I.
Han pasado 90 días desde
que el gobierno revolucionario de Hugo Chávez, junto a los trabajadores
y trabajadoras de algunas empresas básicas de Guayana, asumimos el
Control Obrero como política publica para: a) luchar contra el capitalismo,
contra la división social del trabajo y b) construir un nuevo modelo
productivo socialista.
La lucha apenas comienza
y urge el debate revolucionario para avanzar con firmeza.
Esta lucha tiene que ser totalmente diferente a la que nos acostumbraron en Venezuela, diferente a la lucha por la locha permitida por el capitalismo. Ahora la lucha es revolucionaria por el poder político en el aparato productivo para tomar decisiones que beneficien al pueblo.
Lucha va más allá de los asuntos reivindicativos y se fundamenta en la confrontación del sistema de ideas capitalistas, con el cual han sometido y explotado a la clase obrera en el mundo.
Uno de esos sistemas, es el ISO 9000: que fue desarrollado por Estados Unidos en 1948, bajo el enfoque de su aparato Industrial-Militar para controlar la producción mundial, que fue implantado por los capitalistas en Latinoamérica en los `90 para garantizar las privatizaciones y que hoy día es quien controla los aparatos productivos con la excusa de la calidad de clase mundial. Lo peor es que “los policías de la calidad mundial” no son los gobiernos, ni los trabajadores, sino ONG globales al servicio del imperio, verbigracia FONDONORMA en Venezuela.
II.
Ahora hagamos la pregunta de rigor.
¿Será que pueden convivir en una fábrica, las políticas del Control Obrero y las políticas del Control de la ISO 9000?.
Si orientamos la respuesta en base a los principios socialistas recogidos en el Plan Nacional Simón Bolívar, tenemos que decir que no es posible esa convivencia.
No, porque las normas ISO 9000 son para someternos a la condición de exportadores permanentes de materia prima barata, amaestrarnos como simples operadores y mantenedores de maquinas.
No, porque las normas ISO 9000 mantienen y reproducen la división social del trabajo, los rangos, los privilegios, el burocratismo y la explotación que por siglos han mantenido a la clase trabajadora marginada.
No, porque las normas ISO 9000 fragmentan el conocimiento y prohíben la educación liberadora, solo entrenan a la gente para que acepten ser dominados.
No, porque las normas ISO 9000 representan un gasto altísimo en el presupuesto, y ese dinero que va al tesoro de los capitalistas.
No es posible la convivencia porque el Control Obrero abarca todo: el origen de la materia prima, orientación de la producción y distribución de los productos, las operaciones financieras y bancarias, la construcción de maquinaria, transferencia de ganancias al resto del pueblo y la realización trabajo voluntario.
Con Chávez manda el pueblo, no la ISO 9000
III.
En estos primeros días del Control Obrero, las empresas siguen con la cultura ISO, pero sabemos que eso no conduce al Socialismo.
Entonces, hay que hacer un trabajo sistemático por salir de las garras de la cultura del Mercado. Tiene que ser un esfuerzo extra en la conciencia para enrumbarnos hacia la Calidad Revolucionaria que nos permita satisfacer las necesidades reales del pueblo bajo el enfoque liberador.
Proponemos:
- Difundir, estudiar y aplicar el Plan Nacional Simón Bolívar en todos los espacios.
- Estudiar el libro de Lenin: El Control Obrero y la Nacionalización de la industria.
- Despedir a FONDONORMA de las fábricas bajo control obrero.
- Crear Comisiones de Calidad Revolucionaria articuladas con el Ministerio del Comercio.
- Estudiar críticamente la razón política e ideológica de los documentos fundamentales de la serie ISO 9000.
- Que la Universidad Bolivariana de Trabajadores “Jesus Rivero” asuma la rectoría para el desarrollo de la Calidad Revolucionaria.
El Control Obrero es sin ISO 9000.
Patria Socialista o muerte, Venceremos.
