La historia de Haití estremece. Hay países en el mundo que arrugan corazones y profundizan abismos de tanto no entender por qué tantas tragedias juntas. Tanto ensañamiento. Con premeditación y alevosía ha actuado la naturaleza contra ese pequeño país. Cual asesino planificado y cruel. La naturaleza y la indiferencia de la humanidad. La naturaleza y el hambre imperial de Estados Unidos. Premeditados y alevosos como con ningún otro país.
En 1915, hace casi cien años, supo Haití de la bota militar estadounidense. Hasta 1934 se prolongó la invasión. En 1957, llegó a la presidencia un oscuro y tenebroso personaje Francosie Duvalier, conocido como Papa doc, quien se proclamó presidente vitalicio, lo cual se cumplió hasta 1971, con la ayuda militar y económica de los Gringos. De ahí en adelante su hijo, conocido con Baby Doc, gobernó ese país en una sucesión vergonzosa para sus connacionales y para el mundo hasta 1986.
Dicen que las oligarquías de aquí y de allá no le perdonan a haitianos y haitianas haber sido los primeros esclavos en liberarse “tempranamente” en 1804. También fue el segundo país, después de Estados Unidos en independizarse. Valientes logros para un país que no ha podido superar los niveles de pobreza extrema en la que han vivido por siglos.
El terremoto del martes pasado movilizó a gobiernos, organizaciones no gubernamentales y a la juventud de todo el mundo. Loables esfuerzos de quienes ni la deben ni la temen. Para quienes ni la deben ni la temen, pero no para ciertos ex presidentes gringos que tienen culpa de casi todos los abusos y violaciones al derecho internacional humanitario del siglo XX y lo que va del XXI.
Y es que sorprende un Fondo “Clinton-Bush” para Haití. ¡Qué juntica! Sorprende la nueva faceta humanitaria Bush. Sorprende tanta preocupación del otro, que acaba de autorizar 30 mil soldados para “consolidar” invasiones. Y más sorprende la presencia de Hillary en la isla dizque “supervisando la ayuda humanitaria” de EEUU. Tres mil militares para un pequeño país es una “señal” descarada para que entendamos rapidito que estamos ante una nueva invasión a Haití disfrazada de “extrema generosidad”. ¿O es un adelanto de “personal” para más bases militares? ¡Oh!... que ingenuidad preguntar ¿no?
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