A propósito de ser ciego

Mientras docentes reclaman al MPPE, Orlando Pérez (Sinafum) y directora ZENE toman whisky y comen en costosos restaurantes de Margarita

Sin duda que el paro nacional docente convocado por el magisterio venezolano este 10-10-2019 resultó todo un éxito. No sólo vimos un gremio unido en todo el país dispuesto a luchar por sus reivindicaciones laborales que han sido pisoteadas por el madurismo, sino que otros grupos de trabajadores, como del sector salud han anunciado la articulación de sus protestas con las que sean realizadas por los educadores y viceversa, y sobre las cuales esperamos se unan el resto de los empleados públicos con la finalidad de ir hacia una gran huelga general en el plano de la administración pública que termine por desmontar la neoesclavitud ante la cual nos ha hundido el régimen criminal que controlan Nicolás Maduro, Diosdado Cabello, y una claque corrupta de civiles y militares.

Hoy, desde educadores, médicos, enfermeras, empleados administrativos y ambientales, trabajadores petroleros y de empresas básicas, profesionales y técnicos de las corporaciones eléctricas e hidrológicas, Metro de Caracas, así como el resto de las instituciones como el Banco Central de Venezuela (BCV), ministerios, embajadas y consulados, y cuerpos de seguridad del Estado, y la mayoría de los militares, y por supuesto, jubilados y pensionados, han quedado sumidos en la más espantosa pobreza y miseria. Nadie de quienes hasta hace poco se ganaban el sustento de sus familias de manera honesta y honrada en el sector público están exceptuados de la barbarie que ha hecho el madurismo en contra del pueblo, y concretamente sobre unos 7 millones de personas que incide de manera directa en no menos de dos tercios de la población venezolana.

Que el salario mínimo sea de dos dólares mensuales con una hiperinflación que se acerca a las siete cifras anuales, que las escuelas, liceos y universidades estén en completo abandono, y que en éstos no exista el programa de alimentación escolar ni comedores universitarios, que la salud esté liquidada sin insumos y medicamentos con niños que mueren hasta por falta de antibióticos, que los servicios públicos tales como: agua, electricidad, gas, transporte y telecomunicaciones no funcionen en todos sus órdenes, que la gasolina y tales "servicios" sean regalados, que el contrabando, la delincuencia y la conformación de llamados colectivos armados sean la vorágine de un neototalitarismo, que tengamos presos políticos, que la corrupción sea pública y notoria en los políticos y seudoempresarios con un poder judicial que es parte de esa mafia, y con un éxodo sin precedentes que supera los 5 millones de venezolanos hacia otras naciones, habría que ser realmente ciego o ser parte de esa claque para defender tanta barbarie.

Ahora bien, así como la mayoría de educadores y trabajadores venezolanos están en máximas dificultades, existe una casta de seres despreciables quienes se dan la gran vida a expensas del sufrimiento de ese pueblo, siendo uno de ellos el "constituyente" Orlando Pérez, quien se autodenomina "representante" del mal llamado Sindicato Nacional de la Fuerza Unida Magisterial (Sinafum), el cual no solamente se muestra ausente de los reclamos de la base de maestros y maestras que protesta frente a las sedes del Ministerio del Poder Popular para la Educación (MPPE) tanto en Caracas como en el interior del país, sino que se burla descaradamente de éstos que en su mayoría devengan entre 2 y 10 dólares mensuales que apenas alcanzan para cubrir tres o cuatro productos de la cesta alimentaria.

De hecho, Orlando Pérez cada vez que visita la isla de Margarita se hace acompañar de la "directora" de la Zona Educativa de Nueva Esparta (ZENE) y panegíricos a tomar "mayor de edad" y almorzar los más exóticos platos en los más exclusivos y costosos restaurantes a los cuales sólo accede la burguesía y "nueva burguesía" – como ellos -¹, y que nunca tendrían acceso esos miles y miles de docentes que claman por sus arrebatados derechos laborales.

Se hace indispensable que las protestas laborales se realicen en una sola voz, es decir, que la unión de los trabajadores y pensionados sea efectiva para ir hacia una gran huelga general indefinida. Sólo así sabremos, si individuos de más putrefacta bazofia política como Orlando Pérez, continuarán burlándose de los educadores y el resto de la clase obrera y trabajadora de Venezuela. A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.

¹ https://twitter.com/jvivassantana/status/1182622177352470529



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Javier Antonio Vivas Santana

Más de 6 millones de lecturas en Aporrea. Autor de la Teoría de la Regeneración del Pensar. Dr. en Educación (UPEL). Maestría en Educación, mención Enseñanza del Castellano (UDO). Lcdo. en Educación en las menciones de Ciencias Sociales y Lengua (UNA). Profesor de pre y postgrado tiene diversas publicaciones y ponencias internacionales acreditadas y arbitradas por editoriales, universidades e instituciones de España, Rusia, Estados Unidos, Alemania, Francia, y naciones de América Latina.

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