Penélopes cubanas esperan a sus Ulises presos en EE.UU

Esta es una nueva historia homérica, pues cada tiempo histórico tiene sus cantores y su Odisea. Homero inmortalizó la lealtad y paciencia de Penélope durante su espera por Ulises que libraba sus batallas contra seres y monstruos enemigos que, conocidos y desconocidos, se encontraba en tierras lejanas.

La heroicidad de Ulises y su retorno a su medio hogareño, resultaron compensados, debe decirse premiados, por la fidelidad de su esposa Penélope.

Homero supo atrapar el destino honorable de dos seres que, cada cual en su lugar, representan valores eternos para la humanidad. Pero en la historia contada y cantada por Homero, no acabaron las experiencias iguales o parecidas vividas por otros seres a lo largo de la historia de la humanidad. Estas deben haberse repetido más de una vez, aunque no siempre hayan tenido la belleza y esplendor interiores del relato original.

En síntesis, en la Odisea, poema épico griego, Homero narra las aventuras de Odiseo (Ulises en la tradición latina) y el regreso del héroe griego al hogar diez años después de la guerra de Troya. En ese período se enfrentó a diversos peligros, como al cíclope devorador de hombres Polifemo, y a la diosa Calipso, que le prometía la inmortalidad si renunciaba a volver a casa.

Por su parte Penélope, aunque su marido estuvo ausente durante tan largo tiempo a consecuencia de la guerra, nunca dudó que Ulises regresaría y mantuvo su fidelidad.

En la Odisea el mal es derrotado, triunfa la justicia, y la familia, tristemente separada, se reúne de nuevo.

En la historia más reciente de la cual todos somos testigos, una historia semejante e igualmente emocionante ocurre en Cuba y en Estados Unidos. Las Penélopes cubanas de ahora se nombran Olga, Rosa Aurora, Adriana y Elizabeth, y son las esposas de cuatro de los Cinco Héroes cubanos presos injustamente en los Estados Unidos, en cuyo territorio libraban, inermes, una lucha contra el terrorismo. Se enfrentaban allí a nuevos Polifemos pertenecientes a la mafia terrorista de Miami. Allí, una vez apresados, declinaron las propuestas de Calipso, esta vez representada por las autoridades y justicia norteamericanas, dispuesta a concederles el perdón –y vaya a Ud a saber cuantas cosas materiales- a cambio de que accedieran a traicionar sus principios y se declarasen espías de su país.

Al término de casi nueve años de prisión, las esposas, esas Penélopes contemporáneas, permaneces fieles no sólo esperando el regreso de Gerardo, René, Ramón, Fernando, y también de Antonio, esos nuevos Ulises de nuestro tiempo, sino que trabajan y luchan cada día porque se abran las puertas de las cárceles y ellos puedan regresar con la frente levantada, como mismo entraron a la prisión, y con la misma dignidad con la que han cumplido y cumplirán la condena injusta, hasta cuando dure.

Como tiene que cumplirse inexorablemente la fidelidad de los personajes de esta historia reciente de los Cinco Héroes, al igual que en el poema de Homero, es cuestión de esperar, pero luchando en todas partes y por cualquier vía ética, que esta vez también vuelvan los Héroes, como hizo Ulises, y las Penélopes cubanas les reciban con el abrazo de un amor fiel e invencible. Será el momento entonces para festejar el triunfo de la justicia, la dignificación de la familia y la victoria de la solidaridad humana con las causas nobles y sus héroes.

(CUBARTE)


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Wilkie Delgado Correa


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