La inquietud de la secretaria de Estado de los EEUU, Hillary Clinton, por la compra de armas que Venezuela hará a Rusia mediante un crédito de 2 mil millones de dólares, aunque un tanto olvidada por eventos que ocupan y ocuparon recientemente la atención mundial como el regreso de Zelaya a Honduras, el concierto de Juanes, la Asamblea General de la ONU y la II Cumbre de América del Sur - Africa (ASA), causa gran soberbia e indignación.
Molesta porque subestiman la inteligencia de la población. Piensan que la gente por muy ignorante que sea del tema, no se da cuenta que los norteamericanos son los que más gastan en armas, sencillamente porque son los que más participan en conflictos bélicos.
Sin entrar en detalles estadísticos que pueden recogerse en textos impresos, digitales, los cuales sitúan a EEUU como el que mayores recursos destina a la compra de armas, se sabe que este país mantienen una guerra con Afganistán e Irak, que les debe representar cuantiosos desembolsos económicos.
Así que no creo que haya dudas de que, como siempre, todo se trata de una difamación en contra de Venezuela, y tal como dijo en su oportunidad el representante ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Roy Chaderton: “viene de la única nación que ha utilizado bombas atómicas para aniquilar gente”, de modo que, ¿hasta cuándo cinismo?, EEUU no puede seguir engañando al mundo con mentiras, tan evidentes, que se caen por su propio peso.
En nuestro país ya no convence a nadie con los famosos informes de droga, corrupción y compra de armas, que hacen a su imagen y semejanza cuando les conviene lesionar la moral de otros estados. Este pueblo revolucionario no acepta, pues, que se sigan erigiendo como supra jueces, porque para eso se requiere de una moral que dista mucho de sus actuaciones.
En la adquisición de 92 tanques T72 y sistemas antiaéreos por parte del Gobierno bolivariano, hay que explicar que esta decisión se tomó tras los anuncios de la instalación de siete bases militares estadounidenses en Colombia, pero eso no lo dicen. Cuestionan la compra del armamento de una manera banal, pensando que van a confundir a la población, que tampoco se come el cuento de que esas instalaciones castrenses son para combatir el narcotráfico y la guerrilla.
Estamos convencidos de lo que dice el presidente Hugo Chávez: el verdadero interés de EE.UU es el Orinoco y su faja petrolífera, el Amazonas y su rica cuenca y el Paraná-Río de la Plata y su inmenso acuífero, nunca creeremos en una potencia que miente descaradamente creyendo que este es un pueblo de retrasados y eunucos mentales.
*Periodista
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