Pasada la conmemoración del primero de mayo, Día Internacional del Trabajador, para los trabajadores venezolanos está prohibido olvidar las andanzas y actuaciones de una organización que ha traicionado a los trabajadores y al pueblo venezolano, Asimismo alertar sobre la llamada Central Bolivariana Socialista de Trabajadores y Trabajadoras de la Ciudad, el Campo y la Pesca, porque se parecen tantos, que pueden resultar gemelas. Porque una organización que nace baja las alas y el calor del patrono, no puede estar con la lucha reivindicativa de los trabajadores, no puede traicionar su origen. Su función puede ser servir de colchón de contención de las luchas obreras, y dejando a merced de los patronos a los trabajadores. Igual papel desempeño la funesta CTV durante la época de esplendor del puntofijismo.
En el año de 1936 se fundó la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV). Se han cumplido setenta y nueve años desde entonces. El fresco movimiento obrero de aquella época forjado a través de luchas por conquistar la democracia y por las reivindicaciones de los trabajadores, aún lleno de vitalidad por la ausencia de corrupción, con líderes jóvenes aún con arrestos y vocación obrera desembocó en una organización: la CTV. Sin embargo, la historia de los últimos setenta y ocho años constata la traición de sus dirigentes más notables al movimiento obrero venezolano. La historia de la CTV, al contrario de lo que pretenden hacernos creer es la historia de la traición a la clase obrera. De la CTV por más que busquemos, no puede escogerse una página gloriosa en defensa de las luchas de los trabajadores, y muy por lo contrario, innumerable páginas de oprobiosa tenacidad para colocar al movimiento obrero al servicio del capital. Deslizándose paulatinamente por la resbaladiza pendiente del oportunismo y de la colaboración de clases, la organización debió ser el arma de ataque de los trabajadores contra las políticas hambreadoras y corruptas de los gobiernos de turno, devino en lo que hoy es: Un cascaron vacío, abandonada y solitaria. Aun en los inicios de los años 90 era una institución inmensamente rica, útil y casi indispensable para garantizar la paz laboral, que no persigue otro objetivo que mantener sumisos y frenar las luchas reivindicativas de los trabajadores.
Los dirigentes más notables de la CTV fueron empresarios a la cabeza de organizaciones sindicales y jerarcas del partido político AD. La CTV es un instrumento de Acción Democrática: De una manera utilizada cuando AD es partido de gobierno, de otra manera cuando lo es de oposición. Durante el gobierno del pacto Caldera-Alfaro fue un aliado del gobierno. Concebida por AD para impedir que los trabajadores generen movimientos autónomos e independientes, utilizada como baza del partido en el complicado juego de tahúres en el que a menudo se resuelven la actividad política venezolana. La CTV es el mejor logro de AD y, al mismo tiempo, su más acabada y fiel y semejante imagen. Las más grandes traiciones de la CTV contra los trabajadores siempre contaron con la complicidad de COPEI y el MAS.
Su historia está ligada al buro sindical adeca y al frente de trabajadores copeyanos, en este festín participo la dirigencia sindical del MEP y el MAS. Su gran salto a las finanzas lo dio con el Banco de los Trabajadores de Venezuela (BTV), algo más que un banco. El BTV fue fundado en 1968, en el gobierno de Raúl Leoni (AD) con una Ley especial promulgada en 1.966, con el objetivo de fomentar el ahorro…satisfacer las necesidades vitales de los trabajadores mediante el otorgamiento de créditos.., lo cual fortalecía el poder sindical de AD por contar con una entidad bancaria presidida por Augusto Malavé Villalba; en el año de 1973 el presidente Carlos Andrés Pérez autorizó la conversión del BTV en el primer banco múltiple del país, lo que le daba las posibilidades para realizar operaciones comerciales, hipotecarias y como sociedad financiera. Un banco que en menos de cuatro años logró un crecimiento sin precedentes en el mundo de las finanzas venezolanas. Pero así como fue su crecimiento, igualmente se dilapido su capital, utilizado para favorecer las cúpulas de AD y COPEI y sus aliados de la CTV.
La Corporación de Ahorro y Crédito para la Vivienda (CORACREVI) se fundó en 1965 como una sociedad civil sin fines de lucro. Era independiente del BTV, con capital propio. CORACREVI y el BTV son los dos primeros entes económicos de la CTV.
Al inicio para su fundación la institución bancaria logro reunir fondos proveniente de los sindicatos y federaciones afiliadas, de CORACREVI (Empresa fundada por la CTV, con el fin de promover y financiar la construcción de viviendas para la clase trabajadora), también prestaron asistencia financiera la Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales AFL-CIO (central Obrera norteamericana) y finalmente el gobierno nacional por medio de un decreto del presidente Leoni, ordeno el traspaso de los fondos del IVSS para darle mayor solvencia al banco recién fundado, más las donaciones que recibió anualmente de las Asambleas Legislativas regionales y del Congreso Nacional.
Es a partir de 1973 cuando comienza el boom del BTV. Comienza a recibir parte del enorme flujo financiero de los recién incremento de los ingresos del precio del petróleo, el precio del petróleo venezolano de 1.73 dólares por barril subió a 3.71 dólares por barril, un aumento mayor del 200%. Crean la empresa BANTRAB, cuyo unico accionista es el BTV, empresa inmobiliaria que en poco tiempo se convertiría en un holding de más de veinte filiales que se dedicaron a negocios en los ramos naviero, automotor, repuestos, inmobiliario, en toda sus fases, desde construcción hasta la venta, el financiamiento y la cervecerías (Zulia y Cristal), fabricación de alfombras (Fanal), promoción de espectáculos deportivos, el BTV patrocinó doce campeonatos mundiales de boxeo), etc.
El 28 de noviembre de 1982, el gobierno de Luis Herrera Campins decreta la intervención del BTV, el presidente del banco Eleazar Pinto. Acción Democrática y los Sindicalistas de la CTV apoyaron incondicionalmente la gestión de Eleazar Pinto, al frente del BTV; aun con pruebas contundentes de corrupción, malversación de fondo, enriquecimiento ilícito que aupaba el Banco, La disciplina partidista y la solidaridad automática se hacía presente. José Vargas presidente de la CTV, lo considero una traición a la patria y amenazó con declarar una guerra al liberar de disciplina a las 85 federaciones nacionales y regionales y más de dos mil sindicatos para que iniciaran las acciones conflictivas necesarias por sus conquistas reivindicativas. Aun la obediencia debida se repite en tiempos de revolución.
En esa época los más conspicuo dirigencia cetevista, por el Buro sindical de AD eran: José Vargas, Antonio Ríos, Manuel Peñalver, Cesar Gil, Federico Ramírez León. Del frente de Trabajadores Copeyanos estaban; Rafael León León, Urquia Lugo, Dagoberto González, del MEP Castor Gil Rivera, MAS Jesús Urbieta.
Cuando se intervino el BTV en 1982 sus activos estaban en 25 mil millones de bolivares y el presupuesto nacional fue aprobado por 87.400.000.000, aquí se puede ver la magnitud y todas las irregularidades del BTV que se convirtió en un instrumento para favorecer las clientelas políticas de AD y Copei.
La complicidad de la CTV con los gobiernos adecos-copeyanos, era del tal grado, que permitía a través de pactos sociales y paz laboral que la clase obrera permaneciera sumisa y pasiva ante los graves problemas del país y frenar sus luchas reivindicativas sociales, económicas y políticas. En el año 1980 a mediados de 1982, casi 100 contratos vencidos en el sector público esperaban ser discutidos y firmados, había una pérdida del poder adquisitivo del salario de 45%; el desempleo ronda el 15% y el subempleo iba en ascenso; el crecimiento de reducción de personal, era muy significativa, motivadas por razones económicas y técnicas, solamente en 1981 hubo 16.650 calificaciones de despidos en las inspectorías del trabajo, los contratos colectivos, su discusión se prolongaba, en el Instituto Nacional de Puertos en el año 1982, después de 45 meses de discusiones su firma estaba paralizada por la negativa empresarial de reconocer la retroactividad. Igualmente ocurría en VENALUM, CANTV y Banco Industrial de Venezuela, la CTV es sustentadora y cómplices de todas las situaciones y práctica antisindical ejercida por el gobierno de Caldera para esa época.
Hace ya 18 años cuando el gobierno del Dr. Caldera y nuevamente la CTV traicionaron los intereses de los trabajadores venezolanos con el visto bueno de Fedecámaras cuando en la Comisión Tripartita en cantos de gallos de madrugada y por consenso de sus miembros modificaron el Régimen de Prestaciones Sociales, eliminando la retroactividad de las mismas. La eliminación de la retroactividad de las prestaciones sociales fue una receta y fue influenciado por los organismos de financiamiento multilaterales Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial.
Para ese entonces, el cinismo de esta Comisión es de elevar el salario mínimo a 53 mil bolívares, aquí se observa la mezquindad y se denota la mentira cuando muchos organismos han fijado la cesta básica por encima de los 135 mil bolívares. Además los trabajadores de Venezuela no tenían un Plan de Seguridad Social ni pueden creer en las palabras de un gobierno, cuando mantenía paralizada la educación superior, a los trabajadores de los entes públicos en conflictos buscando las mejoras salariales y asimismo es un gobierno que adelanta la entrega de las empresas básicas. El Dr. Caldera siempre fue un enemigo de los trabajadores venezolanos; no se podía creer que iban a mejorar las instituciones como el Seguro Social, un gobierno que no paga las pensiones y jubilaciones, no paga el Seguro de paro Forzoso ni cumple con la Ley de Política Habitacional, porque el dinero desaparecía producto de la corrupción imperante. Recordemos que el primer gobierno de Caldera, en la huelga de SIDOR, agosto de 1971 despidieron 514 trabajadores, que ingresaron en una famosa lista negra, lo cual no le permitían ingresos en ninguna empresa o institución pública ni privada.
En 1997 los empresarios, los sindicaleros de la CTV con Ramírez León a la cabeza y el gobierno representado por Teodoro y Matos Azocar están muy felices por su gran victoria alcanzada conculcando el derecho de la retroactividad de las prestaciones sociales de los trabajadores, este acuerdo empobrecerá más a la clase trabajadora venezolana, porque las prestaciones sociales les garantizaban unos recursos para paliar la crisis económica, lo que se pretendía en esos momentos es que estos dineros que se recibiría no mayor que unas utilidades de fin de año se los devore la inflación. Aun con la ilusión los trabajadores esperaban que esta traición fuese corregida por el Congreso Nacional aunque no tenían muchas esperanzas, porque los que conformaban ese organismo eran miembros de los partidos políticos firmantes del acuerdo. Los trabajadores venezolanos nuevamente recibían una nueva derrota por la posición traidora de la CTV. Los sindicatos, gremios y pueblo en general están llamados a convocar las luchas en defensa de esta histórica reivindicación, fueron pocos los que se motivaron y protestaron este atropello.
Nada se pudo hacer y los trabajadores perdieron ese derecho de la retroactividad de las prestaciones sociales y despojo se concretó, lo que significaba una clara desmejora de la calidad de vida del trabajador y su familia. Las prestaciones sociales son un derecho irrenunciable, un patrimonio de los trabajadores y su familia, un ahorro que solamente el trabajador tiene derecho a decidir sobre su destino. Ante esta nueva traición de la CTV y las federaciones regionales de trabajadores en complicidad con los jinetes del Apocalipsis Teodoro, Matos Azocar, Poletto y Caldera.
Su historia más reciente fue su participación en los actos golpistas, su santa alianza con los sectores oligarcas impulsaron y organizaron junto a Fedecámaras cuatro paros nacionales intentando sacar al presidente Chávez del gobierno, incluido el de golpe de Estado del 11 de abril del 2002 y el Paro Petrolero de diciembre de 2002 y enero de 2003. Todas estas acciones golpistas y terroristas fueron derrotadas por los trabajadores y el pueblo venezolano.
Durante el año 2002 y 2003 la CTV recibió una serie de donaciones por parte de la Fundación Nacional para la Democracia, una organización del gobierno de los Estados Unidos para financiar sus actividades golpistas.
Esta es su historia, llena de traiciones y ninguna página gloriosa en la lucha en defensa de los intereses de los trabajadores venezolanos, Atrás quedaron los postulados de la clase obrera como sujeto histórico de las transformaciones revolucionarias, de la sociedad, donde la vanguardia no estaba solamente en un partido político, sino en la única clase social capaz de generar esos cambios: la clase obrera. Pero como la historia no se estudia, ni la clase trabajadora discute y debate, los errores se repiten y una nueva creación a imagen y semejanza de la CTV, ahí está la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores y Trabajadoras de la Ciudad, el Campo y la Pesca (CBST), con sus errores y repitiendo las vetustas practicas adeca de pedir al patrono prebendas y dadivas a cambio de apaciguar y contener las luchas de los trabajadores venezolanos, además se permite la persecución y criminalizar las protestas laborales, ahí están decenas de trabajadores con juicios en los Tribunales penales y los 3 detenidos de SIDOR, olvidados por la dirigencia laboral revolucionaria y autoproclamada socialista…LIBERTAD PARA LOS 3 TRABAJADORES DE SIDOR DETENIDOS y ¿DÓNDE ESTA ALCEDO MORA? DESAPARECIDO DESDE EL 27 DE FEBRERO