Unos 2000 miembros del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) se entregan a las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) en el este de Siria.
El portavoz de las FDS, Adnan Afrin, explicó el martes que dichos terroristas estaban siendo transferidos a un centro de detección. Muchas familias del EIIL, incluidos miles de mujeres y niños, ya habían sido trasladadas al campo de detención de Al-Hol, en el noreste de Siria.
La operación se lleva a cabo en medio del avance de las fuerzas kurdo-sirias, respaldadas por EE.UU., hacia la localidad de Al-Baghuz, último bastión de Daesh en Siria.
Las FDS, desde hace dos semanas, llevan a cabo una ofensiva para recuperar el control de Al-Baghuz, en la provincia de Deir Ezzor, un pequeño reducto todavía en manos del EIIL.
Mustafa Bali, un portavoz de las FDS, confirmó que los ataques aéreos y de artillería contra Al-Baghuz continuaron el martes y provocaron la muerte de 38 miembros del EIIL. El vocero kurdo consideró, además, que la derrota total de los últimos remanentes del grupo terrorista en Deir Ezzor está “muy cerca”.
Aunque profundamente debilitado y expulsado de la mayoría de sus reductos en Siria gracias a las operaciones del Ejército sirio, el grupo terrorista EIIL no deja de ser una amenaza para la seguridad del país árabe.
Mientras las FDS siguen estrechando el cerco contra la banda ultraviolenta en Al-Baghuz, el Ejército sirio y sus aliados atacan al grupo en otro frente: al oeste del río Éufrates.
El Gobierno sirio no acepta, por ilegal, la presencia de las FDS en el este del río Éufrates. Opina que dichas milicias no solo complican la situación del país, sino que, además, obstaculizan cualquier posible solución de paz, ya que luchan en la guerra subsidiaria lanzada por terceros países, EE.UU. y sus aliados entre ellos.