Lleva años la tragicomedia de la Casa Blanca sobre la energía atómica de Irán, y los intentos de implicar a Venezuela en sus ridículas acusaciones. Irán cumple estrictamente con las exigencias internacionales pero defiende su soberanía y no se deja chantajear ni intimidar por Estados Unidos. A semejanza de Irán, Venezuela tampoco.
¿A que viene tanto alboroto? Corea del Norte combatió contra Estados Unidos a principios de los años 50, ya tiene armas atómicas y misiles para llevarlas a sus blancos y, sin embargo, Washington se entiende con Corea porque ésta no tiene petróleo, y no transige con Irán que sí lo tiene. Se trata de estrategia económica (energética), y de un detalle militar que preocupa al Pentágono: el Uranio empobrecido.
LA INYECCIÓN DE LA MUIERTE
Un vistazo a Wikipedia nos enseña que el Uranio empobrecido, lo que queda después del uso pacífico de la energía atómica, tiene una densidad extremadamente alta (19 Kg./l), mayor que la del Uranio natural y mucho mayor que la del plomo. Esto lo hace apropiado para la fabricación de proyectiles antiblindaje cuyo núcleo metálico denso, impulsado a muy alta velocidad, concentra un máximo de energía cinética en un punto mínimo de impacto. También puede utilizarse Tungsteno, pero el Uranio (en una aleación con Titanio llamada Staballoy) tiene las ventajas de fracturarse al impacto produciendo astillas afiladas de alta penetración, y de ser pirofórico, es decir, se inflama espontáneamente al contacto con el aire cuando supera los 600º C. Al penetrar el blindaje, el Staballoy se inflama, incinerando a la tripulación y explotando el combustible y/o las municiones al interior del vehículo blindado.
CAÑÓN DE ESCOPETA
Para lanzar proyectiles con núcleo de Uranio empobrecido no hacen falta cañones de ánima rayada o estriada, de difícil y costosa fabricación. Se pueden utilizar sencillos cañones de ánima lisa, como los de las escopetas. Los proyectiles de núcleo de uranio empobrecido se disparan con cañones de ánima lisa, utilizando “sub-calibres” o “aceleradores”, proyectiles que, una vez en el aire, despliegan aletas estabilizadoras que los hacen rotar sobre su eje longitudinal a la velocidad necesaria para desprender, por centrifugación, una parte externa llamada sabot y, por la consiguiente pérdida de masa, adquirir velocidad sensiblemente superior a la inicial. Esta velocidad es la que producirá, al impacto, la energía cinética necesaria para perforar e incendiar el vehículo blindado. Es a esto a lo que teme el Pentágono, y no a una hipotética fabricación de ojivas nucleares.
TECNICA DE LOS POBRES
Estos proyectiles de sub-calibres con núcleo de uranio empobrecido, el probado fusil de salto Kalashnikov, los lanzagranadas autopropulsadas tipo RPG-7 y depósitos masivos de explosivos convencionales, son la provisión tecnológica necesaria para la guerra popular de resistencia contra toda ocupación imperial o gobierno títere del Imperio. En cuanto a los hombres y mujeres que utilizarán estas armas, son aquellos que forman parte de la sub-misión Ricaurte, de la Misión Boves que propone el nunca bien ponderado Roberto Duque. Un detalle pero, como sabemos, el diablo está en los detalles.
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