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Está en Venezuela, un país sumido en el comunismo, el escritor peruano Mario Vargas Llosa, ganador del Nobel de literatura. Entró sin problemas por Aeropuerto Internacional de Maiquetía, y nadie lo molestó. Los “esbirros castro-comunistas” no le pusieron trabas para ingresar al país, y declarar lo que le diera la gana. El escritor fue traído por la derecha venezolana con el objetivo de alentar a los guarimberos para que sigan en su afán de lograr que Nicolás Maduro se vaya. Y como es lógico, no podía dejar de discursear en Cedice. Un organismo líder de la derecha, y donde aterrizan todos aquellas personalidades que vienen a Venezuela a denigrar de su gobierno, como es el caso de este escritor troglodita.
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Vargas Llosa, ¿qué comunismo tan raro el que existe en Venezuela? Lo dejan entrar tranquilamente, a sabiendas de quien es usted, y que declarará en contra del proceso revolucionario, como ya lo ha hecho, y ni una hormiga lo ha picado. Seguro estoy que no ha visto a ningún cubano por la calle. Y a pesar que usted dijo que estábamos en presencia de un gobierno impopular, es decir, sin apoyo de los pobres y de gran parte de la clase media, no ha visto sino las guarimbas de los 4 gatos de la derecha radical venezolana, mientras el resto del país está trabajando y produciendo en paz. ¿Qué comunismo tan raro, señor Mario? Le permite que usted hable donde le da la gana y diga lo que sus neuronas enloquecidas le dicten. Usted dijo en Cedice “Lamento que muchos gobiernos de la región no apoyen más claramente a la resistencia democrática y que digan que tienen que mantener una posición neutral, pero la neutralidad es complicidad”. En primer lugar, lo que usted llama “resistencia democrática”, no es más que una cuerda de mercenarios asesinos, financiados por la derecha a la que usted pertenece con el fin de desestabilizar al gobierno revolucionario y propiciar una intervención por parte del imperio. Y en segundo lugar, Venezuela no está sola. Nuestro Comandante Supremo trabajo en la integración de América Latina y el Caribe, para que haya Patria libre y soberana en la región. Dijo también “lo que sucede en Venezuela es un anacronismo radical”. Usted, es un buen escritor, sin duda alguna, pero un anacrónico pensador sobre la política. Usted no es más que uno de esos ejemplares de dinosaurios, que aún sobreviven en América Latina. Ojalá se vaya rápido de nuestro país. ¡Se cansa uno! ¡Volveré
