Ante el nuevo amanecer de nuestra America, en este siglo XXI, en donde vuelven a chocar el Monroísmo y el Bolivarianismo, igual que hace 200 años en Panamá, que se manifiesta en la derrota continental del neoliberalismo, expresión del capitalismo global, tanto en la escena económica, social y electoral y el surgimiento de tendencias de centro-izquierda y centro-derecha, que propugnan por la reunificación de sur America y el Caribe, en contraposición a New York, los imperialistas, con Obama en la Casa Blanca, han implementado una arremetida, para volver a doblegar sus colonias en tres frentes (Tridente) que cubren todo nuestro sub-continente.
Este tridente apunta, en tres direcciones, de la siguiente forma: Una espada del tridente apunta hacia el corredor que va desde México hasta Panamá cortando la unión de UNASUR con centro-America, México y el sector hispano de California y Texas, por intermedio del golpe de estado en Honduras. Este golpe gorila convierte a Tegucigalpa en un inmensa base de agresión hacia la Nicaragua Sandinista, el Salvador de Farabundo Marti, la Guatemala Maya y el sur de México Zapatista, aparte que revierte la adhesión de este país a la Alianza Bolivariana de Naciones de Nuestra America (ALBA) por iniciativa de Zelaya.
La otra espada del tridente apunta hacia la Venezuela Bolivariana con fines de invadirla, derrocar su gobierno e imponer a un títere y apropiarse de la reserva petrolera (Probada técnicamente) más grande del mundo, como es la faja petrolera del Orinoco. Este eje tridental, utilizaría como plataforma de agresión a Colombia, por intermedio de siete bases militares que montaran los gringos allí, aislaría a Venezuela del resto de los países andinos, dejaría a Ecuador aislado, al montar los gringos nuevas bases en Perú. Esta lanza apunta también hacia la Amazonía, con fines de controlarla y adherirla a los intereses imperiales. Para la eficacia de esta táctica, Colombia juega un papel clave, al igual como el que desempeñaría una Honduras gobernada por gorilas; plataforma de agresión e invasión.
Y la tercera espada del tridente, seria el reestablecimiento de la IV flota USA, la cual desactivada en 1950. Se debe recordar que esta flota se creó en la II guerra mundial para impedir que los submarinos y destructores nazis tocasen el Sur America. Esta IV flota apunta a controlar el atlántico sur, y a controlar a Brasil, Uruguaya y Argentina, mas que todo a la plataforma marina atlántica, en donde recientemente, se han descubierto ricos yacimientos petroleros. También impide esta flota la alianza África Occidental-UNASUR.
Ahora estas tres líneas de agresión militar y recolonización imperialistas, forman parte de un todo, de caérsele un diente del tridente, los otros dos quedan sin fuerza o sin eficacia. O para decirlo de otra forma; si USA no tiene la fuerza para imponerse en Honduras, tampoco tendrá la fuerza suficiente para imponerse en Venezuela, Ecuador y Colombia y mucho menos la IV flota cometerá las fechorías de bombardear Brasil o Argentina o apropiarse de los pozos petroleros submarinos del mediodía Atlántico.
Venezuela debe desechar las ilusiones y prepararse para la guerra, ya que el imperialismo urge de petróleo y la aventura por petróleo en Irak y Afganistán les fracasó, por lo tanto ese petróleo no existe en ningún otro sitio sino en Venezuela.
franciscosierracorrales@yahoo.com.ar