Los panfletos del mundo justifican la espantosa masacre ejecutada por órdenes del “amigo del alma”, el Presidente Colombiano Álvaro Uribe Vélez. Este obstinado hombre tiene dentro del alma, dentro de su corazón, metido de lleno al imperio norteamericano y de ahí que su intención para buscar la paz, no es otro camino sino el militarismo, el terrorismo de estado, el derramamiento de sangre, para inundar a Colombia y a sus vecinos en profundos charcos de sangre.

Es agria su venganza, es inmenso su odio, es el típico trago amargo para su Colombia a la cual despedaza con su enajenada intención de derrotar al Ejercito de las Fuerzas Armadas de Colombia, Ejercito Popular. La masacre perpetrada el sábado pasada por sus fuerzas aéreas en tierras ecuatorianas en la localidad de Santa Rosa, donde asesinó a varios dirigentes de esa organización, entre ellos al Comandante Raúl Reyes, y a otros 18 efectivos, combatientes revolucionarios, tienen el signo abominable del nuevo conquistador que se toma el derecho a llevar más allá de sus fronteras su conflicto interno, el que libra desesperadamente contra una enorme cantidad de colombianos conscientes de que esa sociedad se encuentra totalmente deformada por la injusticia, por la falta de valores, de oportunidades, y por que ahora su amo le ha ordenado convertir su confrontación interna, en un conflicto con sus vecinos.

Las investigaciones llevadas a cabo hasta estos momentos, arrojan resultados realmente alarmantes, los escenarios encontrados y los testimonios de los habitantes de la zona, conjuntamente con las declaraciones de las tres combatientes que por casualidad quedaron con vida, los informes militares y de inteligencia ecuatoriana, señalan el montón de engaños que ha declarado el “paisa Uribe” y sus “secuaces”, al Presidente del Ecuador Rafael Correa, a la Comunidad Internacional y a los medios de comunicación.

El mini Führer, “Alvarito”, se ha propuesto en aplicar su propia táctica, en lo que él define como “terrorismo”, copiando la estrategia que utiliza Israel en su emponzoñado combate contra el mundo árabe, pues de esta forma está delineando la acción agresiva para que surjan las repercusiones impredecibles en el continente Latinoamericano y el Caribe.

A pesar de que ya los rebeldes de la FARC se han manifestado en un comunicado público que el asesinato de Raúl Reyes no afectará las negociaciones para el intercambio humanitario, el objetivo persistente de “Alvarito” son claros y concisos: BLOQUEAR a consta de todo y a cualquier precio la entrega de rehenes de tal manera que quede imposibilitada la posibilidad del regreso de Ingrid Betancourt.

La voluntad del mini führer y de su gobierno de que Ingrid no regrese viva, no es una suposición, es toda una realidad, recordemos las declaraciones que emitieron aquí en Caracas los cuatro-congresistas liberados el pasado 27 de Febrero, donde explicaron que la voluntad de la secuestrada políticamente estaba activa y que su intención de presentarse a las elecciones presidenciales de Colombia era un hecho y que además tenia un programa de paz para su nación, esto por supuesto, puso en posición de ataque al furioso mini führer.

Además, paralelamente a esto, la acción militar colombiana en el Ecuador, señala claramente la intención de convertir al país vecino en uno de sus primeros contendores. Por supuesto que toda esta maniobra esta dirigida y mantenida por el gobierno de Bush, la finalización del acuerdo suscrito por 10 años entre los gobiernos de Estados Unidos y Ecuador, para la utilización por parte de las fuerzas armadas norteamericanas en la base de Manta, expirará a finales de este año, y sobre el cual, el presidente Correa, ha decidido con voluntad férrea no renovarlo.

Como todos sabemos la base de Manta es una herramienta fundamental que estructuralmente es estratégica dentro del Plan Colombia, y no tenemos la menor duda de que el imperio lo mantiene altamente dentro de su apretada agenda de preocupaciones, pues el gobierno de la hermana Republica del Ecuador camina dentro de la nueva política llamada “Revolución Ciudadana”.

De ahí, que dudemos que el gobierno colombiano haya actuado con plena independencia al ordenar esa terrible masacre en territorio ecuatoriano. Uribe conoce perfectamente las reglas a que tiene que someterse, porque el es un peón al servicio del imperio y resulta comprensible sus rodillas en tierra, pero una cosa si es cierta, Colombia sufre un derrame fatal, las fuerzas actuantes hablan de razones y operan respondiendo a la desecación de su propia civilización, se hablan de paz para ver quien cae en un efecto de extinción.

Ahora bien, en Colombia se vive bajo la fuerza del terrorismo y por eso nadie se atreve a decir nada, todos tienen el temor de comprometerse con la paz. NADIE LA QUIERE, ahora de una nación a otra se agrava la distancia, porque la paz, según quiere el imperio, es que nos partamos en pedacitos, donde hablemos solo el idioma que ellos quieren: La Guerra.


ODA A LA VIDA

Hombres que la noche entera con un hacha se golpearon su dolor.

Fue un sueño sin despertar. Vino un agua sucia, oscura, que pasó lavando las piedras ensangrentadas.

Hoy de nuevo están vivos. De nuevo se levantan, vida sobre sus hombros y nacieron de nuevo de un solo golpe, porque murieron por la vida.

A los combatientes caídos en Santa Rosa. Ecuador.

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