El fariseo pide más sangre

Al volver nuestra atención de las consecuencias sociales a las consecuencias sicológicas políticas de los encuentros violentos de las sociedades contemporáneas, es muy conveniente considerar por separado los efectos respectivos que desempeñan los papeles antitéticos de los “asaltantes” y el “asaltado”. La guerra que hizo estallar el asesino Bush, una guerra injustificable, irreparable, terrible, sanguinaria, con el único motivo de robarle el petróleo a Irak, ha sido despiadada, deshumanizada, donde junto con el complot internacional aplastaron la dignidad y la soberanía de esta nación.

David contra Goliat está de nuevo frente a frente. Goliat acaba pueblos, ciudades, sembradíos, industrias, asesina civiles sin piedad sólo por complacer los delirios, la ambición y el deseo de exterminio de un loco, que como tal Caligula con mezcla de Nerón, en su desesperación busca apoderarse de ese Dios negro que hoy se llama “PETROLEO”. No se puede decir en verdad que se trate de una guerra, esto lo sabe el mundo, es una agresión cobarde, flagrante de Bush y sus compinches que pisoteando y violando los acuerdos de la ONU y el Consejo de Seguridad, se auto condenan colapsados por sus propias barbaridades.

Los países tienen sus propias tradiciones políticas y cada uno tiene su historia, su cultura, su idiosincrasia y su libertad para darse su sistema de vida domestica, la cual los demás están obligados a respetar. De ahí que la situación internacional es opuesta en toda su mayoría a los empeños siniestros del tirano. En Europa, Asia, África, Latinoamérica, las manifestaciones son contra este monstruo que miente cínicamente, jactándose de que solo su intención es la de atacar a la violencia, pero que él mantiene en sus propias entrañas.

Este compasivo, humanitario, libertador, hombre, al igual que su padre, ya se caracteriza históricamente, como un fanático, maniático, destructor y asesino de pueblos. Es así, como ahora ha declarado en Tirana, con una bomba llena de sangre en las manos, lanzándosela a la integridad de Europa, de Rusia y de países satélites de EEUU como Georgia y América Latina para que se separen, pues no olvidemos todos los esfuerzos, tensiones y violencia que ha desatado para rupturar el oriente boliviano y al Estadio Zulia en nuestra patria, ideas que impulsa para atacar nuestros gobiernos unionistas. Es evidente que Bush, reabre con esta una nueva estrategia guerrera, una violencia interna para destrozar continentes, naciones, pues al declarar la independencia de Kosovo, de que se libre de Serbia, está apoyando que el Zulia se libre de Venezuela, los vascos de España, Escocia de Gran Bretaña, Córcega de Francia, en fin reabre la falsedad de los nacionalismos y en verdad que una de los que vamos a ver en llamas va a ser Rusia, quien está dividida en 2l repúblicas y 88 entidades distintas, no todas cohesionadas con la “santa madre Rusia”, pero esta nos ha demostrado, que le guste a quien no le guste, está dispuesta a preservar una unidad territorial del país. Sabemos las intenciones de este asesino, esta independencia no se va a dar sin un derramamiento de sangre, recordemos el modelo Checoeslovaco, además este canalla es un especialista en desatar la desunión de los pueblos para poderlos dominar. De manera abierta malintencionada de los acuerdo de paz suscritos por su mismo país y garantizados por las Naciones Unidas, “El Separatista” Bush recalcó ante el mundo que es favorable no simplemente a una independencia acordada con Serbia, sino también a una independencia unilateral de Kosovo, contra Serbia, desafiando hasta el derecho de veto de Rusia en el Consejo de Seguridad de la ONU.


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Víctor J. Rodríguez Calderón


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