La posición asumida por el gobierno Colombiano, "dirigido" por el Sr Uribe, se está convirtiendo en un verdadero "Caballo de Troya" a favor del imperialismo norteamericano. El tema del acuerdo humanitario solo fue una muestra de ese estilo "cantinflérico", con todo el respeto que se merece Mario Moreno, que caracteriza al gobierno del señor Uribe; quedó al desnudo la intención de Uribe de "dejar mal parado" al presidente Chávez, no lo logró, "le salió el tiro por la culata"; el presidente Chávez quedó ante el mundo como un líder serio, responsable, coherente y sobre todo con un gran sentido de la responsabilidad, alta sensibilidad y sentido audáz para abordar temas que requieren de "romper el molde" como es el caso del acuerdo humanitario. Conclusión, Uribe sale con las tablas en la cabeza, lanza por un despeñadero a su país con respecto al acontecimiento económico más trascendental de los últimos tiempos como lo es la conformación del Banco del Sur, verdadera alternativa revolucionaria y latinoamericanista, se delata ante el mundo que solo es un "títere del imperio y la parapolítica colombiana", admite que al gobierno de Colombia le sabe a mie... la vida de los 45 secuestrados que posee la FARC, aún tratándose de su propia gente, integrantes, buena parte de ellos, de la alta burguesía colombiana, sin embargo, la actitud neófita del gobierno colombiano los condena, a los secuestrados, a un futuro incierto, incluso donde como bien lo señala Daniel Ortega, corren riesgo de perder la vida.
Ahora Uribe recurre nuevamente a "la trampa" de la soberanía por una expresión del presidente de Nicaragua Daniel Ortega. Ya resuelto el tema de la Corte Internacional de la Haya sobre la soberanía de las Islas, una desición que contó con un balance equilibrado, desde la óptica de ambos gobiernos, ahora Uribe y su gobierno arremete contra el gobierno nicaragüense y específicamente por el uso de la palabra "hermano", del presidente Ortega para referirse al Comandante de la FARC Manuel Marulanda Velez, la doble moral capitalista es utilizada por el gobierno de Colombia, habla de narcoterrorismo y no ha habido gobierno con mayores escándalos narcoterroristas que el entorno del gobierno Uribe, el gobierno Colombiano se pasa por el forro los gestos humanitarios a favor de una mujer como Ingrid Betancourt, que según lo observado en las fotos que recorrieron el mundo, nos damos cuenta de su estado precario, eso nada más es capaz de mover a cualquier revolucionario como Daniel Ortega a "suplicar" si es necesario para detener la locura en que se ha convertido el ejercicio político del estado colombiano. ¿Cual es el problema entonces de llamar a Marulanda Hermano?, Hermano de lucha, ¿Quien lo puede negar?, esta es la diferencia entre esa oligarquía santanderiana prepotente y traidora que gobierna a Colombia y los revolucionarios latinoamericanos en donde Daniel Ortega y Manuel Marulanda y todo el que empuñe "un arma", no necesariamente militar, puede ser ideológica, y luche contra el capitalismo salvaje, contra esta clase política oligárquica que actualmente gobierna la hermana república de Colombia, tiene el derecho a ser llamado hermano.
Daniel Ortega, como todo revolucionario, como todo socialista, lo mueve, al igual que Chávez, no el ánimo de figuración, sino la sensibilidad humana que impulsa a un verdadero revolucionario; eso jamás lo entenderá la oligarquía colombiana, cuyo único amor es por defender los intereses del imperio en latinoamerica. Ni siquiera son capaces de hacer un gesto humanitario con una mujer que, pertenece a su clase social, forma parte de su corriente ideológica y es capaz de "unir" a la extrema derecha Europea representada en Zarkosy y a la izquierda emergente que representa Chávez y Daniel, en función del "Acuerdo Humanitario". A Uribe no lo mueve absolutamente nada y cuan servil se convierte en el "Caballo de Troya" del imperialismo en esta parte de Latinoamérica, para agredir a la pequeña Nicaragua, en el fondo hay que ser muy ingenuo para "tragarse" el cuento que el objetivo verdadero es contra Nicaragua, es contra Venezuela, el triste papel de Santander, el papel de traidor. Ese es el papel que la historia le terminará asignando a Uribe y el pueblo de Colombia está llamado ha asumir un rol protagónico para parar esa "locura guerrerista y prepotente" del presidente Uribe.