, a Tabaré Vázquez (Uruguay), a Oscar Nicanor Duarte Frutos (Paraguay), a Oscar Arias (Costa Rica), etc.
Quien monitoreaba todas estas acciones era Bowen Rosten, jefe de la CIA para Latinoamérica.
Como en ocasiones pasadas, ya practicadas en los ataques de la CIA en Chile, se pensó que había que poner a mujeres al frente de la “gran tragedia nacional”. Para la CIA las mujeres son siempre mortales en el ataque mediático. Federico Alberto Ravell, Marcel Granier y el Matacuras, estuvieron totalmente de acuerdo en provocar una inmensa llorona nacional sobre el cierre del canal, y que esto sería una fibra muy sensible como ambiente de fondo mientras se desarrollaban acciones realmente macabras y mortales contra el gobierno. Recuérdese siempre que la acción de la CIA siempre trabajaba, primero desprestigiando al enemigo al máximo para luego provocar el tiro en la nunca.
La gran llorona se destapó, chamas frívolas, viejas románticas cincuentonas y sesentonas, todo el farandulerismo más crudo y frenético del país, se destapó en mocos. Mocos al por mayor a toda hora. El himno con mocos, la bandera (invertida) moqueada y Bolívar mismo utilizado por Granielito como estandarte de la suprema moqueadera nacional.
Ahora bien, toda la máquina de resonancia de la gran guarimba se encuentra en las llamadas universidades autónomas. Esto ya es el colmo y hay que decirle a los rectores y a los Consejos Universitarios que si ellos se van a embanderar definitivamente con la oposición, sacando remitidos a favor de Nixon, a favor de RCTV, de manera totalmente golpista, entonces que se les investigue a fondo a cada uno de sus elementos, con la mayor certeza y profundidad. No es posible que se conviertan estos centros en permanentes centros de agitación criminal provocando caos, muerte desolación, violencia e inseguridad.
(Ojo. ¿qué pasa con el diputado Calixto Ortega?; ¿será un infiltrado, que se presta ir a Globovisión para decir que lo de las imágenes sobre el atentado al Papa realmente se tratan de un error? Lo carean con Ravell y sale como un pendejo dejándose llevar por la opinión del malandro supremo.)
¡No creo en Calixto Ortega!
jrodri@ula.ve
