Envuelto en sus banderas de terrorista, bajo su propio pánico, bajo sus absurdas y deshumanizadas guerras, el fariseo, el asesino, George W. Bush, se cayó de la mula y nadie acude a recogerlo. Los dedos índices que lo señalan y que lo desaprueban son los de su mismo pueblo, ese pueblo que se llama Estados Unidos.
El 61% de los estadounidenses están en completo desacuerdo con su gestión, la cual ha sumido en una profunda crisis económica, social y política a esta nación, lo que produce en estos momentos una reacción opositora contra las locuras de este monstruo.
La cifra definitiva del crecimiento económico durante su primer trimestre de 2007, avaluada inicialmente en un 1,3% anualizado, se redujo de un solo golpe al 0,6%, convirtiéndose en la tasa mas baja en los últimos cuatro años, lo que confirma la tendencia a la desaceleración que se inicio en 2006. La burbuja mágica de la inmobiliaria, pieza eficaz en la estrategia económica Bushsiana junto a la avalancha de sus locuras con los gastos militares de guerra que realizó y las reducciones fiscales, consiguieron sacar a la economía estadounidense del estancamiento inflando un consumo no respaldado por el desarrollo productivo local y sumándole las deudas internas y externas, los créditos fáciles, en especial los destinados a vivienda, crecieron de manera desmesurada, el déficit energético se ha expandido y las deudas con el exterior se han trepado en los 10 billones de dólares.
Por otra parte China tiene “apretada por las bolas” al paranoico del Bush y a su pandilla neoconservadora, pues son considerables las tenencias de dólares estadounidenses y bonos del tesoro en su posesión, que hacen una contribución al mantenimiento de la posición del dólar como moneda de reserva. Es decir, que si China le da la gana de ponerse a vender dólares, esa moneda caería en una depreciación histórica. Aunque China no necesita vender un solo bono, ha dicho que las tasas de interés de EEUU dependen de ellos y no de la reserva federal.
Mientras tanto, el mismo pueblo estadounidense levanta su voz internamente y le reclama al “maniaco” su inmensa despreocupación por la nación. “Este es el primer presidente que no vive sino para la guerra de la conquista y para ver a que nación va asaltar para robarle sus riquezas naturales” respondía Norman Dixon, periodista y escritor norteamericano. Su patria se tambalea en una terrible desgracia. Escuelas, transporte, sistemas de agua, puentes, pobreza y miseria muestran la fragilidad ante el descuido y la falta de inversión, hoy no se mantiene nada de estas cosas vitales y eso indica que la llamada infraestructura pública de EEUU está por los suelos.
La semana pasada quedó paralizado el metro de New York el cual se inundó por efecto de las fuertes lluvias que la azotaron, anteriormente, unos días antes se cayó el puente de Minneapolis matando por lo menos a ocho personas y dejando un saldo de decenas de heridos, aproximadamente hace como un mes estalló un gigantesco ducto subterráneo en pleno centro de Manhattan, de donde salieron heridos unas 40 personas lo que provocó un espantoso pánico al correrse la voz que se trataba de un ataque terrorista de Bin Laden; recordamos que hace dos años la mitad de Nueva Orleáns fue destruida al romperse dos diques que no soportaron la furia de un huracán.
Esto se llama “terrorismo intencional”, porque no existe otra explicación que en el país mas rico del mundo sucedan estas funestas calamidades. La actividad extraordinariamente asombrosa y compleja no le permite al asesino Bush, preocuparse por las pequeñeces internas de su nación, sus acciones no son responsables de las sensaciones de ansiedad de matar a un a su propio pueblo, con tal de lograr sus cometidos paranoicos.
La sociedad Americana de Ingenieros Civiles ha venido alertando al gobierno sobre el estado de condiciones en que se encuentra la mayoría de la infraestructura del país, pero el resultado ha sido el éxodo de ciento de miles; decenas de muertos y desaparecidos; tétricas imágenes de cadáveres flotando en las calles, y gente, en su mayoría pobre, gritando para pedir auxilio desde los techos de sus casas. El 27% de los 590 mil puentes están considerados por estas sociedades de ingenieros como “estructuras deficientes o funcionalmente obsoletos”, carreteras, presas, servicios públicos, están en pésimas condiciones en todo el país, mientras el asesino Bush, malgasta los fondos buscando victimas para la guerra del otro lado del mundo. Estados Unidos se está cayendo, es decir, que el imperio esta ya de medio lado y el fariseo se cayó de la mula.
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