El valiente Aznar con Bush, encendiendo los motores de la guerra contra Irak

Claro, el tipo es bajito, canijo, ladino, prepotente, pero desde carajito le metieron en la cabeza de que era todo un Napoleón. Ya de adolescente, habiendo conocido personalmente a Franco y estrechado su mano: habiéndose leído las jornadas maravillosas de los requetés o falangistas bajo los mandos sublimes de los hijos de María. Ya mocetón, cada mañana se tiraba tres horas de ejercicio: nadaba, escalaba montaña, practicaba judo y dormía en el suelo hasta en los duros inviernos madrileño. Se conocía al dedillo “Los Siete Pilares de la Sbiduría” de Thomas Edgard Lawrence, y juraba que él sería el libertador de los musulmanes (a manos de sus suicidas profetas) en este siglo XXI.

El tío además casi no follaba porque quería ser asceta. No tomaba nada de licor y se acostaba siempre mirando al cielo en esas noches de invierno, digo, esperando una revelación divina, un llamado del Señor, un himno solemne que le diera un vuelco total a su alma, a su corazón.

Definitivamente vivía soñando con enrolarse en una buena guerra, y maldecía la época de serena paz y concordia. Finalmente llegó el día inolvidable. En la Casa Blanca se encontraba un ser con muchos huevos, un militar, un tipo más decidido que Paton, que Joseph McCarthy. Qué feliz se sentía. Y además había en el mundo muchas guerras gloriosas que emprender. Bastaba con poner un dedo en el globo terráqueo. Él estaba dichoso porque los tiempos cambiaban aunque seguía sintiéndose estrecho en esa tierra de ganapanes, de pendejos y enanos españoles. Qué gloriosa era Inglaterra que siempre y cuantas veces había querido se había cagado en España. Qué grande era la noble tierra de Washington en la que cada uno de sus gobernantes podía sacar sus portaaviones y poner a temblar el mundo cuando quisiera. Entonces Aznarito no soñaba en otra cosa sino que Bush le llamara, que Bush le considerara un fiel y decidido aliado. Y Bush le tomó el pulso y de inmediato supo qué tal era el caballerito. Lo midió y lo pesó con vísera, alimaña y todo. No era, claro, como Chirac, era todo un enano, una pequeña y despreciable criatura como cuanto a su parecer es capaz de producir España. Esa España que siempre le había dado asco. Esa España cuya horrible mezcla con indios y negros americanos había producido ese patuque inmoral y bajo que tanto su maestro espiritual Ted Roosevelt despreciaba. Pero bueno, Bush necesitaba alianzas, Bush no tenía tiempo que perder y necesitaba unos pocos votos en la ONU, y unos pocos países europeos que le secundaran en su poderosa cruzada contra Sadam Hussein. Estaba harto de hablar con hombres de calzones meados, con bobalicones presidentes o presidenciables que pareciera que aún no caían en le cuenta de que Estados Unidos es la madre única que le da sentido y sustento a la realidad de este planeta. Faltaban pocos días, pocas horas para encender los motores de la guerra, y con entero fastidio le pido a Condoleezza que se tuvieran una última conferencia con el bobito del Palacio de la Moncloa. “Anda, que sea la última, que esos españolitos de mierda después que se han matado una y mil veces entre sí; que se regodean en sus miserables piojos, en su cultura del fútbol, hediondos siempre a ajo y cebolla; que les encantan vivir encenagados en la sangre de sus propios hermanos ahora andan pensando en memeces de resoluciones compartidas, en paciencia y leyes especiales. Vamos llámale y que sea la última vez.”

El caballerito se puso al teléfono, atribulado y feliz, a punto de un orgasmo cómico y cósmico. Bush se fue a fondo y fastidiado le espetó: “Oye José María –lo dijo en su descuartizado español- bueno, vamos a pensarlo un poco más: estamos a favor de conseguir una segunda resolución en el Consejo de Seguridad y querríamos hacerlo rápidamente, el lunes o el martes, ¿Qué te parece?.

Aznarín. Mejor el martes, después de la reunión del Consejo de Asuntos Generales de la Unión Europea. Es importante mantener el impulso conseguido por la resolución de la cumbre de la Unión Europea. Nosotros preferiríamos esperar hasta el martes.

BUSH: Podría ser el lunes por la tarde, teniendo en cuenta la diferencia horaria. Vemos la resolución redactada de manera que no contenga elementos obligatorios, que no mencione el uso de la fuerza, y que constate que Sadam Hussein ha sido incapaz de cumplir sus obligaciones. Ese tipo de resolución puede ser votada por mucha gente. Sería algo parecida a la que se obtuvo cuando lo de Kosovo.

AZNARÍN: ¿Se presentaría ante el Consejo de Seguridad antes e independientemente de una declaración paralela?

Condoleezza Rice. En realidad no habría declaración paralela. Estamos pensando en una resolución tan simple como sea posible sin muchos detalles de cumplimiento que pudieran servir para que Sadam Hussein los utilizara como etapas y consiguientemente incumplirlas. Estamos hablando con Blix [jefe de los inspectores de la ONU] y otros de su equipo para obtener ideas que pueden servir para introducir la resolución.

BUSH: Vamos, José María, no es para tanto, Sadam Husein no cambiará y seguirá jugando. Ha llegado el momento de deshacerse de él. Es así. Yo, por mi parte, procuraré a partir de ahora utilizar una retórica lo más sutil posible, mientras buscamos la aprobación de la resolución. Si alguien veta [Rusia, China y Francia poseen junto a EE UU y Reino Unido derecho a veto en el Consejo de Seguridad en su calidad de miembros permanentes], nosotros iremos. Sadam Hussein no se está desarmando. Le tenemos que coger ahora mismo. Hemos mostrado un grado increíble de paciencia hasta ahora. Quedan dos semanas. En dos semanas estaremos militarmente listos. Creo que conseguiremos la segunda resolución. En el Consejo de Seguridad tenemos a los tres africanos [Camerún, Angola y Guinea], a los chilenos, a los mexicanos. Hablaré con todos ellos, también con Putin, naturalmente. Estaremos en Bagdad a finales de marzo. Existe un 15% de posibilidades de que en ese momento Sadam Hussein esté muerto o se haya ido. Pero esas posibilidades no existen antes de que hayamos mostrado nuestra resolución. Los egipcios están hablando con Sadam Hussein. Parece que ha indicado que estaría dispuesto a exiliarse si le dejaran llevarse 1.000 millones de dólares y toda la información que quisiera sobre armas de destrucción masiva. [Muammar El] Gaddafi le ha dicho a Berlusconi que Sadam Hussein quiere irse. Mubarak nos dice que en esas circunstancias existen muchas posibilidades de que sea asesinado. Nos gustaría actuar con el mandato de las Naciones Unidas. Si actuamos militarmente lo haremos con una gran precisión y focalizando mucho nuestros objetivos. Diezmaremos a las tropas leales y el ejército regular rápidamente sabrá de lo que se trata. Hemos hecho llegar un mensaje muy claro a los generales de Sadam Hussein: los trataremos como criminales de guerra. Sabemos que han acumulado una enorme cantidad de dinamita para hacer volar los puentes y otras infraestructuras y hacer saltar por los aires los pozos petrolíferos. Tenemos previsto ocupar esos pozos muy pronto. También los saudíes nos ayudarían a poner en el mercado el petróleo que fuese necesario. Estamos desarrollando un paquete de ayuda humanitaria muy fuerte. Podemos ganar sin destrucción. Estamos planteando ya el Irak post Sadam, y creo que hay buenas bases para un futuro mejor. Irak tiene una buena burocracia y una sociedad civil relativamente fuerte. Se podría organizar en una federación. Mientras tanto estamos haciendo todo lo posible para atender las necesidades políticas de nuestros amigos y aliados.

AZNAR BASTANTE EMOCIONADO (ENTIÉNDASE CAGADO), EN LA CÚSPIDE DE LA SUPREMA FELICIDAD: Es muy importante contar con una resolución. No es lo mismo actuar con ella que sin ella. Sería muy conveniente contar en el Consejo de Seguridad con una mayoría que apoyara esa resolución. De hecho, es más importante contar con mayoría que alguien emita un veto. Creemos que el contenido de la resolución debería entre otras cosas constatar que Sadam Hussein ha perdido su oportunidad.

BUSH: No divaguemos tanto José María.

AZNARÍN: No chico, pero si estoy totalmente de acuerdo contigo. Realmente Sadam Husein no ha cooperado, no se ha desarmado, deberíamos hacer un resumen de sus incumplimientos y lanzar un mensaje más elaborado. Eso permitiría por ejemplo que México se moviera. Tú, George, no sabes cuánto me encantaría que el presidente Vicente Fox nos acompañaría en esto. Él está ardientemente unido a nuestra causa, sólo que Chávez está esperando que se pronuncie para atacarle. Por cierto, ¿no te parece que debemos matar dos pájaros a la vez?

BUSH: La resolución estará hecha a la medida de lo que pueda ayudarte. Me da un poco lo mismo el contenido. A veces no te entiendo, y tú sabes que estas cosas no permiten pensárselas demasiado. En cuanto a lo de Chávez, ese tío no pasa de diciembre.

AZNARÍN: Te haremos llegar unos textos.

BUSH: Ay, estos españoles todos se creen Cervantes, textos, textos. Nosotros no tenemos ningún texto. Solamente un criterio: que Sadam Hussein se desarme. No podemos permitir que Sadam Hussein alargue el tiempo hasta el verano. Al fin y al cabo ya ha tenido cuatro meses en esta última etapa y eso es tiempo más que suficiente para desarmarse. ¿Entiendes, José María?

AZNARÍN: Nos ayudaría ese texto para ser capaces de patrocinarlo y ser sus coautores y conseguir que mucha gente lo patrocine.

BUSH: ¿Les tienes medio a los medios? ¿Acaso no sabes que los medios somos nosotros? ¡Ah, estos españoles!

AZNARÍN: El próximo miércoles [16 de febrero] me veo con Chirac. La resolución ya habrá comenzado a circular.

BUSH: Chirac se cree Mister Ara. Pero bueno, allá tú, José María. Ya yo sé lo que tengo que hacer.

AZNARÍN: ¿Cómo se combina la resolución y el informe de los inspectores?

Condoleezza Rice. En realidad no habrá informe el 28 de febrero sino que los inspectores presentarán un informe escrito el 1 de marzo, y su comparecencia ante el Consejo de Seguridad no se producirá hasta el 6 o 7 de marzo de 2003. No esperamos gran cosa de ese informe. Como en los anteriores, pondrán una de cal y otra de arena. Tengo la impresión de que Blix será ahora más negativo que lo que antes fue sobre la voluntad de los iraquíes. Después de la comparecencia de los inspectores en el Consejo debemos prever el voto sobre la resolución una semana después. Los iraquíes, entre tanto, intentarán explicar que van cumpliendo sus obligaciones. Ni es cierto ni será suficiente, aunque anuncien la destrucción de algunos misiles.

BUSH: José María, esto es como la tortura china del agua. Tenemos que poner fin a esto. ¿A qué le podemos temer si contamos con todo? El mundo somos nosotros, tú que eres fuerte, del tamaño de las adversidades que este planeta afronta. Don Quijote, amigo. Don Quijote.

AZNARÍN: Estoy de acuerdo, pero sería bueno contar con el máximo número de gente posible. Ten un poco de paciencia.

BUSH: Mi paciencia está agotada. No pienso ir más allá de la mitad de marzo.

AZNARÍN:No te pido que tengas una paciencia infinita. Simplemente que hagas lo posible para que todo cuadre.

BUSH: Países como México, Chile, Angola y Camerún deben saber que lo que está en juego es la seguridad de los EE UU y actuar con un sentido de amistad hacia nosotros.

[El presidente Ricardo] Lagos debe saber que el Acuerdo de Libre Comercio con Chile está pendiente de confirmación en el Senado y que una actitud negativa en este tema podría poner en peligro esa ratificación. Angola está recibiendo fondos del Millenium Account y también podrían quedar comprometidos si no se muestran positivos. Y Putin debe saber que con su actitud está poniendo en peligro las relaciones de Rusia con los Estados Unidos.

AZNARÍN: Tony querría llegar hasta el 14 de marzo.

BUSH: Yo prefiero el 10. Esto es como el juego de policía malo y policía bueno. YO soy el policía malo.

AZNARÍN: Me encanta. ¿Es cierto que existe alguna posibilidad de que Sadam Hussein se exilie?

BUSH: Como quieras imaginártelo. Sí, existe esa posibilidad. Incluso de que sea asesinado.

AZNARÍN: ¿Exilio con alguna garantía?

BUSH: Entiendes José María. Ninguna garantía. Es un ladrón, un terrorista, un criminal de guerra. Comparado con Sadam, Milosevic sería una Madre Teresa. Cuando entremos vamos a descubrir muchos más crímenes y le llevaremos al Tribunal Internacional de Justicia de La Haya. Sadam Hussein cree que ya se ha escapado. Cree que Francia y Alemania han detenido el proceso de sus responsabilidades. Cree también que las manifestaciones de la semana pasada le protegen. Y cree que yo estoy muy debilitado. Pero la gente de su entorno sabe que las cosas son de otra manera. Saben que su futuro está en el exilio o en un ataúd. Por eso es tan importante mantener la presión sobre él. Gaddafi nos dice indirectamente que eso es lo único que puede acabar con él. La única estrategia de Sadam Hussein es la de retrasar, retrasar y retrasar.

AZNARÍN: En realidad el mayor éxito sería ganar la partida sin disparar un solo tiro y entrando en Bagdad.

BUSH Además, nos ahorraría 50.000 millones de dólares.

AZNARÍN: Bueno, si no hay más nada que discutir, esó sí, necesitamos que nos ayudéis con nuestra opinión pública.

BUSH: Bueno si eso quieres, te recalco que aquí la opinión publica del mundo es lo que pensemos y decidamos nosotros. Por eso no tienes en absoluto de qué preocuparte. El miércoles el mundo se encadenará conmigo. Voy a hablar sobre la situación en el Oriente Medio, proponiendo un nuevo esquema de paz que conoces y sobre las armas de destrucción masiva, de los beneficios de una sociedad libre, y situaré la historia de Irak en un contexto más amplio. Quizá os sirva.

AZNARIN, RESPIRANDO MUY PROFUNDO: Lo que estamos haciendo es un cambio muy profundo para España y para los españoles. Estamos cambiando la política que el país había seguido en los últimos 200 años.

BUSH: A mí me guía un sentido histórico de la responsabilidad igual que a ti. Cuando dentro de unos años la Historia nos juzgue no quiero que la gente se pregunte por qué Bush, o Aznar, o Blair no hicieron frente a sus responsabilidades. Al final, lo que la gente quiere es gozar de libertad. Hace poco, en Rumania me recordaban el ejemplo de Ceausescu: bastó con que una mujer le llamara mentiroso para que todo el edificio represivo se viniera abajo. Es el poder incontenible de la libertad. Estoy convencido de que conseguiré la resolución.

AZNARÍN: Mejor que mejor.

jrodri@ula.ve



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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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