El tema lo abordamos a los pocos días de descubierta la espantosa realidad, la que, por cierto, es parte de, al menos, más de tres mil puestas al descubierto en el país hermano en los últimos 20/25* años y volvemos sobre el mismo, ante el temor bien fundado de que se intente que pase al olvido y más ahora que sus directos responsables fueron extraditados a los EEUU, como una fórmula concertada por ellos mismos y el presidente de la “seguridad democrática”, Uribe Vélez, para librarlos de ser juzgados en su país por esos crímenes atroces, entre otras cosas para evitar, también, que sigan confesando fechorías que pondrían al gobierno en serios aprietos. Como sabemos, en el norte sólo serían juzgados por tráfico de drogas, delito ese mucho menos grave que el asesinato.
Esto dijimos en aquella ocasión: Hallan fosa común con 2.000 cuerpos en La Macarena. El macabro descubrimiento se dio durante la visita de una delegación británica al (..) país (..) El vocero del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos, Jairo Ramírez, aseguró a Caracol Radio que la desaparición forzada sigue ocurriendo en Colombia (..) La versión de Ramírez es que varios de los hallados en la fosa fueron asesinados durante el presente año, lo cual demuestra que sigue la desaparición forzada ocurriendo en Colombia.” (diario El Espectador, del 11/12/09).
Es bien doloroso ver a nuestro hermano pueblo colombiano metido en este calvario de muerte y dolor por más de sesenta años, sin poder aún vislumbrar su fin…
Ni siquiera ha sido posible que haya logrado con un gobierno que se auto califica de demócrata, castigos ejemplares para sus directos responsables y cooperadores de esto que resumimos: En menos de 25 años, 4,5 millones de desplazados, de los cuales dos millones lo han sido durante el gobierno de Uribe Vélez; 500 mil asesinados, de los cuales dos mil quinientos líderes sindicales en los últimos diez años y de esa espeluznante cifra, 558 durante esta pesadilla uribista (http://www.ddhh-colombia.org); 86 curas y dos obispos muertos por sicarios, en ese mismo lapso; cientos de miles de colombianos vigilados muy de cerca porque se les considera, sin prueba alguna, enlaces con la guerrilla; 25 parlamentarios presos por sus estrechos vínculos con la narcoparapolítica y casi 50 más encausados por lo mismo y todos ellos integrantes del partido de Uribe o de las agrupaciones que le son aliadas; miles de maestros y profesores vetados por manifestar sus simpatías por la posibilidad de que arribe a la Casa de Nariño un gobierno decente y humanista (no digamos socialista, porque eso sería impensable, por ahora en Colombia) y paremos de contar, pues no terminaríamos nunca.
Nos preguntamos: ¿Qué ocurriría si apenas un uno por ciento de toda esa terrible tragedia colombiana ocurriera en la Venezuela de Hugo Chávez?
Sólo hay una respuesta ante esa interrogante: Una formidable condena mundial liderada por los gobiernos de las grandes potencias, bajo la rectoría de la Casa Banca y, quizás, con muchas probabilidades de que se hubiera puesto ya en marcha, un plan de invasión, simplemente porque ello sería una buena excusa para ponerle la mano al país que tiene la mayor reserva de petróleo del mundo.
Mientras, en el país vecino, la prensa SIP, que es prácticamente toda la que se edita y se transmite por ondas radioeléctricas en Colombia, no arremete contra Uribe por todo ello, aquí en Venezuela de llegar a suceder, como decimos, que una milésima parte de esa delincuencia real y terrorífica de nuestro vecino aparezca en nuestro escenario venezolano, no sólo los medios del país, sino los del mundo todo, llenarían cada día sus mejores espacios para enfilar sus baterías contra Chávez, acusándolo de ser el autor y único responsable de toda esa terrible y espantosa realidad.
Ante la posibilidad que se siga intentando ocultar ese terrible hecho criminal, los latinoamericanos todos, sin excepción, debemos hacer los mayores esfuerzos para denunciarlo ante todos los escenarios del mundo, en la seguridad de que sólo así se hará posible de que nuestros hermanos de Colombia salgan lo más pronto de las tinieblas del horror y de la muerte…
(*) Autodefensas Unidas de Colombia - Wikipedia, la enciclopedia libre