Como se puede apreciar en los últimos días, los medios de comunicación han insistido en magnificar el paso que desde tribunales internacionales diera la poderosa Exxon. Es un golpe publicitario la demanda de la Exxon Mobil contra La República Bolivariana De Venezuela que supuestamente congela los activos de la empresa venezolana de petróleo. Pero ya han sido aclarados en la Asamblea Nacional por el Ministro Ramírez los términos en que se desarrolla este problema que ha sido exacerbado por los canales privados comprometidos con los objetivos opositores de tumbar a Chávez. Indiscutiblemente, se quiere estrangular la economía del país, es en esencia una guerra económica que apoya abiertamente el departamento de estado que comenzó con la desaparición de los alimentos básicos. La gigantesca empresa petrolera utiliza todo su poder para retomar el petróleo venezolano y controlar sus precios, debido a que el gobierno bolivariano realiza una nacionalización verdadera, eliminando la apertura petrolera y ejerciendo la política de comercialización de nuestros hidrocarburos. Con el decreto de nacionalización de la Faja Petrolífera del Orinoco, La Exxon mobil, realiza la acción legal contra Venezuela en el año 2007, pero hoy, esto tiene un compromiso con el gobierno estadounidense representado por George Bush.
Luego de perder ¿la regalía? del 1% cuando en el mundo no ha bajado del 30%, la Exxon, se lanza a dar sus arremetidas de bestia herida y comienza a atacar furiosamente, tratando de dañar a la empresa que produce la mayor entrada financiera en el país y la mitad del producto interno bruto(PIB). Lo que se convierte en un arma política del imperialismo norteamericano para fortalecer con mentiras todo el sabotaje a la revolución. No puede ser de otra manera, es que no han podido con Chávez ni aceptaron que en este país luego de dos meses de parálisis económica en el 2002-2003, se continuara la marcha productiva, se recuperaran las instalaciones de PDVSA y Chávez continuara en la presidencia. Sumándole a esto que se venía de un golpe de estado que no duró dos días. Por las características de la nueva estrategia desestabilizadora, se procura trabajar con un formato más ideológico, que proyecte a la oposición golpista como pacíficos demócratas sometidos a la persecución y a nivel internacional nuestro comandante, aparece como el tirano. Este aspecto aunque no es novedoso puede justificar una arremetida militar contra Venezuela, con los denunciados paramilitares desde Colombia sin que directamente actúen los marines estadounidenses. Bush y la oposición apatrida, han venido logrando profundizar las diferencias entre los gobiernos de Colombia y Venezuela pero el pueblo colombiano en su mayoría ha expresado su descontento por la política militarista del presidente Uribe para dilucidar la problemática de la guerrilla FARC, no reconociéndola como beligerante.
Durante el programa de ALÓ PRESIDENTE, Chávez afirma de manera categórica que de continuar la amenaza contra nuestra nación venezolana, se debe suspender el suministro petrolero (que es más de un millón de barriles) a los Estados Unidos. No dejemos pasar por alto que ya comenzó una especie de bloqueo económico a Venezuela, se arreciará este procedimiento, puede llegar a términos muy graves, por la situación productiva que heredamos en este territorio, el objetivo o fin es presionar para que nuestro presidente negocie con las petroleras y les proporcione los privilegios que tenían en la cuarta república. Es imposible, no hay marcha atrás, la disposición del presidente Chávez y una mayoría de venezolanos es hacer patria soberana y por ello libres de decidir nuestro destino. La consigna es Patria o Muerte, Venceremos.
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