Con la reciente visita del presidente Hugo Chávez a Eurasia, donde pudo intercambiar ideas y firmar acuerdos energéticos, tecnológicos y de otras áreas, se rompe el modelo mecanicista de mirar hacia un solo país para ejercer la política internacional. La hegemonía mundial de los Estados Unidos, convirtió el mundo en unipolar y esta razón desequilibró la correlación de fuerzas entre las potencias y pueblos. Por esa razón, las iniciativas de invasión militar y el derrocamiento de gobiernos se hicieron sin ningún temor a respuestas de solidaridad y condena, todo el escenario mundial correspondía a los requerimientos de amenazas, amedrentamiento e imposiciones de una política económica que favoreciera a la gran potencia de los Estados Unidos. Con la caída de la Unión Soviética, el muro de Berlín y las cadenas de medios de comunicación a favor de la cultura occidental pronorteamericana, parecía que no había opción, los gringos se convirtieron en el paradigma de las sociedades.
Pero, si en los años 90, entró en crisis el planteamiento del Socialismo, esa situación fue el mejor ingrediente para las ideas autonomistas y de soberanía plena, surgen los movimientos nacionalistas y en nuestro país se erige como líder el comandante Hugo Chávez que hoy es el presidente de la República Bolivariana de Venezuela y desde allí viene impulsando el desarrollo de una estrategia geopolítica que tiene su principal elemento en las alianzas y acuerdos con los pueblos hermanos de Suramérica y los de otros continentes y potencias mundiales con la finalidad de romper el cerco hegemónico y de dominio del imperialismo para darle paso a la unidad del SUR y la búsqueda del equilibrio mundial.
Los medios de comunicación una vez que Chávez comienza su gira por Rusia, Bielorrusia, Europa, desatan instantáneamente la propaganda negra contra el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, difundiendo la compra de armas en un valor de treinta mil millones de dólares y la instalación de una base militar Rusa en territorio venezolano. No era menos lo que podían, pueden y van a decir, se entiende perfectamente que nuestro presidente protagoniza indudablemente el verdadero movimiento contra la unipolaridad y está logrando echar al suelo todo el muro ideológico y las fuerzas impenetrables que tenía el estado norteamericano alrededor de las naciones explotadas, estranguladas y estancadas en un modelo económico que solo servía a sus intereses. Teniendo a Rusia y China como amigos y aliados internacionales, se crea un nuevo juego de fuerzas, pero uniendo también a Latinoamérica en petrosur, petrocaribe, tele sur, banco del sur y fundamentalmente el ALBA, se comienza a perfilar una realidad nueva en las relaciones de las naciones. La noticia de la instalación de bases militares Rusas en Venezuela, fueron totalmente desmentidas.
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