Es negro y desesperanzador el panorama que se avizora en el horizonte financiero de los EEUU, y a pesar de las orcas caudinas que comienzan a hacer su trabajo cual nudo gordiano en las arcas de la FED, el imperio en su obstinada y ciega perversidad, no deja de asignarle más y más recursos a la guerra y a la promoción del terrorismo en el mundo.
En el sentir de sesudos economistas, profesionales, amas de casas y del común de la gente de la calle ven con soterrado pavor los efectos de la crisis, y se atreven a pronosticar ( y con razón) que lo peor de la crisis financiera aún no ha pasado y, que es apenas ahora, cuando comienza a tocar las puertas de los ciudadanos estadounidenses.
A ello se le suma una información ‘poco difundida’ del Comité Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI), en la que se debatió en Washington un informe sobre la gravedad de la situación financiera global llamado "Los riesgos de la crisis". Y en ese tenor, declaró su presidente el señor Rato, que se están tomando medidas para prever un suave aterrizaje de la crisis. Pero también puntualizó, que la falta de crédito público en Estados Unidos y la crisis de las hipotecas están llevando a la nación por el camino negativo de la economía (…)
Para los analistas, lo más grave de la intervención de Rato fue cuando dijo que los efectos más grandes de la crisis se presentarán a principios del próximo año en toda la nación, y aunque se recuperen los mercados de crédito, la turbulencia puede tener consecuencias "significativas y de largo alcance más allá de sus fronteras".
Y para más ñapa se le enreda el volador a la FED con sus bóvedas ilíquidas y cada vez más secas, y con el precio del “oro negro” a punto de alcanzar la barrera de los 90 dólares… Sobre el particular –como para echarle más leña al fuego— dice Greespan el “supergurú” de la finanzas y ex presidente del FED, que la inflación será cada vez más difícil de contener y el precio del petróleo pudiera llegar a los 100 dólares antes de que concluya este año.
No hay que olvidar que fue Greespan con sus brillantes políticas neoliberales de desregularización, privatización, libre mercado y terapia de choque económico, entre otros, quien contribuyó enormemente a una profunda desigualdad en el reparto de la riqueza, propiciando con ello el auténtico combustible del populismo económico. ¿No es este ‘gran gurú’, pues, quién ha convalidado y causado esta crisis de la fe en el capitalismo?"
Venezuela e Irán dentro del escenario de crisis global por el que atraviesan los mercados financieros capitalistas, juegan un papel muy importante en el ajedrez geopolítico de la energía, marcados por dos patrones centrales: Petróleo y guerra en Medio Oriente.
Petróleo es guerra, y guerra es petróleo, y si hay guerra va escasear y subir el petróleo, y si sube el petróleo (si traspone la barrera de los US$100) se agigantan las probabilidades de que estalle una recesión mundial generalizada, y de que el fin de la "burbuja especulativa" en las bolsas (posibilitada por el eje "industrialista" asiático y el eje "agro-minero-exportador" de América Latina y mercados emergentes) termine con el desorbitado inflamiento de las "economías en crecimiento", y explote como una bomba nuclear sobre el sistema capitalista sionista, paralizando su maquinaria de especulación financiera a escala planetaria.
