La chicha morada como pretexto racial o las bolsas negras del ejército peruano

No puedo negarlo a mí no me gusta la chicha morada, como tampoco me gustan los frijolitos blancos o el té negro sin azúcar, en el Perú entonces se levanta una ola de "defensores de su patria" que toman como pretexto de sus ataques raciales contra los venezolanos y venezolanas, el que no les guste la chicha morada, las razones para que un alimento no te agrade son tremendamente personales y no sé si al Mariscal Sucre o Andrés Bello le gustaría ese brebaje que para muchos es una demostración de lo exquisito dela cocina peruana. A mí no me gusta.

El Perú ahora se convierte en el mascaron de proa del racismo andino y van con todo contra un pueblo que vive dificultades hoy, pero que hasta hace muy pocos años vivió bonanza, no es la primera ocasión en que algunos de esos que se sienten puros en el país de Vargas Llosa , Fujimori, Montesinos, Cesar Vallejo. Veamos que dice Wikipedia acerca de Vallejo: Hastiado de la mediocridad local, tenía ya sus miras puestas en el Viejo Mundo. Con el dinero que le adeudaba el Ministerio de Educación, se embarca rumbo a Europa, de donde no regresará más. Viaja en el vapor Oroya el 17 de junio de 1923, con una moneda de quinientos soles. Arriba a París el 13 de julio. Sus ingresos —siempre insuficientes— provenían del periodismo, si bien fungió también de traductor. Escribía para el diario El Norte de Trujillo, y las revistas L'Amérique Latine de París, España de Madrid y Alfar de La Coruña. https://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%A9sar_Vallejo

El racismo, la xenofobia, la creencia de la superioridad racial, son típicos de la derecha, puede darse entre nuestros pueblos mestizos, entre africanos o en la frontera México y Estados Unidos. Lo cierto debe estar aderezada por los medios de comunicación, alguna organización política o en las fuerzas armadas no hace mucho un poderoso militar peruano hablaba de enviar a chilenos en bolsas de plástico de vuelta a su país: "He dado la consigna que chileno que entra [en Perú] ya no sale, saldrá en cajón. Si no hay suficientes cajones, saldrán en bolsas de plástico". https://elpais.com/internacional/2008/11/26/videos/1227654001_870215.html

La hipocresía no es patrimonio civil, los militares actúan y saben actuar en el arte del engaño, están preparados y educados para engañar o enfrentar, negociar u obedecer o dar Golpes de Estado a gobiernos civiles, pero claro los niveles de hipocresía son a veces superlativos, veamos: Se da la circunstancia de que, en septiembre pasado, el comandante en jefe del Ejército peruano ahora envuelto en la polémica condecoró en Lima a su colega chileno, el general Oscar Izurieta, con la medalla de la Orden Militar Francisco Bolognesi, la máxima distinción que otorga el Ejército peruano. Lo único que puedo decir es que la derecha peruana existe como conducta y con grandes sectores de la población que se sienten identificados con la xenofobia y con el racismo, una izquierda pequeña y cuyo discurso ha sido difícil de digerir, y es que el falso discurso "nacionalista" es de tan sencilla digestión (o sea muy prontos se vuelve estiércol).

Yo no apoyo a Maduro, pero al ser gobierno tendría que acudir a espacios de opinión internacional o a tribunales peruanos para enfrentar con en las instancias legales la campañas que contra nuestros connacionales se están dando en la nación liberada de las cadenas del colonialismo español entre otros tantos por el talento político de Bolívar y el talante militar de Sucre.

Nuestra embajada en Lima tendrá que acudir a las instancias legales de esa nación, desarrollar acercamientos hasta donde lo permita la ley con sectores progresistas de la nación andina, para denunciar desde donde sea necesario la campaña de descrédito contra los venezolanos, las acciones de acoso social, sexual, político y económico contra quienes por más de una razón salieron de su patria.

Notas a pie de página: Todavía sigo esperando las leneas gruesas o delgadas del PLAN VUELTA A LA PATRIA, hasta ahora parece ser que todo es mentira, un avioncito no es un plan de ningún tipo. Se tendrá que disponer de trabajo, escuelas, médicos, salarios dignos, seguridad social y personal. La crisis tendrá un fin, y claro quienes nos llevaron al barranco no pueden ahora decirnos que nos van a sacar del mismo.

La batalla contra la xenofobia es también una batalla revolucionaria.



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Yuri Valecillo


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