Las calles nos extrañarán

Desde hace décadas soy parte de un conjunto de trabajadores que asumimos que el 1° de mayo es un día para estar en la calle. Cada año promovemos y somos parte de actividades donde nos manifestamos, denunciando nuestras condiciones generales y particulares, bien sea de vida o de trabajo; y nuestras exigencias y propuestas.

En unos años hemos sido muchos, en otros la burocracia o el clima político desnaturalizan la jornada, o nos agreden, pero durante décadas hemos estado en las calles de este país y del mundo.

Este año las calles nos extrañaran en todo el mundo, por motivos más que obvios. Paradójicamente este es un año con más razones para manifestarnos, por eso tenemos que hacerlo por las otras calles, por la de la comunidad próxima y por la comunidad de las redes sociales.

A nivel mundial quienes trabajamos hoy, vivimos en las condiciones a las que históricamente hemos estado sometidos, pero ahora están agudizadas por la coyuntura de la pandemia. Hay más desempleo y precariedad y menos salarios y condiciones seguras.

En nuestro país es triste constatar, al menos: la pulverización de nuestros salarios, la relajación de las protecciones establecidas en la Ley Orgánica del Trabajo, los trabajadores y las trabajadoras, la criminalización de líderes laborales, la indiferencia de nuestras organizaciones sindicales, la pauperización de nuestras condiciones de vida, la erosión de nuestro patrimonio familiar, la incertidumbre en nuestras familias y la corrupción o migración como alternativa de sobrevivencia.

Este 1° de mayo es para auto convocarnos a ser un actor fundamental en vida de nuestro país, no solo como generadores de riqueza, sino para participar organizadamente en la toma de decisiones y con mayor acceso al valor de nuestro trabajo. Para reafirmar que solo la lucha organizada, puede erradicar las causas de las situaciones que nos afectan. Es la dirección con más amenazas, pero las vías fáciles siempre han sido una trampa.

Este día conmemoramos la lucha organizada de los trabajadores estadounidenses, a finales del siglo XIX; que con sangre, sudor y lágrimas lograron reducir la jornada laboral diaria a ocho horas. Conmemoramos estas y todas las luchas.

Volveremos a las calles y seguro que será antes del 1° de mayo del 2021.



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Jesús Alberto Rondón

Sociólogo. Se desempeña como Facilitador en el Inpsasel, ha sido electo Delegado de Prevención (2011-2013 y 2013-2015) y es Vice-Presidente del Consejo de Vigilancia de la Caja de Ahorros de los Trabajadores y Trabajadoras del Inpsasel (2.011).

 jesusalbertorondon@gmail.com      @JesusRondonVen

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