El tablero internacional, los escenarios geopolíticos globales, vienen en continuados cambios de diseños profundos adaptándose a las nuevas realidades sistémico-geo-económicas mundiales. Es decir, desde la diplomacia vaticana pasando por la diplomacia francesa, la diplomacia imperial-británica para trasladarse hacia la diplomacia imperialista norteamericana en su correlación con las diferentes perfectibilidades de las temporalidades correspondientes a los diferentes modos de producción históricos en su perfecta evoluciones inevitables.
La actual realidad se ha venido expresando, según nuestra subjetiva visión, desde el cenit del Plan Marshall para entrar en su continuado declive a causa y consecuencia de la destrucción del "Muro de Berlín" cuando la diplomacia global en curso pasó de la bipolaridad hacia la unipolaridad, bien, sí se acepta, la expresión más desarrollada de la política imperialista norteamericana.
Era de toda lógica que en el marco de la dialéctica de la Política mundial esa expresión en curso entrara en seria crisis estructural que se expresaría con la denominada como "Crisis de Wall Street". Desde entonces, los Estados Unidos de América han venido en una profunda y muy seria reingeniería de su Política, su Poder global, a través de interesantes decisiones de Estado en las responsabilidades de diferentes Presidentes norteamericanos. En ese orden, desde Bill Clinton hasta Barack Obama, la diplomacia norteamericana ha venido caminando hacia la preparación, reingeniería, de cambios profundos en su doctrina internacional imperial-imperialista, para así llegar a Donald Trump quien se significa como el catalizador de ese nuevo escenario obligante en función de la permanencia sistémica unívoca norteamericana imponiendo, por obligados compromisos, sus paradigmas conceptuales en reingeniería capitalista actual sobre nuevos modelos de geopolítica mundial donde Latinoamérica tiene un rol fundamental en lo geo-estratégico y, esa dinámica, por obviedad, Venezuela se presenta como "la dama del ajedrez" del nuevo tablero estructural mundial-globalizado.
Es nuestra visión por tanto es discutible pero con serios argumentos alejados de dogmas y clichés seudo-ideológicos tanto procedentes de la izquierda como de las derechas.
Se podría considerar el "11 de septiembre" como el hecho histórico que permitiría desarrollar un sector de la diplomacia en prueba cuando aquel Presidente texano consideró y aprobó la neo-expansión imperial de la nueva política exterior en prueba bien calculada, estratégicamente. Es decir, para tratar de comprender aquellos escenarios deberíamos situarnos sobre el tablero de ajedrez para, quizás, alcanzar algunas conclusiones en cierto grado de objetividad sistémica imperante.
Se ha considerado que sería el petróleo (crudo) la razón de estado que impulsaría esa expansión del capitalismo norteamericano hacia la región centro-asiática y del Medio Oriente como sería el "caso-Iraq". Pero acá entramos en ciertas inquietudes intelectuales. Podríamos, incluso, de sustentación académica, aceptar "la invasión a Iraq", consecuencia posterior a la "Tormenta del Desierto", sobre la base "justificada" del "dictador Saddam Hussein" en el marco de la "doctrina histórica fundacional" de la "nación norteamericana" referida a la Democracia, la Libertad y la obligante Justificación expansionista (Vladimir Acosta). Pero absurda sí nos trasladamos a las referencias históricas sobre Afganistán donde dos imperios, británico y soviético, han tenido que retirarse sin alcanzar los objetivos geo-estratégicos zonales que representa ese "nudo geográfico" llamado Afganistán.
Ello nos retrotrae a los escenarios de Japón, Corea, Vietnam, Laos y Camboya, en el marco referente de la presencia norteamericana en la Región del Pacífico, durante el siglo XX. (Muy poco o nada se menciona sobre la interesante e importante presencia norteamericana en esa región geográfica durante el expansionismo del imperio británico en India y China, fundamentalmente).
Es demostrable que el agotamiento de Bretton-Woods y sus desarrollos "aguas abajo" requerían de un neo-diseño de la política de fondo del sistema capitalista no solo en lo global sino, fundamental, en lo nacional-norteamericano. No deberíamos olvidar la "crisis del Japón" que lo obligó a vender sus activos en los EEUU de América como en zonas asiáticas como así mismo deberíamos recordar la "crisis del bath" tailandés y la Política de Estado de suscribir la política de "reforma y apertura" impuesta por Deng Xiaoping en China que le permitió a la economía norteamericana "subsidiar a las clases de los pobres estadounidenses" además del "factor acumulación" en ambos lados del Pacífico.
En ese orden de desarrollo del capitalismo norteamericano sobre la base de la Política de Estado imperial-imperialista, en el marco de una serie de crisis reales e inducidas, comienza el proceso de la reingeniería profunda sistémica en ambos escenarios, nacional e internacional, en dos vertientes fundamentales; en primer lugar, reestructurar las funciones fundamentales del Pentágono a nivel global trasladando un importante contingente de soldados norteamericanos estacionados en Alemania hacia la región meridional de Australia sobre el estrecho de Timor Oriental al tiempo que comenzaron las presiones sobre sus "socios y aliados" miembros de la OTAN imponiéndoles aumentar los presupuestos en defensa junto con una nueva doctrina de "movimientos militares" ante el enemigo, como lo expresan, Rusia, su petróleo y gas. Es decir, el centro fundamental de la diplomacia de ajedrez se traslada del Atlántico hacia el Pacífico.
¿Cuáles serían los factores reales que obligan al Poder estadounidense a trasladar sus centros geo-estratégicos desde la Comunidad Europea hacia la zona del Indo-Pacífico?
Es demostrable que la geopolítica norteamericana se mantiene en lo fundamental-sistémico en correlación a la profunda crisis del Capital referido al capitalismo tanto nacional como sus referentes internacionales. Pero ello se debe y se tiene que leer en función de esa obligante reingeniería sistémica referida al proceso imperialista de mantenimiento del Poder global en función de las contradicciones presente como son Rusia y China. Es por ello que las políticas en desarrollo de Donald Trump son precisas y enfocadas a desarrollar contradicciones no solo con los arriba referentes sino incluso en el propio seno de sus "socios y aliados". Alguien diría por ahí: "es la economía, estúpido". Es decir, cuando el subsecretario del Tesoro es trasladado a la subdirección de la Central de Inteligencia, CIA, se comienza a poner el énfasis en desarrollar una política sustentada en la denuncia sobre fraudes, sobornos, estafas, etc., de dirigentes fundamentales a nivel global; es decir, los peones del nuevo juego de ajedrez.
En ese orden de ideas, Donald Trump, "arremete frontalmente" no solo contra sus "socios y aliados" sino comienza a profundizar políticas económicas que afectan, directamente, a la economía interna norteamericana, supuestamente, de manera positiva en función de la "Deuda Interna y Externa del Estado" norteamericano. Pero esa Política de Estado debe y tiene que ir al unísono con lo referente al "poderío militar y el miedo" norteamericanos, de ahí que entrara en la lógica de la dinámica de la nueva política geopolítica estadounidense el factor geo-estratégico en dos importantes escenarios. Por una parte, el escenario europeo que se viene expresando en dos sub-conjuntos: la movilización militar en permanentes ejercicios militares de la OTAN y las presiones sobre "socios y aliados" comunitarios referidas a la energía, gas y petróleo, procedente de Rusia.
El segundo escenario está en relación directa sobre la extensa región asiática en un neo-modelo de expansión imperial diferente a aquella expansión que se desarrolló, fundamentalmente, en toda el Asia durante el siglo XIX cuando el imperio británico era el "primus inter pares" de la expansión del capitalismo, del Capital, las tecnologías, lo militar y lo religioso en el marco del desarrollo de los neo-mercados internacionales previo al estadio lógico del imperialismo sistémico-capitalista, lo que es su razón de ser fundamental.
En este orden de ideas, es fundamental siempre tener presente que la contradicción fundamental de la Revolución Bolivariana y Chavista, en curso actual en Venezuela, son los Estados Unidos de América y su Poder y poderes diplomáticos y militares no siendo fundamental lo religioso aunque entra en escena lo cultura de los diferentes medios de comunicación e información. Ello nos lleva de manera obligada a preguntarnos porqué debemos considerar la Política de Estado norteamericana en la Región Indo-Pacífico norteamericana, en el marco referente, sobre "la afectación real y objetiva" sobre Venezuela como nación en revolución. Fundamental pregunta de necesaria respuesta; por tanto, tratemos de alcanzar algunas ideas en propuestas para nuestros pensares.
Hay un decir en China que reza que aunque estamos en distancias considerables, la amistad nos une. Interesante frase porque sustenta las relaciones en lo fundamental que es el mutuo respeto entre naciones y nacionales. Ello nos lleva a reflexionar sobre cómo se han desarrollado las relaciones entre ambas naciones, Venezuela y China, desde la Presidencia del Comandante Hugo Rafael Chávez Frías.
En esa misma línea de reflexión debemos tener presente el proceso político en revolución que impactó en países americanos; es decir, el proceso revolucionario bolivariano-chavista venezolano en sus diferentes tiempos históricos incluidos los actuales andares; es decir, necesario realizar un objetivo análisis político, económico e ideológico para poder comprender nuestro discurso en estas letras. Como es de conocimiento de ustedes, consideramos el no ser necesario repetir lo conocido actual en curso político continental.
En ese orden de reflexión, la actual propuesta de Donald Trump y del secretario de Estado, Mike Pompeo, referido a la mencionada región en análisis, Región Indo-Pacífico, por ahora, se refiere a que "…Pompeo offered a new $113 million allocation to promote digital, energy, and infrastructure connectivity in the Indo-Pacific…." ("…Pompeo ofreció una inversión adicional [en la Región Indo_Pacifico] de US$113 millones para promover una red de conexiones en el sistema de conexión digital, en energía e infraestructura para la Región…"). Claro aparece la pregunta sobre para qué se trasladaron, en el temprano-pretérito arriba en referencia, un contingente de soldados norteamericanos a Australia y porqué se han reactivado en reingeniería-en-diseño los diferentes acuerdos de seguridad y defensa con "socios y aliados" de y en dicha región geográfica. Es de todos muy conocida la política de la expansión imperialista de nuevo cuño en el continente asiático.
En esa línea de reflexión, es fundamental analizar las fortalezas y debilidades como las contradicciones que están presentes en las relaciones bilaterales y global-continentales entre los EEUU de América y los diferentes países que componen la Región Indo-Pacífico en el marco de la mencionada contradicción existente entre Washington y Caracas, en revolución bolivariano-chavista permanente.
Es decir, al conocer, geográficamente, la mencionada región nos ubicamos que se extiende desde el estrecho de Bering hasta el estrecho de Ormuz; además, de tener presente las mercaderías que cruzan esa región como la importancia de la reingeniería que viene desarrollando Rusia en la sub-región nor-oriental de Siberia no solo en el transporte de petróleo y gas como en el plano militar-naval-portuario. Es decir, Rusia es un actor no invitado, según la tesis de Donald Trump, en la Región Indo-Pacífico.
En nuestros pareceres, la debilidad fundamental de los Estados Unidos de América en los escenarios correspondiente referida, es el transporte de petróleo hacia las costas occidentales de Norteamérica, es decir, los EEUU de América y su socio, Canadá.
En ese orden de ideas, es "de anteojitos" que la "nueva política monroista" para todo nuestro continente americano, en el marco de la reingeniería "nada-diplomática" estadounidense, es el "neo-control" de "su patio trasero" por lo que nada extraña sobre los movimientos "políticos" (sic) en diferentes países de nuestra región americana. Es decir, para nada resultan extrañas las declaraciones del denominado "Grupo de Lima", de las declaraciones de Juan Manuel Santos y del nuevo Presidente de la República de Colombia, de la actitud de Panamá y Perú, de las acciones del Mercosur, e, incluso, para nada debería extrañarnos el "atentado de magnicidio frustrado" en contra del Presidente Nicolás Maduro Moros.
Es decir, en el marco de la "nueva doctrina militar" que viene imponiendo los EEUU de América a sus "socios y aliados", el único factor en profunda debilidad que contiene esa nueva doctrina es, en lo fundamental, la energía; es decir, esa contradicción, en si misma, contiene su propia contradicción que es la "seguridad y resguardo" de las "rutas marítimas comerciales y militares" en tanto y cuanto el transporte de esa necesaria energía. Por ello no es de extrañar los recientes acuerdos militar-navales y aéreos alcanzados por el Pentágono con Argentina, Perú y Ecuador como tampoco la presencia de tropas en el norte del Brasil en la nueva versión de la "Calha Norte".
Solo en calidad de referencia histórica debemos sacar del tintero la debilidad de las tropas de Hitler durante la invasión sobre territorio de Rusia, como en las arenas saharianas en el norte de África y en los movimientos tanquistas en los Dardanelos.
Es decir, en ese orden de reflexión, es perentoria la necesidad de Washington de "controlar" por cualquier medio a Venezuela.
UNIDAD, LUCHA, BATALLA, VICTORIA.