Al pobre físico nuclear P. Leonardo Mascheroni, quien trabajó en el Laboratorio Nacional Los Alamos, le venían grabando sus conversaciones desde que los Kitchner comenzaron a tener buenas relaciones con el gobierno venezolano. El señor Mascheroni está ya medio chocho, y sólo sabe de fórmulas y leyes de la Física: en verdad que de política casi nada se ocupa. Pero los gringos no perdonan y seguramente Mascheroni mencionó en unas de sus conversaciones la palabra Venezuela, y se encendieron todas las alarmas: “Chávez tiene en proyecto construir una bomba nuclear y anda contratando físicos nucleares en el mundo entero: ¡Cójanlo!” Inmediatamente la casa de Mascheroni fue allanada por el FBI y el físico declarado por la justicia gringa como un espía. Se llevaron de la casa de Mascheroni, computadoras, cartas, fotografías, libros y teléfonos celulares, y se le tomaron 147 fotografías desde distintos ángulos. Dentro de poco se le inventarán cargos al pobre viejo Mascheroni.
Los fiscales y jueces norteamericanos sólo conocen de Venezuela lo que cada día los medios en el mundo reseñan de nosotros: sólo asesinatos, presos políticos, narcotraficantes, redes terroristas, déspotas de corazón, buscadores de uranio, medios silenciados, universidades allanadas, proyectos injerencistas en otros países, maletines voladores, persecución religiosa, antisemitas, total ausencia de derechos humanos, escasez de alimentos, comunismo en las escuelas, total muerte de la propiedad privada,…
Hoy el diario “El Mundo” de España trae una noticia escalofriante que será reproducida en muchos medios gringos, y que dice: “Se calcula que en este país [Venezuela] hay entre 9 y 15 millones de armas en manos de la población, declaró en una entrevista al presidente del Instituto de Investigaciones de Convivencia y Seguridad Ciudadana (INCOSEC), Pedro Rangel, a partir de datos de la Comisión de Seguridad y Defensa de la Asamblea Nacional. La media determina que cada hogar venezolano cuenta con tres armas bajo su techo, algo "totalmente desproporcionado" a juicio de Rangel, ya que "la posesión de armas por parte de la población civil influye notablemente en la violencia de las calles". Según datos de INCOSEC recogidos en el área metropolitana de Caracas durante el primer semestre de 2009, el 98% de los casos de homicidio fueron con armas de fuego y el 60% de los cadáveres presentaban heridas por más de cinco disparos.”
Pues bien, hoy Hugh DeWitt, un físico retirado del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore en California, dijo que el FBI cometió una tontería: "La acción tomada por el FBI fue estúpida y tonta y confundida y totalmente incorrecta", dijo DeWitt, quien fue profesor del departamento de Física de la Universidad de California en Berkeley cuando Mascheroni era estudiante de doctorado allí.
Añade Hugh DeWitt: "No hay nada confidencial ni secreto en esto. Sus documentos son monografías, cartas y declaraciones de objetivos. No hay absolutamente nada que pudiera poner en peligro la seguridad nacional".
Ha explicado Mascheroni que se puso en contacto con Venezuela sólo después de que Estados Unidos rechazó sus teorías, según las cuales se podría producir energía nuclear con un láser de fluoruro de hidrógeno. El anciano confundido y quizá preparado para otro maletinazo tipo Antonii Wilson declaró que esperaba que la información convencería a los venezolanos de no seguir adelante con un programa de armas nucleares. Que el científico recibió 20.000 dólares por el trabajo de parte de un hombre que, según pensó, representaba al gobierno de Venezuela. Nunca gastó el dinero, que fue confiscado por el FBI.
Esto es apenas el comienzo de una larga historia de terror que se armará con mil telenovelas, spots, narraciones de ultratumba sobre la carrera nuclear y armamentista de la república bolivariana de Venezuela. Joder.
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