Respecto del artículo del camarada Antonio Aponte, titulado "Egoismo y
Sociedad" en donde especifica que:
"El otro pilar es la Zona Económica Socialista, de propiedad social
administrada por el Estado, donde las ganancias vayan a un “pote social”, y
de allí regresen a la sociedad cumpliendo el precepto bíblico y socialista
de “a cada uno de los miembros de toda la sociedad, según su necesidad”.
Ese pote social es el pilar material de la sanación socialista"
Quisiera aportar al debate del camarada Aponte, que hay que definir a qué
tipo de Estado se refiere. En la presente carta solo se hará referencia al
Estado y someramente a la unidad. Al respecto Lenin aportó mucho como
consecuencia del estudio y de la experiencia obtenida de la gran Revolución
Proletaria en Rusia, y a su vez las críticas de Marx a los filósofos
alemanes permite concretar aspectos de nuestro interés.
En la actualidad El Estado es solo un reflejo de las relaciones de
producción capitalistas, del modelo de producción, es decir, de la realidad
material que es capitalista. Este Estado tiene necesariamente que
constituirse en garante de estas relaciones, y es tan así, que el Gobierno
Revolucionario a pesar de dirigir recursos para solventar problemas y
apoyar a sectores deprimidos, no ha podido romper las realidad de miseria
material y espiritual, entre las que se encuentran el individualismo y el
egoismo. Es ese Estado que ha parido a la "familia modelo" que pregonan los
Cardenales en sus misas, a quienes no se les puede discutir su competencia
en materia de cristianismo; pero que no hacen mención a la degradación
moral, las descomposición social y el abandono de sus casas por parte de
los niños, los cuales tienen a sus padres hundidos en la miseria y unas
madres que traen al mundo hijos ilegítimos a edad temprana.
La realidad a cambiar es este carácter de Estado capitalista por uno que en
principio sea un fiel reflejo de unas relaciones de producción socialistas
que estamos empeñados en construir. Estas relaciones socialistas de
producción se logran cambiando la naturaleza misma que está expresada de
forma práctica, en la generación de un excedente que se apropia el
capitalista, llamada plusvalía. No consiste, luego en eternizar esa
"ganancia" sino en eliminarla.
El asunto no es quejarse del egoismo y el individualismo, sino explicar que
es consecuencia de un sistema de económico que se fundamenta en la
división del trabajo a imagen y semejanza de la división de clases
sociales, que en esa misma medida es lo que garantiza el desenvolvimiento
del sistema capitalista como un todo. Por otra parte, que en el capitalismo
el proceso de trabajo que crea y transfiere valor, logra una cierta calidad
muy mal lograda, ya que el trabajador siente que el producto de su esfuerzo
físico e intelectual no le pertenece, y sabe, además, que el capitalista se
apropia de una determinada cantidad de su tiempo de trabajo. A consecuencia
de estas relaciones y contradicciones es que se originan las ideas que
tienden a garantizar, entre muchas otras, uno de los valores más sagrado en
el capitalismo, la libertad individual, que asegura la libertad de
explotación al obrero asalariado, la creación de una masa de desposeidos y
hambrientos, la libertad de acumular capital, la libertad del obrero
desposeido de todo medio o instrumento de trabajo de vender su fuerza de
trabajo al explotador al precio que éste fije, y la libertad del fariseo
capitalista de dividir a la clase trabajadora en estratos y nóminas y
nombrar a un siervo asalariado como capataz de su fábrica, como el gerente
o ejecutivo de su empresa para que cuide sus intereses, para lo cual le
paga muy bien.
El reto es cambiar la actitud del trabajador hacia el trabajo, lo cual solo
se logra mediante la eliminación de la propiedad privada de los medios de
producción, que es al fin de cuentas lo que garantiza la supervivencia de
este sistema económico. Se debe evolucionar hacia un marco que permita que
lo que hemos mencionado acerca del carácter del trabajo, sea cambiado;
dejando que los trabajadores participen directamente (creando los Consejos
de trabajadores).
Claro está que el mismo Estado debe cambiar para ser el fiel reflejo de las
nuevas relaciones socialistas de producción. Este "nuevo Estado" debe ser
garante a su vez, que en el resto de los sectores económicos del país, se
cambien las relaciones económicas, y para ello este nuevo Estado debe estar
conformado por los consejos de trabajadores, los consejos comunales, los
consejos de campesinos, los consejos de estudiantes, los consejos de
indígenas, las amas de casa, los sindicatos socialistas, los profesionales
independientes, los artistas y toda organización revolucionaria, excluyendo
a los explotadores. Solo este tipo de Estado podría crear condiciones para
la inclusión en el trabajo productivo de aquellos sectores que están fuera
del campo de trabajo, es decir, fuera de su realización como seres humanos.
Todas esas organizaciones convertidas en Estado son las que conocen las
necesidades sociales, pueden planificar la economía y dirigir al partido
revolucionario PSUV. Es una gran asociación de productores que controla el
"fondo excedentario" producto de la actividad económica, y que el camarada
Antonio Aponte llama "pote social".
El PSUV definido anteriormente es un partido clasista y de masas, y no
niega la vanguardia, pero esa vanguardia debe salir del seno de las
organizaciones sociales revolucionarias, de la lucha intransigente contra
lo viejo, y no de los salones universitarios, o de las aulas de los
iluminados y designados cuadros políticos. Es pues, necesario la creación
de Escuelas y Centros de Investigación Socialistas diridas por la
vanguardia surgida del pueblo en lucha, de los explotados movilizados. Es
así como se construye la verdadera "unidad", en la lucha anticapitalista y
conducida por esa vanguardia consciente que ha construido un plan y una
estregia de tránsito al socialismo producto del estudio teórico y de la
práctica revolucionaria.
Camarada Aponte, todo lo anterior es un aporte al debate sincero y
compañero, basado en la experiencia histórica, la lucha diaria, el ideal de
Simón Bolívar, el mensaje del Presidente Hugo Chávez y los hechos que se
suceden día a día.
(*)Trabajador Petrolero de PDVSA-Intevep
Corriente de los trabajadores marxistas de Intevep-CTMI
garcialwx@pdvsa.com
¡Patria Socialismo o Muerte.....Venceremos!