En estos días, los venezolanos y colombianos, asistimos casi inconscientemente, a un escenario de batalla de guerra asimétrica o de IV Generación.
El Imperialismo Yanqui como única superpotencia esta teniendo problemas graves en nuestro continente que esta empezando a despertar y ha venido madurando sorprendentemente en lo político; ese despertar tiene su origen en los 15 años de locura neoliberal que nos impuso el mal llamado consenso de Washington que empobreció nuestras naciones y desmantelo nuestras industria y nuestra producción criolla, ya no se cala la dictadura imperial y esta empezando a rebelarse, ya no es solo Venezuela, la que primeramente se alzó en esta nueva etapa, es también Bolivia, Nicaragua, Uruguay, Argentina, Brasil, Ecuador; las fuerzas lacayas tuvieron que recurrir al expediente del fraude en México y Perú para que no triunfasen alternativas progresistas, en Costa Rica a pesar de ser un gobierno de derecha títere, en un referéndum popular la aprobación del TLC gano pirricamente (51%-48%), allí las izquierdas jamás llegaron ni al 5%, aparte de Guatemala que es un gobierno de centro-izquierda, amigo de Venezuela, contrario al anterior, próximamente vendrán Paraguay y El Salvador, es decir, el aliado incondicional de Washington en nuestra América que es la Oligarquía Colombiana esta sola y con un prontuario de violación de derechos humanos., asesinatos de periodistas y sindicalistas y terrorismo de estado envidiado por Pinochet y los dictadores Asiáticos y Africanos aupados por Gringos y Británicos.
USA, para conservar su imperio en el patio trasero debe parar esta rebelión temprana en América Latina, pero esta ya se le escapo de las manos, la única forma de hacerlo es repitiendo la experiencia intervencionista fracasada de Irak, pero tiene un problema: NO TIENE CREDIBILIDAD EN EL CONTIENENTE.
Y para ello, solo cuenta con un gobierno aliado, el de la Oligarquía de Bogota, la cual esta empantanada en una guerra interna y para que USA recurra en su auxilio e invada a Venezuela, uno de los abanderados de la rebelión anti-gringa, debe crear las condiciones psicológicas para ello, debe ganarse las almas y los corazones, en primer lugar de Colombia y Venezuela y luego del resto del continente y del mundo, para que no hayan protestas internacionales.
Y las almas y los corazones debe ganárselos en el sentido de vender la idea que la lucha de las FARC no es un producto del sistema de injusticia y asesinatos del poder económico-político colombiano sino que ellos son malucos y terroristas y el estado Neogranadino es un santo niño de Atoche que no aplica tácticas de terrorismo de estado, que no es narcotraficante y no tiene relación con el paramilitarismo; y que el gobierno venezolano, encabezado por Hugo Chávez, es una amenaza para los pueblos de América; tarea difícil y casi titánica, pero Goebbels, el genio de la propaganda NAZI, mejorado y superado por los Gringos, les da la receta, UNA MENTIRA DICHA MIL VECES SE TRANSFORMA EN UNA VERDAD.
El único factor de guerra mundial existente hoy en día es el Imperialismo tanto Yanqui y sus secuaces Europeos; Iraq, Afganistán y las guerras tribales del África lo demuestran, y estas son guerras asimétricas o de IV generación; y para implantarla se requiere previamente el acondicionamiento psicológico (Que es fundamentalmente mediático), después viene la intervención militar propiamente.
Por eso lo que vivimos, en Colombia y Venezuela desde principio de enero hasta el 4 de febrero, fue toda una mega operación de guerra psicológica de acondicionamiento y preparación, de carácter internacional (Es lo novedoso), previa a una intervención armada; esa mega-operación consistió en atacar, desprestigiar, satanizar a un solo factor de la violencia Colombiana, las FARC, culpándolo de todo, obviando y ocultando a los otros factores (Narcoparimilitarismo, terrorismo de estado Uribista) y se involucra maniobreramente y mete en un mismo saco a un gobierno, a un país y sobretodo a una persona, al Presidente Hugo Chávez.
Si vemos los resultados de las marchas, estas en si fueron un rotundo fracaso, en lo que a poder de convocatoria se refiere, la concentración en la Plaza de Bolívar de Bogota, que por cierto jamás la enfocaron directamente sino lejanamente desde el aire, allí no habían mas de 100.000 personas, no obstante los reporteros-propagandistas nos repetían hasta el cansancio que eran mas de 1.000.000. Un rotundo fracaso si tomamos en cuenta que Colombia tiene 43 millones de habitantes y la sola capital más de 7 millones; y el Presidente Uribe saco en las últimas elecciones precisamente 7 millones de votos. Un fracaso si tomamos en cuenta la inversión y el tiempo invertido, minutos por las televisoras CARACOL y la RCN, cuestan millones de Dollares y estas prácticamente suprimieron su programación habitual para propagandear la susodicha marcha.
Pero en este caso de la fracasada marcha del 4 de febrero, no importaba la convocatoria (Que es importante), sino la inscripción de esta acción dentro de una estrategia de guerra de IV generación como punto previo, para justificar una invasión armada de Washington para sembrar a la Colombia bolivariana de muerte y sangre, imponer a un vendepatria en Caracas para así robarnos todo nuestro petróleo y exterminar lo que queda de disidencia en Granada.
franciscosierracorrales@yahoo.com.ar