Cuando los enemigos hacen de las suyas, los camaradas supuestos actúan solapadamente en función de quebrar las luchas de aquellos que su vida han entregado a la revolución de siempre, no todo brilla en el altar de quienes desean apartar a los verdaderos camaradas considerados estorbos para el logro de metas individualistas y personales, deciden excluir a los que nunca pueden estar fuera de la lucha.
Decisiones tomadas detrás de las cortinas que arropan sus cargos y responsabilidades, siniestros ejemplares de la canalla laboral que sigilosamente detectan a quienes puedan convertirse en obstáculos de los intereses bastardos que bien ocultan y disimulan, para tratar de quebrar la moral del resto de personas que hacen vida en el recinto y entorno laboral.
Particularmente no tengo arte ni parte de ese conglomerado laboral, ni dependencia ni sujeción, no obstante, la preocupación comienza cuando el desatino de no renovar un contrato determinado de trabajo se convierte en cacería de las ideas mas allá del funcionario no renovado laboralmente.
Cosas insólitas están pasando con los camaradas trabajadores del MPP Petróleo y Minas, particularmente con aquellos que militan y hacen vida política en el Colectivo Nery Carrillo; al camarada Jesús Mujica lo retiran de su cargo donde ha cumplido todas las tareas encomendadas, razones para ello, vienen y van, desde asunto de la edad, hasta el de haberle acusado de ser anarquista, en todo caso, no es un asunto laboral sino político, lo que desdice de la practica sana hacia un compañero que se ha batido toda la vida en la lucha social y política, en aras de alcanzar los objetivos de una patria socialista, solidaria y humanista.
Dejar a un compañero sin la posibilidad de llevarle a su familia los réditos de su trabajo institucional, sin al menos ofrecerle un ápice en la defensa y mucho menos informarle oficialmente las causas de su despido, se convierte en un ataque al ser humano y el ataque certero a la tarea política en esencia. Para los luchadores sociales hay siempre espacio para la critica y la sindéresis necesaria a través de la palabra conciliadora, en todo caso, impone la labor de un revolucionario verdadero, aquello que une y convierte en la fuerza requerida la consigna de luchar y vencer. Más grave aún que la reincorporación del camarada Mujica ordenada por el ciudadano Ministro quien lo conoce en lucha y vida, es ignorada por las instancias administrativas, hacemos un llamado a la solidaridad con el camarada Jesús Mujica por el cumplimiento efectivo de sus obligaciones laborales y la prueba fehaciente en su afán de construir un mundo mejor, el cual debemos comenzar por nosotros mismos.
rafaelfebles@yahoo.com