El anuncio que hiciera el pasado domingo el presidente Chávez en su programa “Alo Presidente” de respaldo a los trabajadores de SIDOR en su justa lucha contra la trasnacional TECHINT-TERNIUM-SIDOR, y en contra de la tercerización laboral neoliberal que practica esta transnacional para violentar los derechos de los trabajadores, es un duro golpe a la derecha endógena del proceso que apostó a una solución a favor de la patronal, sin justicia social.

Al igual que un duro golpe a la campaña millonaria empresarial, quien trató de encubrir la realidad que viven los trabajadores tercerizados para así burlar la ley y reeditar una vieja práctica neoliberal al mejor estilo de la cuarta república.

Este conflicto comenzó por la discusión del contrato colectivo de los trabajadores de SIDOR (SUTISS) contra la patronal TERNIUM-SIDOR filial de la trasnacional TECHINT, emporio ítalo-argentino, que tiene el 60% del paquete accionario de la empresa, después de ser privatizada, mientras que el 40% es perteneciente al Estado y a los trabajadores.

El grupo TECHINT, posee más de 100 empresas operando en el mundo a través de 2 holdings, TENARIS dedicado a la producción de tubos de acero con o sin costura y TERNIUM dedicado a la producción de aceros planos y largos. La operación en SIDOR la dirige el Consorcio Amazonia, integrado por HYLSAMEX (México), SIDERAR (Agentina), USIMINAS (Brasil) y SIVENSA (Venezuela), empresas siderúrgicas líderes que concentran el 25% de la producción de acero líquido en Latinoamérica. La planta de SIDOR en Guayana es uno de los complejos más grandes de este tipo en el mundo.

Esta composición deja bien claro que SIDOR es una transnacional vinculada comercialmente con el grupo Machado Zuloaga, dueño de SIVENSA, SIDETUR, MATESSI, CEMINERALES, ORINOCO IRON, CE-MINERALES, accionista de GLOBOVISION y donde participan en sus Directorios María Corina Machado y Pedro Carmona Estanga.

Cuando se dio la privatización en el año 1997, negociada por el Fondo de Inversiones de Venezuela (FIV) en tiempos de la cuarta republica, se hizo con la anuencia de algunos politiqueros, mafiosos y traidores que ahora tratan de pescar en río revuelto para tratar de volver a la Gobernación de Bolívar.

La primera acción privatizadora fue llevar la nómina de quince mil trabajadores (15.000) a cinco mil (5.000), diez mil despidos o “acuerdos”, denominados atractivas y mutuo acuerdo se realizaron en la principal siderurgia del país; la segunda acción fue la contratación de empresas de terceros para cubrir la mano de obra que había sido despedida, es decir se sustituyeron diez mil (10.000) trabajadores que gozaban de sueldos respaldados por contratos colectivos, por otros trabajadores que laboraban por un sueldo miserable; que no gozaban de beneficios contractuales. Estos son los trabajadores tercerizados o maquilados, excluidos de los beneficios socio-económicos que da la contratación colectiva, pero que trabajan para SIDOR a través de la figura de empresas contratistas (política típica del neoliberalismo salvaje) o “sustitución de patrono”.

El contrato colectivo tiene 14 meses discutiéndose, al instalar la mesa de negociación, a pesar de que la empresa argumentó que era un contrato inviable, se adelantó la discusión de 84 claúsulas, las negociaciones se paralizaron cuando la empresa negó la posibilidad de poder reconocer el salario integral (promedio) como lo establece la Ley del Trabajo, dando por hecho que la contratación colectiva, llegaría a los trabajadores afiliados al sindicato (alrededor de 4.200). Sin embargo, desarrollaron una millonaria campaña mediática para contrarrestar la propuesta de los trabajadores, argumentando que su propuesta pondría los sueldos de los obreros en alrededor de tres mil bolívares (3.000 Bs.F) algo así como tres millones de bolívares (3.000.000), lo cual fue desmentido por el Colectivo Trabajadores en Revolución (CTR-UNETE) en ruedas de prensa y presentando listines de pago de los trabajadores, donde se demostraban sus verdaderos salarios.

En una segunda etapa se incorpora el ministro del trabajo a la discusión con una actitud vacilante, apegada a la transnacional y ante la imposibilidad de llegar a acuerdos propone un LAUDO ARBITRAL, como mecanismo para concluir las negociaciones, para los trabajadores, lo que rechaza SUTISS y los trabajadores sidoristas, pero si avaló la trasnacional, FEDECAMARAS y toda la oligarquía criolla, nuevamente el CTR explica que el laudo arbitral es rechazado por los trabajadores, porque no hay confianza en el Ministerio del Trabajo, por mantuvo el rechazo por su política patronal y parcializada a favor de la empresa, lo cual no es garantía de triunfo para la clase trabajadora.

El otro hecho fundamental es que el Ministerio del Trabajo no toma en cuenta los trabajadores tercerizados, no sólo en el marco de la discusión de la contratación colectiva, sino en la solución estructural de este flagelo, a pesar de tener instrumentos como la reforma al Reglamento de la Ley Orgánica del Trabajo de Abril del 2006, el reglamento de la LOPCYMAT y Decreto Nro. 38599 de Enero del 2007.

La posición firme de SUTISS, los trabajadores sidoristas, sindicatos de Guayana, acompañados por el CTR-UNETE, Diputados a la Asamblea Nacional como Adel Al Zabayar, Oscar Figuera, Pastora Medina, Marcela Máspero, entre otros, y acciones de movilización propias de la clase, que derrotan las pretensiones de la transnacional, la oligarquía criolla y el Ministerio del Trabajo, de imponer el LAUDO ARBITRAL.

Se pasa a una tercera etapa donde se designa una Comisión de Alto Nivel, allí se incorporan el Gobernador del Estado Bolívar, el Ministro de Industrias Básicas y Minería y el Presidente de SIDOR, además del Ministro del Trabajo y la representación de SUTISS, se vuelve a cerrar la negociación, ante la negativa de la patronal de reconocer los derechos de los trabajadores tercerizados, jubilados y el cálculo a salario integral.

En esta oportunidad, es el Ministerio del Trabajo quien suspende las negociaciones, para imponer un referéndum donde someterían a consideración de los trabajadores si aceptaban la propuesta económica de SIDOR y si estaban de acuerdo con una huelga. Todo esto sin culminar de discutir el resto de las claúsulas, entre ellas la de los jubilados y tercerizados.

Esta nueva imposición es rechazada por SUTISS y los trabajadores, y se inician nuevas acciones de movilización tanto al interior de la empresa. El día 14 de Marzo, en el marco de una movilización pacífica realizada en Puerto Ordaz, el Comando de la Guardia Nacional que tiene asiento permanente en la Empresa, acompañado por la Policía del Estado Bolívar arremete contra los trabajadores, con una violencia solo comparable con tiempos de la cuarta república, 53 trabajadores detenidos, más de 15 heridos, 40 vehículos destrozados por los efectivos policiales.

Los sindicatos de Guayana, denuncian los atropellos y responsabilizan al gobernador Rangel Gómez, el cual es defendido por organizaciones patronales como ACE y FEDECAMARAS, se desata una campaña brutal contra los trabajadores desde el Ministerio del trabajo y la Gobernación del estado Bolívar, según argumentando que el sindicato SUTISS esta en contra del gobierno nacional, y que ese es un conflicto lochero, pero guardaron silencio con relación a los atropellos, a los tercerizados, jubilados y contradijeron el planteamiento de los trabajadores de nacionalizar SIDOR, argumentando que es una empresa donde la mayoría de acciones, son de un país aliado al nuestro.

Se olvidan estos señores de la derecha endógena que nuestra soberanía debe ser respetada por todos los países, siendo un país aliado, con más razón este debería respetar nuestras leyes y soberanía.

Los trabajadores se mantuvieron unidos en pie de lucha por sus reivindicaciones, y se convoca a un Encuentro Sindical Unitario convocado por SUTISS, al que asisten más de 100 dirigentes sindicales, en representación de cerca de 600 organizaciones sindicales del país, donde se acuerda la creación de comités de solidaridad en todo el país, acciones de paralización escalonada en las empresas y una movilización nacional al CNE y a la Asamblea Nacional, para rechazar la imposición del referéndum.

De inmediato SUTISS celebra un referéndum con los trabajadores donde consulta a los trabajadores si está de acuerdo con la propuesta de SIDOR y si quieren que el Sindicato continúe al frente de las negociaciones. La derrota a la política impuesta por la transnacional y el MINTRASS es contundente, cerca del 95% de los trabajadores rechazan la propuesta de la empresa y respaldan a su organización sindical.

Se profundiza la campaña mediática de la Empresa y del Ministerio argumentando que este es un conflicto netamente economicista, lo cual no es cierto, ya que se plantean extender el contracto colectivo a todos los trabajadores tercerizados y excluidos golpeando así esa nefasta política neoliberal; además se propone el respeto a la Ley del Trabajo exigiendo el salario integral (lo que debió haber sido la propuesta inicial del Ministerio del Trabajo), la dignificación de los jubilados que no reciben ni siquiera salario mínimo y por último, los trabajadores plantean la renacionalización de SIDOR, ya que por razones de Estado, esta empresa deben formar parte del patrimonio nacional su carácter estratégico.

Por eso cuando el presidente Chávez se pronuncia a favor de los trabajadores, le está diciendo al país y al mundo, que en Venezuela la soberanía y los derechos del pueblo se respetan y que ningún patrón o trasnacional puede actuar en nuestro país, de espalda a estos principios. De igual manera, marca el rumbo de la política gobierno revolucionario, la cual calificó de obrerista, (que está muy distante de la política del Ministerio del Trabajo y de la Gobernación del Estado Bolívar).

Ante esta demostración de claridad revolucionaria y de dignidad, tanto el Ministro del Trabajo como el gobernador deben renunciar. Este conflicto ha dejado algunas enseñanzas para la clase obrera:

1. Que ante todo debe prevalecer la unidad de la clase, por encima de los intereses grupales o individuales; además de una dirección única de la lucha.

2. Que todo conflicto de trabajadores, en cualquier fábrica, factoría o institución, debe ser asumido solidariamente por todo el resto de los trabajadores.

3. Claridad de objetivos políticos y gremiales, es decir no solo se debe pelear por el salario y los derechos sociales, sino que debe quedar claro que estamos viviendo un momento de cambios profundos y revolucionarios, y que toda acción debe llevar a consolidar el proceso bolivariano, tanto en las ideas como en los hechos, teniendo claro que la mayor conquista de la clase obrera es la construcción del socialismo revolucionario.



También hay una enseñanza importante para las llamadas tendencias sindicales que existen en el seno del proceso:

1. Que la acción sindical debe realizarse siempre de cara a los trabajadores, que cada lucha o experiencia sea una enseñanza para la clase obrera.

2. Que los trabajadores somos un soporte fundamental de nuestra revolución, cuando actuamos como clase o movimiento de vanguardia, por lo tanto no debemos ser aislados o excluidos de las acciones sociales, ni mucho menos ser sustituidos por la clase dirigente.

3. Hay que desterrar la practica burocrática que pretende sustituir a la clase obrera, e implementar políticas de colaboración con los enemigos del proceso; fijando posturas de espalda a los trabajadores.

4. Debemos desterrar del movimiento sindical las políticas del clientelismo, la burocracia, la corrupción y el ultraísmo.

5. Se equivocaron quienes creyeron que Chávez se iba a mantener al margen de este conflicto, o del lado de las trasnacionales; o quienes creyeron que podrían hablar en nombre de Chávez bajo el lenguaje de la 4ta. República (Sindicalismo adeco).



CHAVEZ ESTA CLARO: SI GANAN LOS TRABAJADORES GANA LA REVOLUCION



¡Ahora a mantener la unidad y firmeza de toda la clase obrera sidorista y a acabar con la tercerización y explotación!



A CONSTRUIR LA UNIDAD REVOLUCIONARIA DE LA CLASE OBRERA, SUJETO HISTORICO DE LA REVOLUCION

mmmaspero@hotmail.com