La Intersectorial de Trabajadores de Venezuela (ITV) realizó el pasado Miércoles 28 de Noviembre una movilización en Caracas que cubrió la ruta desde la Plaza Morelos en Bellas Artes hasta la Plaza de Parque Carabobo, cuyo fin formal era hacer llegar un documento al Defensor del Pueblo exigiéndole, entre otras cosas que, asuma su condición de defensor, en un momento tan aciago para la población venezolana en general. Esa formalidad se pudo resolver con mecanismos habituales acordados entre voceros de la Intersectorial y algunas autoridades. Las expectativas sobre lo que haga el señor defensor no nos roban una mínima ilusión, pero lo que haga a partir de ahora la Intersectorial de Trabajadores pasa por la capacidad de lograr cohesionar y canalizar correctamente toda esa energía que se empieza a concentrar en torno a ella como espacio, y esto último es lo realmente importante. En ese sentido queremos resaltar dos aspectos de la movilización a la que nos referimos.
El primero de ellos se trata del tema de las consignas. Aunque en la propia movilización como tal no se visibilizó adecuadamente su cuerpo de consignas centrales, lo cual es una cuestión a mejorar por la organización, apuntando a futuros eventos, no es menos cierto que la exigencia de un salario mínimo según lo que establece el Artículo 91 de la CRBV, la defensa de las contrataciones colectivas, el rechazo a los despidos arbitrarios por parte de la patronal (pública y privada) a trabajadores que luchan contra el ajuste hambreador de Maduro y la exigencia de que se anule el memorando 2792; dan cuenta de la cualidad política de un ejercicio movilizatorio como hacia muchísimo rato no se veía en nuestras calles. Son consignas que claramente convocan a la mayoría de los trabajadores a nivel nacional a que nos juntemos a pelear contra los responsables de una crisis brutal y que por arriba se han puesto de acuerdo para descargarla sobre nuestros hombros.
El segundo aspecto tiene que ver con el desarrollo de la movilización y el ánimo mostrado por los compañeros. De la Plaza Morelos a La Plaza de Parque Carabobo solo hay 5 cuadras y sin embargo se pudo vivir un respiro de recuperación democrática que recorrió toda la Avenida Universidad. Solo fue un paso, pero no un paso cualquiera. Los trabajadores venezolanos estamos arrancando desde muy atrás a responder contra todo el marco de violaciones de derechos fundamentales y lo estamos haciendo construyendo en caliente una alternativa de lucha, pues en la medida que el Gobierno Nacional ha avanzado en la consolidación de un régimen autoritario, anti obrero y anti popular, nosotros autónomamente adolecíamos de un instrumento con el cual responder desde la clase. Por tanto, lo ocurrido este 28 de Noviembre tiene que moralizarnos mucho. Quienes estuvimos ahí debemos ir con todas las ganas a informar a nuestros iguales en cada empresa, en cada lugar de trabajo… Debemos nivelar desde la discusión a cada compañero, que avancemos en las definiciones y que andar juntos es el camino que nos queda para dar un vuelco a nuestro favor a toda esta tragedia.
Es importante hacer notar que esta actividad que se realizó el 28 no se puede desentender de algunas que se han logrado con anterioridad, que han incluido protestas en La Capital y en Los Estados, una concentración en Plaza Caracas y unas jornadas de trabajo y elaboración los días 7 y 8 del presente mes de donde surgieron una proclama, una organización y un programa de lucha, reflejando un avance que debe servir de presentación también ente aquellos sectores de la sociedad que se han lanzado a protestar por problemas relacionados por la falta de agua, gas doméstico, electricidad o transporte público. Convertir todos esos problemas en uno solo para golpear con un mismo puño, ese es el reto.