Maduro aparece en una rueda de prensa con medios internacionales hablando de cualquier barbaridad, que tenía como marcado propósito, aunque algunos digan lo contrario, hacer pública la mención de que irá a una renegociación de todas las deudas que mantiene el neototalitarismo con la clase capitalista mundial.
Lo irónico, es que mientras dice palabras más, palabras menos, que pagará hasta el último centavo a los acreedores, le pide a Antonio Guterres y Michelle Bachelet una limosna de 200 millones de dólares a través de la Organización de Naciones Unidas (ONU), dizque para "traerse" a los todos los emigrantes venezolanos que están en el Perú; o lo que es lo mismo, Maduro reconoce la quiebra económica en la cual ha hundido a Venezuela como usurpador de Miraflores [1].
Ahora bien, sobre tal solicitud de recursos a la ONU, además de que Maduro revela que su régimen no tiene un centavo con el cual pueda honrar tales compromisos a esos tenedores de deuda sobre Venezuela, termina quedando en ridículo ante la opinión nacional y extranjera, porque si de verdad Maduro estuviera interesado en que su mal llamado plan "vuelta a la patria" sirviera para el retorno de miles de venezolanos, no saliera cual limosnero no sólo a pedir a la ONU una determinada cantidad en millones de dólares, sino que unos supuestos 100 millones de euros que "aprobó" para la industria del cine en el país [2], tendrían que ser redirigidos en lo inmediato para resolver un evento de mayor importancia como el problema de la emigración, si de verdad su interés fuera disminuir el sufrimiento de los connacionales que han sido afectados por la xenofobia en otras latitudes, y quieren regresar al país.
Ante ello, o Maduro es un charlatán diciendo que tiene millones de euros para actividades cinematográficas y por ende no le interesan los emigrantes y sus palabras son simple retórica, o acepta implícitamente que la botija está vacía después de haber sido desangrada por la corrupción de su gobierno.
¡Claro! Los panegíricos del madurismo saldrán a tratar de explicarnos con argumentaciones leguleyas que el cine sería más importante que el regreso de esos miles y miles de venezolanos que se habrían ido "engañados", y que por ser un "engaño", es la ONU quien debería suministrar esos recursos al régimen como parte de lo que también se han negado en aceptar sería una ayuda humanitaria. Y nos preguntamos ¿Está o no hundido en una emergencia económica y social un país en el cual el principal "líder" de una bazofia política autollamada "revolucionaria" pide públicamente 200 millones de dólares en forma de limosna?
Del mismo modo, cuando Maduro refiere que va a pagar a los acreedores con una renegociación, pero omite hacer anuncios de aumento del salario mínimo que se encuentra totalmente pulverizado en dos dólares mensuales, resulta obvio que al régimen lo menos que le importa es tal situación, porque en vez de estar preocupado por las necesidades del pueblo en donde además una medida en esos términos en condiciones reales pudiera disminuir las cifras de emigración, pareciera que su praxis está orientada en todo lo contrario, es decir, el madurismo queda al desnudo y deja entrever que su máxima en términos financieros y económicos es pagarle a los capitalistas en desmedro de trabajadores y pensionados, y por supuesto, desbordar sus ansias de poder ante el hambre y las necesidades de millones de venezolanos.
Por lo pronto, Maduro regresó de Rusia con las manos vacías, al punto que ahora ya no pide dinero prestado, sino que como un limosnero de alto calibre, pide que le regalen 200 millones de dólares porque ni siquiera tienen el cómo pagar los boletos aéreos de su propio plan "vuelta a la patria". Es el reconocimiento de la quiebra de Venezuela. A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.
¹ https://twitter.com/jvivassantana/status/1178727392212393984
