Esa brutal reacción de la Cancillería colombiana solicitando a la OEA que aborde el proyecto expansionista del presidente Hugo Chávez, evidencia en sumo grado la política de injerencista de Washington a través su peón mayor, el enano Uribe. Se percibe claramente que la estrategia es adoptar el papel de víctima, de ser los agredidos por sus vecinos, tal cual lo hicieron poco después de la invasión a Ecuador. Siempre atacar, atacar y atacar con saña, como el pitbull de América Latina, la táctica. En Colombia tienen a Pedro Carmona Estanga, nos mandan paramilitares, financian a los gobernadores de la derecha de nuestro país, irrespetan todos los días a nuestro presidente, y porque apenas nuestro Comandante advierte que no se quedará callado ante la avanzada sobre nuestra patria, ellos pegan el grito en el cielo y exclaman que Chávez expande su proyecto sobre Colombia. Hay que tener en cuenta que Venezuela está cundida de miles de caballos de Troya plagados de uribistas, empezando por todos los medios de comunicación. Hoy en “El Nacional”, Bobolongo coloca en su mancheta: “Simón Bolívar jamás insultó a los colombianos”. No se trata de una simple brutalidad de Bobolongo, si recordamos que en el “Diario de Bucaramanga” Bolívar manda a los granadinos para el carajo porque realmente nada hicieron por la independencia de su país. Yo esto lo explicaré con detalles, el miércoles por la tarde en el auditorio de la CANTV, Caracas. Lo de Bobolongo va dirigido a los millones de colombianos que se encuentran en nuestro país.
El mensaje de la Cancillería de Colombia dice: "El Gobierno repelerá todas las acciones del proyecto expansionista ratificado por Chávez. De ninguna manera se puede tolerar que se insulte a los colombianos de bien", va aparejado con el editorial de “Washington Post” en el que se solicita que EE UU intervenga de una buena vez en Venezuela. Es decir, que se va cerrando la tenaza.
Uribe, desde un principio, fue puesto allí por los gringos para desplegar un trabajo, acucioso, minucioso, de filigrana contra nuestro Presidente Hugo Chávez. Uribe tuvo un papel fundamental en el golpe del 11-A, en el financiamiento de la oposición contra Chávez, y en cada una de las acciones para tratar de derrocar a nuestro gobierno. Él cuenta con todo un equipo de trabajo íntimamente conectado con el Departamento de Estado para intentar destruir la ALBA. El plan humanitario para liberar los retenidos por las FARC abortado en el último momento, e incluso muchas de las gestiones que actualmente se desarrollan con algunos colombianos desde el propio Miraflores están plagados de elementos controlados por la CIA. Cada movimiento que se da con el propósito de minar y hacer estallar en mil pedazos a la revolución bolivariana. Cuando perdimos el referendo por la Reforma, producto de esa espantosa trampa que le tendieron a nuestro presidente poco ante de las elecciones con el asunto de las FARC, hubo un gran canto de victoria en Washington y Bogotá. Nos habían jodido horriblemente, e incluso todavía habría que investigar qué papel jugó las FARC en esta trama. Yo estoy seguro que el Comandante tiene mucha información al respecto y por ello se deslindó de ese grupo armado. Es inconcebible e inexplicable la liberación por parte de las FARC, por ejemplo, de los cuatro agentes de la CIA que tenían retenidos.
Cautela, mucha cautela se requiere para trabajar con los colombianos en este momento. Porque el Plan Tenaza implica además el meternos a miles de paramilitares, crear una matriz de opinión dentro de los colombianos de que Chávez trata de “apoderarse” de la Nueva Granada políticamente para luego manejarla a su antojo y hacerla comunista, claro.
The Washington Post en su editorial exige que la cumbre de UNASUR se centre en las tendencias autoritarias de Chávez y el peligro que representan para la región, que en absoluto se debe para hablar sobre el acuerdo que permitirá a soldados estadounidenses usar bases colombianas. Estoy casi seguro que los EE UU si fueran a esa reunión, al ver a Chávez y sin que éste haya dicho una palabra, le gritarían: “Por qué no te callas”. Añade The Washington Post por todo el cañón: “Chávez ha sido desenmascarado como un surtidor de armas a un grupo terrorista. En su país, ordenó el cierre de 34 radioemisoras independientes, su Parlamento títere ha aprobado leyes para obtener ventajas en las elecciones legislativas de 2010 y para derogar la autonomía universitaria. Anunció compras de tanques de Rusia, y piensa viajar a Teherán para apoyar al cuestionado presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad". Todo este material para brutos, ignorantes y pendejos. Pero cala. Ya se sabe que las noticias no se hacen para seres pensantes, sino para incautos e idiotas. Calan, digo.
Como si se tratara de otro editorial del The Washington Post, el de “El Nacional” apunta a lo mismo, a defender con sevicia y locura a Uribe: “Como era de esperarse, ante los gritos y desplantes del presidente Chávez contra Colombia, el gobierno de ese país ha comenzado una estrategia de largo alcance para defenderse de estos alocados ataques chavistas que jamás han debido ir más allá de la estricta esfera diplomática. Pero en su desquiciamiento, el mandatario venezolano no entiende, por nada del mundo, que no puede alborotar los aires de la guerra contra una república con la cual compartimos no sólo profundos lazos históricos, culturales, políticos y comerciales, sino una larga frontera, donde la vida en común es parte de la rutina diaria. Añade el editorial que todo eso culpa de seniles delirios de Fidel Castro. Verga, tenían que meterlo para luego decir que el problema es por la expansión comunista que se cierne sobre el continente americano. Yo creo que debemos estar preparados para un inevitable enfrentamiento. Los gringos, como dice el propio Fidel, nunca han creído en pactos, acuerdos o capitulaciones, lo de ellos es la rendición incondicional de sus enemigos.
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