Gringo viejo “hacer bien su trabajo”. Gringo viejo va a Palestina y llora, suelta gruesas lágrimas de cocodrilo orillero, y critica a los invasores israelitas, pero los israelitas, igual, saben que gringo viejo “hacer excelente” teatro. Gringo viejo “ya no tener” sino lágrimas artificiales. Porque gringo viejo “saber que él tiene” que hacer duro trabajo para la CIA. Gringo viejo viaja más que Juan Pablo II. “Ser él” otro papa del capitalismo. Gringo viejo “pertenecer a un sistema” y “no poder salirse de él”. El periodista colombiano Ricardo Ávila del diario El Tiempo entrevista a gringo viejo y no encuentra echado. A Ávila le dice: "Preocupa la inclinación de Hugo Chávez de consolidar todo el poder en su oficina". Cuando gringo viejo venía a Venezuela durante el primer mandato de Carlos Andrés Pérez, gringo viejo decía que nosotros teníamos al más importante presidente de América Latina. Consideraba a CAP el mayor estadista de aquella época.
Gringo viejo se equivoca cuando cree que nuestra revolución bolivariana depende de que el precio del petróleo sube o baje. Bolívar hizo una revolución, gringo viejo, sin una locha, sin soldados profesionales, sin barcos, sin ayuda de ningún imperio. Si nosotros para hacer una revolución requiriéramos de un precio de petróleo, alto estaríamos bien jodidos. Se trata de otra cosa, gringo viejo: de conciencia, de dignidad, de valor para defender nuestra soberanía. Dice gringo viejo: “Me he decepcionado [de Chávez] al verlo apartarse de lo que considero era una oportunidad justa y honesta que fue el resultado de elecciones legítimas, hacia una dominación en aumento de su parte que lo ha llevado a tener un gobierno más autoritario.”
Como se ve, gringo viejo sería incapaz, por ejemplo, de decepcionarse de Álvaro Uribe, de Felipe Calderón o Alan García. No, él sólo se decepciona de Chávez. Qué cosa.
Y le repregunta Ávila: --¿Qué hay de sus críticas a Estados Unidos? Gringo viejo, truculentamente, contesta: “Tanto Venezuela y Hugo Chávez como las relaciones internacionales serían mejores si él detuviera sus ataques y vituperios contra Estados Unidos, que, para mí, son crecientemente fortuitos en su naturaleza e injustificados. Sé, porque es un hecho y he tenido largas conversaciones con el presidente Obama y sus más altos funcionarios, que les gustaría mucho tener relaciones normales, amistosas, así como sociales, comerciales y diplomáticas con Venezuela. Pero él lo hace casi imposible. Hemos cometido errores en el pasado, así como los funcionarios venezolanos. Ahora es el momento para que veamos cómo ponerle fin a las acusaciones verbales contra el gobierno de Obama.”
¿Pero señor James Carter, sería eso posible metiéndonos allí en un costado de nuestro cuerpo, siete puñales? Ahh, gringo viejo no “poder dejar de ser gringo”. En el fondo es peor que Bush, porque con su carita de pendejo quiere embaucar a gente sensata y buena. Quiere hacer el trabajo más sucio y miserable. Entonces sobre las bases contesta: “Vi que el presidente Álvaro Uribe hizo de su visita a varias capitales una alta prioridad para explicar más claramente de lo que se trataba: que no habría un aumento en fuerzas militares estadounidenses y que el propósito de las bases sería restringido a la lucha contra las drogas. Si lo hubiera hecho antes de que las bases fueran anunciadas públicamente, le habría ido mucho mejor. Habría sido natural suponer que, a causa de la larga historia de intervenciones de Estados Unidos en la región, este sería un tema muy sensible.”
Gringo viejo “no hacer nada de gratis”. Y como se ve, para el ataque que se tiene preparado contra Venezuela, Washington no está escatimando nada, y pone en acción a este anciano, que no es ninguna concha de ajo, ¡cuidado!
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