La movilización en Guayana y el nuevo bloqueo a aporrea

Los trabajadores de Alimentos Kellogs en la primera semana de este 2021 darían comienzo a un reclamo que ahora a mediados de febrero se ha agudizado con el conflicto laboral que se está desarrollando en Guayana. La respuesta de la patronal burocrática en Kellogs fue de amenazas y sanciones (I) a quienes levantaron la voz, pero la situación es muy complicada a nivel general para los trabajadores (Salarios de miseria), por un lado, y por el otro tampoco es tan sencillo para el gobierno anti obrero de Maduro y ahora sus aliados económicos de FEDECAMARAS; encolumnados en la llamada Ley Antibloqueo.

No hay duda de que el salario es la principal demanda en el seno de la clase trabajadora venezolana y que cualquier posibilidad de levantamiento y desarrollo de sus luchas pasa por precisar este eje como una necesidad de primerísimo orden. En ese sentido de manera muy acertada, los principales voceros del conflicto en Guayana, con los sidoristas a la cabeza hasta ahora, han ubicado esa exigencia en el lugar que corresponde, con toda la potencialidad convocante y articuladora que infiere.

Lo de Guayana es una respuesta muy positiva por donde quiera se le mire pues, estamos hablando del sujeto social y político que hasta ahora, en medio de la crisis, no ha encontrado cómo actuar contundentemente. La clase trabajadora venezolana está ante la impostergable urgencia de recomponerse y recuperar fuerzas de manera orgánica y con un programa de lucha propio, sin tutelajes políticos de cúpulas y con total autonomía e independencia de clase.

Por supuesto que hay por delante cualquier cantidad de retos y debilidades a superar, pero volver a las calles y plantearse la preocupación de que la movilización no decaiga, es un gran paso, un llamado que exige dar lo mejor de cada trabajador de las distintas empresas básicas y de otros sectores laborales, incluyendo, cómo no, a los de empresas privadas.

El persistente error de creer que el problema es la política

Jean Mendoza, trabajador de la empresa maderera privada Masisa, y militante de Marea Socialista, dio a entender recientemente, dirigiendo la palabra a sus compañeros en la movilización del jueves 11 (II), que una cosa era cuando se colaba la política partidista pro patronal en las luchas obreras y otra muy distinta era cuando los propios trabajadores generaban la política. Esa definición es central, tanto para continuar definiendo las consignas del conflicto, como para lograr mantenerle en el terreno de los intereses genuinos de los trabajadores.

Los partidos políticos patronales confrontados con el gobierno tienen sus operadores también en el mundo del trabajo y hacen porque cada conflicto que se levante se ponga en la línea patronal de aquellas organizaciones que también son enemigas de los trabajadores y tienen corresponsabilidad en la crisis. Jean Mendoza, acertadamente, también propuso que la movilización tiene que habilitar espacios democráticos para discutir cómo continuar. Ese es uno de los mejores antídotos entre quienes pretendan que los trabajadores una vez más se pongan al servicio de cúpulas que nada tiene que ver con sus verdaderas necesidades, como sucedió, por ejemplo, con las luchas que se venían dando en el 2018 y que luego muchos dirigentes sindicales se fueron detrás de Juan Guaidó aupados por el posibilismo y por un “juntémonos todos contra Maduro”. Eso se llama “escoger verdugo”.

Toda lucha laboral se enmarca en el terreno de la lucha de clases y por ende es política por antonomasia y los trabajadores debemos asumirnos siempre como sujeto transformador de la realidad, protagonizando nuestras luchas. De tal manera que la política en ese sentido, en lugar de ser un problema es todo lo contrario, es la herramienta que tenemos para organizarnos, para leer la situación crítica y científicamente, y por lo tanto, pasar a la acción con la mayor cualificación posible.

Pelear por un salario igual al costo de la Canasta Básica (Art. 91 de la CRBV), por recuperar las prestaciones sociales, por recuperar la vigencia de las convenciones colectivas, por recuperar pensiones y jubilaciones a valor real, o contra la represión y criminalización de la protesta, son ejes que tienen su propio peso en este momento y eso hay que encuadrarlo de tal forma que marque una delimitación de clase, a fin de potenciar la lucha en Guayana y que sea una contundente señal para el resto de los trabajadores de las distintas regiones del país.

La visibilización de las luchas obreras y la arremetida burocrática contra los medios que les cubren (caso aporrea)

Precisamente en el momento en que se está dando el conflicto de los trabajadores en Guayana, la página de aporrea.org es bloqueada nuevamente por CONATEL, la CANTV y por el Ministerio de Información. Esto para nada es nuevo y tampoco es exclusivo con aporrea, pero desde hace más de una semana que en la portada de dicha página se viene resaltando la mencionada movilización con videos de los protagonistas y la elaboración de notas que se realizan con la proyección que le imprimen los mismos trabajadores que hacen llegar los materiales e insumos desde el mismo lugar de los hechos.

La solidaridad con aporrea y con todos aquellos medios de comunicación que den cobertura a los trabajadores y sus luchas, es de vital importancia siempre, pero más aún en estos tiempos de autoritarismo y de la existencia de un régimen que ha pretendido avanzar acallando todas las voces y/o espacios que recojan las denuncias desde lo más profundo de la golpeada población. Esa solidaridad tiene que ser lo más concreta posible, con declaraciones y manifestaciones de respaldo, tanto de los dirigentes obreros como de los trabajadores en general; es una sinergia que hay que saber nutrir de conjunto; el ogro lleva un rumbo en el que solamente golpeándole estratégicamente tendrá que recular.

Es por ello que a la difusión y visibilización de los conflictos obreros y populares les persigue el gobierno militarista y policial de Maduro; por tanto, corresponde a los obreros mismos y a los luchadores populares saber defender a medios como aporrea, la clase.info, la izquierdadiario, entre otros, que prominentemente recogen lo que los medios que maneja el gobierno y los medios privados ocultan.


(I) https://www.aporrea.org/trabajadores/n361879.html

(II) https://www.aporrea.org/actualidad/n362819.html


¡Basta de seguir bloqueando a aporrea y cualquier otro medio que recoja y difunta las luchas de los trabajadores!


 



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Gustavo Martínez Rubio

Militante de Marea Socialista y de La Liga Internacional Socialista (LIS).

 gmartinez2109@gmail.com      @gmartinezru1978

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