En el país donde la hiperinflación destroza los bolsillos de los trabajadores, donde los salarios son de auténtica miseria ante la descomunal realidad en términos de escasez, precios y de especulación. En el país donde los niños son mal alimentados, mientras otros mueren por desnutrición; en el país donde han resurgido enfermedades que creíamos superadas para siempre como el paludismo, en el país donde empíricamente puede notarse la pérdida de peso corporal de la mayoría de los habitantes en contraste con la abultada fisonomía de los políticos de cúpulas, (así bien cachetones como Nicolás Maduro o Iris Varela), en el país donde hay un autollamado presidente obrero … También se persigue, se encarcela y se despide a los trabajadores por cualquier motivo o justificación.
Este lunes 05 de Marzo nos enteramos del despido de Denny Brazón, secretario de organización del Sindicato Bolivariano de Trabajadores de CONATEL (SINBTRACON). A Denny lo conocimos el año pasado en una concentración de trabajadores frente a la sede del Ministerio para el Trabajo en Plaza Caracas, cuyo eje era el rechazo de una serie de despidos de varios compañeros de distintas empresas, con la exigencia de que fuesen reincorporados a sus labores. Tal parece que dicha actividad significó la sentencia de Denny, quien desde entonces, junto a los demás integrantes de la junta directiva de SINBTRACON venían denunciando maltrato burocrático y amenazas de parte de los directivos de CONATEL, encabezado por el señor Jorge Eliécer Márquez.
El PSUV-Somos-Gobierno despide a los trabajadores que levantan su voz para protestar, actúa con saña, no le tiembla el pulso para hacer uso de instancias como las inspectorías del trabajo que se han convertido en una especie de “pasillos de carnicería laboral” donde los derechos de los trabajadores están a voluntad del funcionario que responde a determinada camarilla burocrática, violando la Ley Orgánica del Trabajo, violando la Constitución de la República y con la aberrante complicidad de ese esperpento conocido por Central Bolivariana Socialista de Trabajadores (CBST), cuyo papel ha contribuido en la confiscación de la autonomía y carácter de clase del movimiento sindical venezolano por parte de la casta termidoriana del “Maduro-Cabellismo”
La obvia definición de que Maduro, Cabello, Jorge Rodríguez, Padrino López y todo ese combo corpo-militarista son enemigos de los trabajadores y de los sectores populares en general, tiene que llevarnos a la conclusión de que entre nuestras tareas históricas se revela la necesidad de refundar todo el movimiento obrero y sus organizaciones primarias. La posibilidad de poder dar un vuelco a esta tragedia que estamos viviendo como pueblo pasa fundamentalmente por ahí y por la capacidad que tengamos para organizarnos y ser capaces de colocar nuevamente a los trabajadores en un escenario de lucha, con autonomía clasista, con un programa que apunte a resolver los grandes problemas a donde nos han llevado los autoproclamados hijos de Chávez.
Es el llamado que hacemos a Denny Brazón, a tantos compañeros despedidos y a los trabajadores a nivel nacional. Nuestra solidaridad es del tamaño del ímpetu que abrigamos por reventar la política antiobrera de quienes quieren que nos vayamos a nuestras casas a languidecer porque no les importa que nos muramos de hambre. Por tanto, venga esa mano Denny y comencemos a transitar juntos los caminos que nos llevarán a la construcción orgánica de nuestras mejores armas para la pelea antiburocrática, por nuestra dignidad de clase y por el resurgir de una Venezuela llena de vida y democrática.