Desde hace un par de semanas he querido escribir esta nota, solo que no ha sido posible hasta ahora, ya que ha privado parte de la realidad que vivimos los que trabajamos en Venezuela. Quienes vivimos en consecuencia del salario debemos en estos momentos realizar otras actividades laborales, fundamentalmente en el campo informal; ya no para complementar el salario, como lo fue hasta hace poco, sino para duplicar o triplicar el ingreso mensual y de esta manera buscar sufragar la mayor cantidad de los gastos en lo que incurrimos para satisfacer las necesidades de nuestros hogares. El resultado de realizar otras actividades laborales, en la mayoría de los casos permiten cubrir apenas las necesidades de alimentación y en mucho menor medida otros aspectos.

En las siguientes líneas me propongo presentar algunas consideraciones sobre la situación de la salud de las trabajadoras y trabajadores en Venezuela, a propósito del Día Mundial de la Salud y Seguridad en el Trabajo, que desde el 2.003 bajo el patrocinio de la Organización Internacional del Trabajo se conmemora cada 28 de abril.

La existencia de las trabajadoras y los trabajadores la podemos organizar en dos momentos: el reproductivo y el productivo. En el momento productivo, las trabajadoras y los trabajadores están incorporados al proceso social del trabajo, en términos concretos intervienen al objeto de trabajo o interactúa con los sujetos, mediante medios en una determinada organización de la labor. En el momento reproductivo, las trabajadoras y los trabajadores se recuperan del desgaste experimentado en el momento productivo, mediante la satisfacción de las necesidades elementales, como alimentación y el descanso, por lo que requiere acceder a servicios básicos (transporte, aseo, agua potable, electricidad, gas doméstico, entre otros); y por otro lado se educa, divierte y desarrolla una dinámica familiar y comunal. En suma, el momento reproductivo se puede interpretar como el tiempo de vida. Entendiendo la salud de las trabajadoras y los trabajadores como un proceso integral, tal como lo propone Oscar Betancourt ("La salud y el trabajo", 1995:91), asumo que esta puede ser afectada en el momento productivo por la exposición a los procesos peligrosos y en el momento reproductivo por los patrones de consumo que se desarrollan en este.

I

Considero que la salud de las trabajadoras y los trabajadores hoy en Venezuela está siendo afectada tanto en el momento productivo, como reproductivo. En el momento productivo constato una mayor exposición a procesos peligrosos, entendiendo como aquellos procesos de trabajo cuyos componentes (el objeto o sujeto de trabajo, los medios, la actividad o la organización y división del trabajo) generan daños a la salud de las trabajadoras y los trabajadores (expresados en accidentes laborales o enfermedades ocupacionales). Observo como causas de esta mayor exposición a procesos peligrosos: la disminución de la inversión en prevención y protección de la salud de las trabajadoras y trabajadores, la limitada acción estatal y merma de las organizaciones de las trabajadoras y trabajadores que defienden la salud y la vida en el trabajo.

En el presente hay menos inversión en prevención y protección, ya que los costos de mantenimiento, reemplazo y dotación para garantizar condiciones seguras y saludables en las entidades de trabajo están afectados por la hiperinflación que existe en la economía. El personal especializado que durante más de una década se ha formado y acumulado experiencia en el ámbito de la salud de las trabajadoras y trabajadores, y que son parte esencial de los Servicios de Salud y Seguridad en el trabajo están emigrando, lo que esta generando un déficit importante de talento en esta materia. Se adiciona el bajo interés de las trabajadoras y trabajadores en participar en la prevención, puesto que la rotación hoy es elevada y las demandas que se llegan a formular para mejorar los niveles de prevención y de protección como consecuencia de lo descrito son ignoradas, pospuestas o aplazadas por parte de las direcciones de las empresas.

La acción limitada de los órganos estatales dependientes del Ministerio del Poder Popular para el Proceso Social de Trabajo, se explica en función de tres aspectos: recursos insuficientes, direcciones inadecuadas y pactos nacionales/regionales con sectores económicos. El Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laborales (Inpsasel), el Instituto Nacional de Capacitación y Recreación de los Trabajadores (Incret) y las Inspectorías del Trabajo son los órganos de gestión y supervisión dentro del Régimen Prestacional de Seguridad y Salud en el Trabajo. Dentro del primer aspecto encontraremos que los recursos materiales para operar son insuficientes (ausencia de unidades de transporte y papel, déficit de equipos de computación, mobiliarios deteriorados, infraestructuras inadecuadas, entre otros), así como una creciente deserción de personal calificado y el ingreso de nuevas trabajadoras y trabajadores sin un plan de formación y capacitación idóneo. En segundo aspecto encontramos la inadecuada organización (procesos fundamentalmente) y dirección del trabajo en estos entes. Finalmente considero que prevalecen para promover y garantizar la inacción del Estado pactos de no agresión entre sectores políticos influyentes en el gobierno bolivariano y sectores de la burguesía nacional y transnacional, que tiene expresiones regionales.

El tejido organizativo de las trabajadoras y los trabajadores para la defensa de la salud en el trabajo hoy es muy débil, y de lo existente se constata que buena parte esta cooptado por la burocracia estatal, de tal manera que la interlocución con estamentos directivos del Estado es muy baja, en consecuencia, su nivel de influencia precario y conflictivo. En el seno de la Central Socialista Bolivariana de Trabajadores y de Central de Trabajadores de Venezuela, este es un asunto ausente en los debates que sostienen.

II

Desde comienzo de la revolución bolivariana se han dado una serie de avances en lo legislativo e institucional que mejoraron la calidad de vida de la familia trabajadora y ese marco publiqué un artículo en 2013, titulado: ¿Qué hacen los trabajadores y las trabajadoras con menos tiempo de trabajo? . En el actual contexto estos avances están siendo afectados fundamentalmente por la crisis económica.

En el momento reproductivo constatamos que los patrones de consumo de alimentos están precarizados, por las limitaciones para su acceso fundamentalmente por los elevados costos. Igualmente, hoy las trabajadoras y los trabajadores descansan menos, ya que como apuntamos al inicio desarrollan otras actividades laborales fundamentalmente en el ámbito informal que implican mas horas de trabajo. Hoy se invierte más tiempo en el traslado (y la espera) de la casa al trabajo y viceversa, ya que los sistemas de transporte público y privado esta colapsados o precarizados, tal como se muestra en la fotografía que encabeza esta nota. Hoy quienes laboran invierten más tiempo para acceder a dinero en efectivo de manera legal en los bancos, para pagar mediante mecanismos electrónicos (puntos de venta) y conseguir precios mas accesibles de los productos y servicios que se requieren. Acceder a agua potable en algunas regiones del país implica más tiempo, puesto que los horarios donde se provee no son regulares. En los últimos meses hay cortes no programados del servicio eléctrico, que pueden llegar a extenderse a tres o mas horas. Se adiciona a este aspecto, que afectan a la familia trabajadora, la inadecuada disposición de la basura, en muchos municipios los sistemas son muy ineficientes. En las zonas donde no existe redes de gas doméstico, los tiempos de espera para acceder al llenado de las bombonas (cilindros) pueden superar las doce horas.

Los espacios o alternativas de recreación para los miembros de la familia son pocos, dados los costos, y sólo queda actividades sedentarias como ver la televisión. La disposición para la formación y la educación se ve disminuida significativamente. La participación social esta es poca y se reduce a actividades proselitistas y puntuales.

III

La salud de las trabajadoras y los trabajadores está comprometida por los procesos peligrosos a los que están expuestos en el momento reproductivo y las condiciones de vida que están presentes en el momento reproductivo. Parte de la gravedad de esta constatación es que se ignora la dimensión de la afectación puesto que parte de lo que desconocemos son las estadísticas sobre la materia (el Inpsasel no publica datos desde el 2015, por ejemplo). ¿Qué efectos tiene esta situación es la esperanza de vida en Venezuela?, que hasta 2015 se ubicaba en 74.41.

No se están estudiando dos fenómenos inéditos hasta ahora en el ámbito de la salud de las trabajadoras y los trabajadores, como lo son: el trabajo informal que realizan las asalariadas y los asalariados en Venezuela y las trabajadoras y trabajadores emigrantes. Respecto los primeros apunto que quienes realizan actividades laborales informales, en términos históricos no contemplan el control de los procesos peligrosos, lo que aumenta su exposición a los mismos no solo en calidad, sino también en cantidad. En cuanto a las trabajadoras y trabajadores emigrantes, corresponde examinar las condiciones en las que laboran en los países receptores y las implicaciones que conlleva que se accidenten o se enfermen y que eventualmente regresen al país.

Afrontar parte de las causas de esta situación implica la participación en las organizaciones naturales en los espacios de trabajo (como los sindicatos, cajas de ahorro, consejos de trabajadoras y trabajadoras, comités de salud y seguridad en el trabajo) o en las comunidades (como los Consejos Comunales, grupos deportivos, entre otros).