Solíamos tener a Arturo Uslar Pietri por un gran admirador de Simón Bolívar. En muchos de sus libros y artículos ensalzaba su figura, su genio, su valor,… pero todo esto realmente siempre lo hizo de los dientes para fuera. Uslar Pietri no podía querer ni sentir realmente el genio del Libertador, sencillamente porque era un oligarca de siete suelas. En la época de Betancourt lo mandaron para Washington como gran bolivariano; luego CAP lo hizo embajador en la UNESCO y Lusinchi le organizó un gran homenaje en palacio y el tamaño de la tarjeta de invitación midió 0,25 metros cuadrados. Después de aquel rumboso homenaje, Uslar exclamó: “Jaime Lusinchi es un hombre de abundante corazón”. Seguramente aquel corazón pesaba varias arrobas…
Uno de los crímenes que Uslar cometió contra nuestro Libertador fue permitir la trácala que se armó en la UNESCO para hacer que el Premio Internacional Simón Bolívar (en el año Bicentenario del Nacimiento del Libertador), recayese en la figura del rey Juan Carlos de España y no íntegramente en ese otro Libertador que fue Nelson Mandela. No olvidemos que cuando el rey Juan Carlo vino a Venezuela en 1983, para los actos del Bicentenario, en su discurso se negó que reconocerle el título de Libertador a nuestro máximo héroe y en todo momento sencillamente le llamó “General Bolívar”.
Revisando papeles viejos, me encuentro con un reportaje de Eleazar Díaz Rangel aparecido en la Revista “Élite” del 19 de julio de 1983 y de él tomo algunos datos interesantes.
El 14 de junio de 1983 se reunió en la sede de la UNESCO, en París, el jurado que debía decidir a quién otorgarle Premio internacional Simón Bolívar. Se trataba de la segunda ronda y el jurado lo presidía Arturo Uslar Pietri, y lo conformaban entre otros, Claudie Julien (de Francia), Luis Echeverría (de México) y Henry López (del Congo). Se dieron a conocer las 30 proposiciones provenientes de diversas partes, de gobierno y organizaciones no gubernamentales reconocidas por la UNESCO.
En aquel año, uno de los propuestos, Nelson Mandela, no era todavía para muchos oligarcas el gran hombre que hoy conocemos. Indudablemente que el voto del presidente del jurado, el señor Uslar Pietri fue decisivo al escoger entre un negro preso o a un blanco de alcurnia. Él estaba a favor del rey (resulta insólito que Cuba aparezca finalmente apoyando al rey. Coño, ¡no lo podemos creer!). Casi todos los gobiernos de derecha de esa época en América Latina votaron a favor del rey: Argentina, Chile, Brasil, Panamá, Paraguay, Perú y República Dominicana. Luego este gesto de Uslar le sería reconocido cuando Juan Carlos le entregue el “Príncipe de Asturias” de las Letras en 1990.
De Mandela se conocía poco, que era un abogado que luchaba contra la segregación racial en Suráfrica, y que era miembro del Congreso Nacional Africano y que llevaba 20 años preso, condenado a cadena perpetua. La conclusión fue que el Premio acabó por ser repartido entre Juan Carlos y Mandela simultáneamente. Pero entonces las agencias españolas de noticia, sobre todo la agencia EFE, difundió la nota como si el Premio hubiese recaído en su totalidad en el rey. Al día siguiente el cable informaba: “Madrid, junio 14 (EFE).- El Premio internacional Simón Bolívar”, concedido hoy en esta ciudad por un jurado designado en la UNESCO, recayó sobre el Rey de España, Juan Carlos I, según se pudo saber de fuentes fidedignas en la organización internacional.” Lo insólito fue que la agencia omitió totalmente el nombre de Nelson Mandela.
Recalco: don Arturo siempre fue neoliberal de corazón, y las ideas del Libertador siempre debieron causarle pánico. Él tenía que votar a favor del rey. Él era de la estirpe de los José María Aznar, Mario Vargas Llosa, Vicente Fox, Rafael Toledo, Alan García, Álvaro Uribe. A Uslar le concedieron el Premio Príncipe de Asturias por un favor así como le entregaron el Premio Internacional de Periodismo Rey de España a Patricia Poleo, a Venevisión y a Luis Alfonso Fernández, quienes por sus arteras y macabras manipulaciones mediáticas intentaron derrocar al presidente Chávez. Uslar además, no lo olvidemos tampoco, fue un recio defensor de las compañías petroleras. Fueron éstas quienes le consiguieron una curul para que les defendiera desde el Senado de la República. Justificaba Uslar Pietri lo poco que recibíamos por nuestro petróleo aduciendo que estaba bien y que hasta merecíamos menos, porque las compañías tenían que gastar enormes cantidades de dinero en sus actividades de exploración y refinación; justificaba la apertura petrolera y, por ende, que se les otorgara más concesiones para continuar con esa política de expoliación salvaje de nuestros recursos. De modo que su verdadera tesis en cuanto a hidrocarburos es: «Siembra mucho petróleo y cosecharás bastante incremento de dicha producción, además de excelentes concesiones para la Shell o Standard Oil Company». Así que gente como Guillermo Morón, enemigos a muerte de Bolívar, tenemos y hemos tenido un montón.
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